Capitulo 30

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Es interesante como suceden las cosas, como distintas situaciones se van presentando en nuestro camino, unas que desencadenan aun mas momentos, aun mas prospectos que nos resultan envolviendo en una circunstancia que ni nosotros mismos sabemos como llegamos hasta ahí.

Debo decir que siempre me gusto ser espectadora en esas ocasiones donde los puños salían a volar, donde debía estar sin parpadear para no poder ni el mas mínimo detalle de lo que estaba aconteciendo.

Esa situación a la cual me refiero, donde disfrutaba no siendo participe, tal ves la extrañe un poco, quizás pensé que no vendría ocurriendo en este entonces; puesto que todos somos maduros y sabemos controlar nuestros impulsos.

Dejando eso claro, quiero anunciar que nada de lo que pensé será realidad, menos cuando gracias a los hilos que va moviendo la Diosa Luna a su antojo, ahora hago parte de una familia de locos.

Mis reflejos se ven obligados a actuar cuando veo como una chancla vuela en mi dirección, causando que deba agacharme para de esa forma que esta impacte contra una de las cajas que trajeron hace tan solo una hora.

Espero que no sea la de los tarros de cristal o juro que mato a quien se encuentre en mi camino.

Mi mirada se dirige al par de orangutanes que se comienzan a lanzar puños uno a uno, causando que ambos los esquiven con gran valentía mientras una chiquilla de pelo negro largo no para de gritarle a los dos para que se detengan.

En una esquina del bello local que compre, alcanzo a visualizar a una pequeña Holly, quien se encuentra resguardada o tal ves acorralada por Dorian, dos personajes que me causan intriga en estos momentos por la forma en como quizás estén aprovechando el momento, o de pronto si se ven envueltos en los sucesos de este momento.

- Asher déjalo, o te juro que le cuanto a Amanda cada cosa vergonzosa que se de ti - acusa Lia en cuanto ve como su hermano tiene a su acompañante contra la pared.

Quisiera decir que esta bella situación tiene una grandiosa explicación, una que nos da a entender porque mi mate de un momento a otro a decidido empezar a golpear a quien vino con Lia al local para ayudarme con la organización, lastimosamente no poseo una razón para todo esto.

En mi mente transcurría una bella tarde para el día de hoy, una donde al menos la mitad del local tendría algo organizado, pensé que estas personas que han venido a darme su ayuda servirían para algo, pero ahora comprendo que solo ayudan a que mis nervios estén a punto de dispararse al pensar que con un mal movimiento, lo que he comprado con lo ahorrado en mi antiguo trabajo, se hará completamente trizas.

- ella ya sabe todo de mi, hasta lo que no quiero que sepa - contesta mi mate causando que gire a verlo con una ceja alzada, causando que este al conectar su mirada con la mía muestre una sonrisa nerviosa - hermosa, ya sabes a lo que me refiero...

" no" le contesto por nuestro vinculo, al tiempo en que cruzo mis brazos.

" no me hagas decirlo preciosa" contesta cambiando un poco su semblante, algo un poco mas tierno, pero aun así no me dejo dominar por su ternura.

" habla" espeto mostrando totalmente mi autoridad, una que agradezco tener debido a mis mas años de experiencia que el futuro Alpha.

Unos segundos pasan en los que no escucho su respuesta en mi mente, mientras que sus expresiones faciales cambian de miles de maneras en el menor tiempo posible.

" hermosa... me refiero a cuando me ayudabas a ocultarme de mis padres porque... porque me orinaba en la cama de pequeño"

Escuchar aquellas palabras me hace sentir un cierto gramo de ternura en relacion con mi mate, pero aun así no controlo la sonrisa de diversión por aquellos momentos, y lo que le están causando al futuro Alpha recordarlos en estos momentos; algo totalmente notorio por la forma en como su rostro se pone colorado.

Tu AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora