11. Llamadas y confesiones

26 5 0
                                    

-¿Ese es Tay?

-Sí Lis, relájate, no es para tanto.

-¿Cómo que no es para tanto? ¿Tú le has visto? Bueno, qué digo, claro que le has visto.

-Ya puedes dejar de babear por él. 

-Yo no estoy… Cualquier chica se gira a verle y estoy segura de que tiene cientos de pretendientes, y tú le tienes trayéndote al trabajo en coche, durmiendo contigo y muriendose por un beso tuyo.

-Lis…

-Vale, vale, ya me callo. Oye, por cierto.

-Dime. 

-Yo también estoy viéndome con alguien.

-¿¡Y no me lo has contado!?

-Estabas ocupada con tu 'noviecito'.

-¡No es mi novio! Deja ya el tema y cuéntame el cotilleo.

-Hace ya unas semanas que fuimos al concurso de talentos, y no se si te acuerdas del batería que te dije.

-¿El qué me quitó el sitio a la que salí a fumar?

-Ese mismo, se llama Ander y llevamos viéndonos desde entonces. No es nada serio, pero no soy tan santa como tú. 

Suena un móvil.

El mio.

"Idiota♡"

-¿Es él?

-Si…

-¡Con corazones! Ayara se ha enamorado-  canturrea.

-Callate- descuelgo el teléfono-. Hola.

-Hola guapa. Oye, no voy a podré ir luego a recogerte. He tenido una pequeña discusión con mi madre, me voy a quedar con ella para hablar y aclarar las cosas.

- Okey, no te preocupes. Ya le pediré a Matt que venga a por mí. 

-¿Estás segura? Podría intentar buscar un hueco e intentar ir o…

-Tay, no hace falta, tienes cosas que hacer. Tengo que colgar, hay mucho trabajo en la librería. Adiós. 

-¿Enserio? ¿Estás ocupada? Yo aquí no veo a nadie. ¿Por qué le contestas eso? 

-Me ha cancelado los planes, otra vez.

-¿Está todo bien? ¿Te molesta?

-Claro que me molesta, pero entiendo que tiene mucho que hacer. Tiene la banda, tiene a su hermana y a su madre.

-¿Por qué no hablas con él de esto?

-No somos nada, no puedo pedirle explicaciones- me apoyo en el mostrador-. Además, no quiero que le moleste. No pretendo que me anteponga a mi ante todo.

-Pero te gustaría.

-Se lo que estás haciendo, Lis, no practiques conmigo. 

-No sé de qué estás hablando.

-¿No intentas psicoanalizarme? ¿No estás hablándome como si fuese tu paciente?

-Lo siento…me sale solo.

-¿No podrías estar estudiando otra cosa? ¿Tenía que ser psicologia? Así no puedo contarte siquiera cotilleos, todo lo analizas.

- Prometo no volver a hacerlo.  Bueno, lo voy a intentar.  Sigue contando. 

- No quiero suponerle un problema. 

-Ay, querida. Tú y tus inseguridades… Sé que cuando una persona te hace creer que no eres suficiente, que sobras o que la culpa es tuya,  te duele tanto que se te queda marcado y muchas veces desgraciadamente pasa a formar parte de tu día a día. Pero porque alguien te haya tratado a tí de esa manera no significa que todos lo vayan a hacer así. 

Siempre serás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora