Capitulo 32

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Dicen que los seres sobrenaturales, la raza de los licántropos para ser mas especifica, somos un cuanto temperamentales, no controlamos casi nuestras acciones, menos cuando se trata de algo referente a nuestro mate.

Siempre pensé que esta situación se trataba mas que nada con los Alpha, ya que básicamente no poseen algo que los frene de matar algún ser vivo; bueno, en el día de hoy debo decir que me he dado cuenta que aquella clase no son los únicos que se les dificulta mantener en control su temperamento.

No puedo contener esta ira, el enojo que surge en mi cuerpo y no he podido controlar, ni siquiera con la golpiza que le pegue a esa maldita por tocar lo mío.

Mi loba y yo nos encontramos a nada de romper cuellos, de patear cualquier cosa, y lo que me enfurece mas es encontrarme en tal estado mientras mi mate no puede evitar sonreír debido a las reacciones que esta teniendo mi cuerpo en este momento.

Veo como Asher abre la puerta de la casa para de esa manera entrar por esta como alma que lleva el diablo.

No distingo nada, tan solo quiero volver nuevamente a donde deje a quien con total atrevimiento toco algo que no le pertenecía.

Pronto el sonido de la puerta cerrándose se hace escuchar, necesitando nada mas que eso para soltar lo que traigo atorado en la garganta desde que el Futuro Alpha me impidió darle una remodelación facial a la fulana atrevida.

- ¡la maldita te toco una nalga! - espeto con la furia notándose en mi voz.

Mi atención se encuentra a la pared del frente, una en la cual un espejo reposa, permitiéndome en estos momentos ver como mi mate da dos grandes pasos que resuenan en la casa, y así de esta manera llegar justo detrás mío para ubicar sus dos manos en mi cintura, consiguiendo que en un movimiento rápido pueda girar todo mi cuerpo para así dejarme con mi rostro a centímetros del suyo.

En cuestión de segundos, al tener Asher dominio sobre mi cuerpo, no se le dificulta ni un poco hacer que mi espalda se estrelle contra la pared para de esa forma dejarme inmovilizada entre su delicioso cuerpo, y el muro de concreto en mi parte trasera.

Veo como las manos de mi mate comienza a subir hasta llegar en contacto con la piel de mis mejillas, y aunque me encanta tener cualquier parte del futuro Alpha en unión con mi cuerpo, en esta ocasión mis celos no me permiten disfrutarlo. Es por aquella razón que no permito que continúe con sus sucias intenciones de distracción, al manotear mis manos con las suyas.

- no me toques, estoy segura que si lo haces te doy una patada en los huevos - suelto sin contemplaciones.

Asher se queda quieto por tan solo un momento, uno donde me distrae tan solo algunos segundos, solo los necesarios para que sus manos vuelvan a mi cintura y de esa forma pueda alzar mi cuerpo, llevando a que mis piernas en un movimiento casi que automático, rodeen su torso.

- hermosa, yo la aparte - espeta Asher dejando escuchar un tono que debilita tanto a mi loba como a mi.

Momentos de raciocinio llegan a mi, unos donde tal ves no sea culpa de mi hombre ser tan bueno.

Esto es culpa de la Diosa Luna.

- aun así, toco lo que es mío - respondo mientras mis manos llegan a su nuca, para de esa forma enredar mis dedos entre su cabello - porque eres mío Asher, Mio.

Aquella confesión, esa que suelto sin ninguna duda, con total autoridad; eso es mas que necesario para que el futuro Alpha muestre una sonrisa, una que en cuanto su pelvis realiza un movimiento duro hacia delante, permitiendo que nuestras entrepiernas entren en contacto por sobre la ropa, despierta una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

Tu AlphaWhere stories live. Discover now