Capitulo 34

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Nunca pensé que los castigos podrían ser verdaderamente satisfactorios. Nunca considere que ser quien se encuentra al mando puede traer incontables beneficios, unos que llevan a mi imaginación a volar de diferentes maneras con respecto a nuestro objetivo en la mira, uno que no se encuentra ni un poco a gusto con la situación; o al menos eso es lo que finge.

Me gustan los tacones, me encanta el efecto que causan en mi figura, es por ello que desde pequeña me familiarice con estos, pero hoy mas que nunca debo agradecerles por la visión que causan en mi cuerpo, mucho mas cuando se complementan con mi ropa interior de encaje, que se encuentra a juego con el color rojo de mis zapatos.

Debo decir que le agradezco internamente a Sophia, sin importar que pueda estar haciendo en estos momentos, ya que ella me brindo cierta ayuda al buscar lo que traigo puesto en estos momentos.

Teniendo todo esto en claro; con una sonrisa en mi rostro me voy desplazando por la parte inicial de la habitación, mostrando una pose regia mientras llevo la Nutella en mis manos, junto con las fresas que crearan una buena combinación para romper todo el autocontrol del futuro Alpha.

- hermosa, no hagas esto - escucho las palabras que pronuncia Asher mientras sus muñecas y tobillos intentan liberarse de las esposas que lo retienen a la cama.

La historia de como conseguí esas esposas es bastante interesante, pero no tanto como la forma en que embobe a mi mate hasta tal punto de no darse siquiera cuenta de los planes que traía en mi mente.

Dicen que los Alphas bajan la guardia cuando de sus Lunas se trata, bueno, debo admitir que este ejemplar de futuro Alpha es un muy adecuado ejemplo de esta creencia.

- ¿hacer que?, tan solo voy a darle una pequeña lección a mi hombre - suelto en un tono de voz seductor, uno que provoca cierto cambio en la tonalidad de los ojos de Asher, pero no lo suficiente, manteniendo ese aura precavido por lo que estoy a punto de hacer.

- Amanda, no lo hagas, sabes que saldrás perdiendo - suelto una pequeña risa.

- interesante palabras, mucho mas cuando quien las dice se encuentra esposado a una cama - espeto con una sonrisa en todo mi rostro.

Con suma delicadeza dejo la bandeja con las cosas que traje sobre una de las mesitas de noche de la habitación, para así dirigirme a mi mate de tal manera que mis caderas consigan balancearse de un lado a otro, casi que igual que como mis pechos lo hacen.

No hace falta decir que dicha acción consigue que Asher gruña al posar su vista en todo mi cuerpo.

Debo admitir que recibir esa mirada me hace sentir casi tan excitada como me siento poderosa en estos momentos, pero por mas que sienta lo primero, en estos momentos no debo dejar que esas sensaciones me dominen, no ahora por lo menos.

Mi cuerpo llega justo al borde de la cama, para así comenzar a subirme sobre esta, de una forma en que mis rodillas se encuentren lado a lado del pecho del futuro Alpha.

Mis manos se posan sobre el pecho desnudo de mi hombre, para de esta manera comenzar a pasar una suave caricia proporcionada por la yema de mis dedos a cada uno de sus pectorales.

- Amanda, no entiendo que es lo que estas haciendo, pero recuerda que en algún momento me tendrás que soltar y quien hará cosas con el cuerpo del otro seré yo.

No me dejo guiar por su nueva advertencia, menos cuando mis dedos comienzan a rozar sus tetillas, procurando que esta ves lo que sienta sean mis uñas.

- Mi querido futuro Alpha, usted será soltado, pero eso solo ocurrirá cuando se disculpe por ocultarle información a su mujer - espeto un segundo antes de que mi boca llegue a ese sitio que mis uñas han estado repasando.

Tu AlphaWhere stories live. Discover now