Capitulo 1: El otro yo

2.1K 283 97
                                    


Big Q había despertado nuevamente en una cama vacía, no había nadie a su lado que le recordara el calor que Luzu por sí mismo le hacía sentir. Posó sus manos sobre sus propios labios intentando recordar la sensación que los labios ajenos le habían dejado pero aquello no duraba mucho como si solo hubiera sido un efímero momento en el que pudo encontrar aquella paz, no había aroma que pudiera recrear mucho menos alguien similar para buscar un reemplazó. Big Q soltó un suspiro dejando caer su mano sobre la cama con bastante decepción, odiaba cada mañana en la cual despertaba sin poder ver al castaño, sin poder abrazarlo o sentirse seguro entre sus brazos o de alguna forma, nuevamente como alguien bueno, todo eso era solo por una simple noche.

El frío de la habitación le recordó que debía nuevamente ponerse a trabajar en el proyecto de reconstrucción de Las nevadas, un legado que poco a poco fue olvidado por aquellos sueños extraños que tenía, bueno, al comienzo pensaba que eran sueños, ¿quién no lo haría? Imagina despertar de repente con un chico castaño de buena forma que lo observaba como si fuera la cosa más hermosa que hubiera visto en su vida mientras cálidamente lo abrazaba con alegría drenando cada defensa que tenía y le había costado años construir con tanta facilidad que podría ser perturbador. Bueno, Big Q pensó mucho en eso, solo quiso disfrutar aquello.

Tal fue su gusto por los castaños lo que hizo que cediera tan fácil el primer encuentro cuando aquel chico se disculpó mientras reía ante su reacción, no nego que le molestó pero ni siquiera duro aquel enojo cuando las manos del castaño se posaron en sus mejillas sosteniendo su rostro con firmeza y depositando en aquel entonces el primero de muchos besos. Usualmente Big Q antes de ver a Luzu no soñaba con nada, solo cerraba los ojos y luego los abría, iniciaba su rutina arreglándose, planeando entre otras cosas, su humor se mantenía pésimo, no le agradaba distraerse y menos pensar en… bueno, ya saben quién.

Big Q la primera vez que lo observó y noto que el ambiente era totalmente diferente fue como una gran sopresa, podía ver mejor y por alguna razón su cicatriz en el rostro ya no se encontraba; eso y muchas más cosas fueron lo que le hicieron relajarse como en un sueño. Big Q pensó que había llegado al fondo de la locura en la cual se encontraba conciente de su sueño y podría hacer las cosas que quisiera, no fue hasta que aquel denominado sueño comenzó a conservar y hablar sobre cosas que él no había hecho, sobre gente que jamás había escuchado o visto en su vida pero sobre todo detalles de los sueños pasados. Ningún sueño podría seguir tantos días, ninguna droga podría haberle hecho tal efecto.

En su momento pensó en la posibilidad de que Dream estuviera detrás de los sueños o visiones extrañas que tenía pero no había indicios de que volviera aquel hombre. "¡Por un demonio, realmente me volvió un loquito del centro!" Había pensado enseguida Big Q pero con forme las noches pasaban comenzaba a notar algo peculiar sobre él también y es que una mañana despertó herido de su mano, una herida mal vendada pero sanando bien, aquella mañana inspecciono toda la habitación con la única nota que cambiaría todo. Escrito a un libro se encontraba hecho con su propia letra la razón del porqué daría todo por ir con Luzu. Aquella nota que lo cambio.

'Estoy seguro que tú estás igual de asustado que yo, ese lugar es horrible, tan solo y ese tonto enmascarado que intento algo, no sé qué putas le hiciste wey pero yo tuve que defendernos, carajo, ¿si muero aquí tu mueres o yo muero? No sé si te creerás o a mi, tú entiendes cabron pero tú estás en mi cuerpo y debemos detener esto, no sé en qué mierdas estás metido ni porque pero ayúdame a detener esto.'

Big Q tomo aquel libro entre sus dedos y ese mismo día decidió que debía hacer algo, no detenerlo, no podía hacer algo así por lo que le haría creer a su otro 'yo' que estaba de acuerdo, solo para poder seguir viendo a Luzu y si estaba pasando algo así por alguna razón mística, mágica, profética, lo que fuera, él no debía detenerlo, debía ayudar al universo o quien fuera a llevarlo a dónde se supone que él debería estar aún si tenía que sacrificar a su otro 'yo'. Mentiría si dijera que se sintió mal al saber que solo uno de los dos podría conservar aquella vida, no sintió absolutamente nada.

From Dusk • LuckityWhere stories live. Discover now