Capítulo 12: Deseos y ensoñaciones

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Nota de autor en comentarios.
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La conclusión lógica al despertar con resaca y tener que ir al trabajo era que Willy tendría un mal día, pero no se podía permitir estar en casa con sus ahorros inexistentes, y sobretodo cuando su exesposo trataba de invadir su hogar cada mañana. Staxx y él habían tenido una discusión sobre su divorcio una vez más después de que el pelinegro admitiera comenzar una relación extramarital antes de su separación. Si Willy se salía con la suya sería la última pelea que tendría con él, Staxx no tenía otra copia de la llave de su casa y por ahora era suficiente, pero deseaba no verlo nunca más y en un año por fin podría restringirle acceso legalmente a su hogar, cuando Quackity fuera mayor de edad. Había muchas cosas que podía decirle a su ex luego de esa pelea, pero claramente estaba jodido con o sin las opiniones de Willy al respecto, así que como había aprendido tras su matrimonio, tenía que mantener su posición ante la neurosis e inconsistencia del otro y cortar contacto si quería mantener la calma cuando inevitablemente tuviera que confrontarlo una vez más.

Preparó sus cosas mientras la radio de la cocina emitía las noticias mañaneras, y en la sección de economía Willy tuvo mucho cuidado de no cortarse mientras secciona a el pan cuando mencionaron los nuevos trabajos que industrias Mago Merlon traía entre manos.

{Sorprendente desarrollo para el comercio si Mago Merlon consigue firmar los derechos de exportación hacia Las Nevadas, la monopolización del transporte a "la capital del entretenimiento del mundo" podría ser fundamental para el crecimiento nacional, el Karmaliense y parte de la junta directiva Lolito Fernández apuntó en la última prueba de ..}

Lolito Fernández.

De toda la basura en la ciudad Staxx tenía que acabar su matrimonio por ese hijo de puta. Esa tarde el pelinegro le había tratado de engatusar con la triste historia de su cortejo con el político, de sus regalos y sus mentiras, como si algo de eso importara tantos años después, cuando ambos habían pasado página y su relación era meramente transaccional para cuidar a su hijo (si es que Staxx recordaba que tenía dos hijos en el mes). No, no le dolió el motivo, Willy sabía que entre un borracho y un desgraciado con dinero su ex sería un estúpido si no consideraba a Lolito como la mejor opción en ese momento; le dolió la forma en la que seguía tratando de convencerle para pedir a Quackity su contraseña, hablando horriblemente del padre de su otro hijo, Willy se preguntaba si no habría tenido una conversación similar con el desgraciado alguna vez, pero en relación a él como padre, como hombre o como persona.

Le daba igual que había escondido en la computadora del niño, sentía que desconocía a Staxx en ese momento. Le gritó hasta echarlo de la casa y estrelló su celular contra el pavimento para que no pudiera contactar con su hijo; bien sabía Willy que su ex sólo tenía el mínimo conocimiento sobre Quackity: no recordaba su tipo de sangre, sus gustos o miedos, no se acordaba de sus cumpleaños y mucho menos se sabía su número telefónico. Le tomaría un tiempo poder comunicarse con el menor.

Se pasó la mano por la cara de arriba a abajo, tratando de quitarse la tensión que se había acumulado pensando en que cada vez su vida tenía menos sentido, la rutina y su hijo, era lo único que mantenía a Willy en la ciudad.

Quería volver atrás el tiempo, a esa ciudad pequeña que había sido esta urbe, correr al cine con sus amigos los domingos, bañarse en la fuente en verano, recoger nieve en invierno. Días simples, felices. De camino al taller revisó nuevamente esa granja que estaba de remate como a una hora de la ciudad, quizá su pensión y un préstamo serían suficientes, irse allí se le hacía cada vez más apetecible.
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La mañana siguiente al incidente con los gatos Rubius y Vegetta lo tomaron para acomodar sus horarios en la empresa, planeado y reservando cosas para cuando volvieran en una semana. Titi había sido afortunado y no se le había cerrado la garganta durante la crisis alérgica o en la noche mientras Quackity lo vigilaba, pero ahora tenía sarpullido en las manos, brazos y un poco en los tobillos, así como en el ojo que se había sobado, Quackity cuidaba que no se rascara y le aplicaba el ungüento que le habían recetado. Según internet no había problema con que mantuviera su rutina normal, pero Quackity lo había dejado estar en cama viendo caricaturas hasta que se dió cuenta que sería más efectivo distraerlo para que no pensara en la comezón.

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⏰ Terakhir diperbarui: Oct 15, 2022 ⏰

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Titánica Labor (Titi y Quacks)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang