Capítulo 22: Ellos

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Big Q había tenido serios problemas cuando Quackity insistentemente quiso seguir retando a un Dios por información, la cuál sin duda no les dió, lo que recibió a cambio fue una pelea contra Coco, una criatura sedienta de sangre que no dudo en atacarlos y bueno, Big Q tuvo que encargarse de lo sucedido defendiendo a su "yo" de Karmaland con lo que traía en ese momento, algo que no resultó tan bien como esperaba en ese momento pero por suerte el Dios frente suyo les tuvo piedad a ambos o solo se divirtió lo suficiente con ellos.

"Dream está dormido" fue lo que le repitió aquel Dios una vez más antes de desaparecer. ¿A qué se refería con eso? ¿Acaso sería una extraña forma de advertirle algo? ¿Sería que estaban solamente ubicando a un posiblemente Dream en la dimensión de Karmaland? ¿Era su Dream? Primeramente, ¿existe un Dream en Karmaland? No estaba seguro de nada de eso, todo era más confuso que antes. Cuando ambos volvieron con Luzu este no dudó dos veces en correr a él, tomarlo entre sus manos y preguntarle qué había sucedido al notar las claras heridas sobre su cuerpo, nada que no pudiera mejorar.

—Un Dios molestó —dijo Big Q en respuesta.

—¿Un Dios? ¿Quackity molestaron a los dioses? —Le preguntó Luzu y Quackity se cruzó de brazos en señal de disgusto.

—No, Lusu no, ellos no querían hablar de nada, no daban algo interesante y simplemente se molestan por todo —dijo Quackity justificándose pero Big Q no le creía nada y Sapo Peta soltó un suspiro.

—Aún hay una última opción, podría comenzar a vigilar a Dream una vez que haga acto de presencia y así poder saber dónde se esconde —explicó Sapo Peta con un tono de decepción en su voz.

Big Q dudo por unos momentos, era una buena idea pero sí Dream se llegaba a enterar de que eso estaba pasando sus planes se irían al demonio y con la confesión fresca de que Quackity tenía una proposición de Dream, no estaba ya tan seguro de aquello. No era una cosa sencilla lo que iba a aceptar pero era necesaria y teniendo en cuenta que Quackity tuviera sus mismas mañas entonces, los iba a traicionar por más amor que profetizará a Luzu.

—Hazlo —le dijo Big Q a Sapo Peta.

—Q, es peligroso —advirtió Luzu con preocupación.

—No te preocupes Luzu, no es tan sencillo matarme —contestó.

Big Q internamente pensó en que Dream tampoco era sencillo de matar y sus preocupaciones revelaron un pensamiento que había dejado aun lado, Karl y Sapnap (posiblemente) en Karmaland.

Oh. Ellos siempre serán un tema aparte, algo diferente a Dream y su pasado. Odiaba aquella sensación de diferencia pero no podía evitarlo. Karl desaparecido, alguien más que seguramente es Sapnap, ambos en un mundo que no recuerdan, sus memorias, ambos expuestos a ser usados o peor aún, ambos podrían morir. Esa última idea no le agrado para nada. ¿Qué pasaría si ellos morían en Karmaland? ¿Podrían sus almas regresar? Peor aún, ¿podrían ellos siquiera volver a casa? Aquella ciudad vacía esperando por nadie, sus vidas que construyeron, su futuro. Nada de eso ya importaría, si ellos murieran simplemente desaparecerían, quizá los buscarían sin respuesta alguna sobre ellos. ¿Alguien lo buscaría? ¿Foolish podría seguir esperando su regreso? ¿Y los demás? Wilbur. No.

Bien. Podría ser bueno que murieran pero no le gustaba la idea, nunca lo haría. Ellos. Luzu. No podía hacerle algo así, él no iba a soltar a Luzu y si ellos tenían que morir en algún momento para que él cumpliera su objetivo entonces... Él tomaría una decisión. Mucha información y poco tiempo en el cual pensar las cosas, debían actuar, hablar con los demás y romper de una vez por todas todo este problema que se había creado con su llegada, por su amor. No hacía falta pensarlo demasiado, no hizo todo eso por nada.

—La decisión está tomada Quackity, debes aceptarla —dijo Sapo Peta sacando de su pequeño trance a Big Q.

—Pero Sapo Peta-

Su mirada se dirigió a su "yo" de Karmaland, aquel chico que se quejaba siendo calmado por las otras dos personas a su lado, su corazón se volvió agrio de un momento a otro, su mente pensó en ellos nuevamente y sus manos formaron puños con fuerza de ver una falsa imagen de ellos. Dream. Ellos. Que gran problema. Tomó un respiro para relajarse de aquellas ideas. Ya no pertenecía a ese mundo. Ya no importaban. Debía dejarlos solos, abandonarlos y seguir con su vida en paz.

Ellos importan.

Luzu tomo su mano en cuanto Quackity se fue enojado porque no quería aquella idea, un niño haciendo berrinche y Sapo Peta en algún momento fue tras aquel tipo berrinchudo que posiblemente se convierta en un traidor, estaba divagando demasiado por su simple mención o la idea de verse frente a frente, una total estupidez para su sinceridad pero era una que le seguía importando.

—¿Todo bien? —Preguntó Luzu y Big Q no sabía qué responder.

Aquel silencio le dio una respuesta al castaño que sostenía su mano con preocupación, Luzu solo posó sus labios sobre la mejilla de Big Q, dando un beso casto que aceleró el corazón del ex dueño del casino con la clara intención de hacerlo sentir mejor. Big Q volteo para observar aquellos ojos carmesí que reflejaban un amor sincero para él, alguien que pasaría su vida con él. Una vida de casados, amantes, amigos y más.

—Ahora todo está bien —respondió por aquel gesto.

No se había equivocado para nada en elegirlo como su amor eterno, su corazón no sería roto con él.

—Hay que hablar con los demás sobre lo sucedido, no hay mucha información pero podemos empezar con algo Luzu.

—¿Crees que esto esté por acabar?

—No lo sé pero Dream no es el único que me preocupa en estos momentos.

—¿Qué te preocupa, Q? yo puedo ayudar en lo que sea necesario para tu vida y tu felicidad.

Big Q dudó.

—Solo tu seguridad —dijo el ex dueño del casino.

¿Cómo podría? No ellos.

—No te preocupes por mí, Q. Soy alguien fuerte —dijo Luzu sonriendo y Big Q no pudo verlo a los ojos.

Era una persona horrible.

From Dusk • LuckityWhere stories live. Discover now