10: La desesperación del lobo

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Cuando llegamos, nos vimos rodeados de unos treinta cazadores en distintos estratos de evolución, pero en cuestión de segundos triplicaron su número. 

Habían entendido que ese era el punto de reunión y regresaban al lado de su líder. Todos ensangrentados, envueltos en ese olor a muerte y desdicha, ahogados en el éxtasis que les provocaba ese festín sangriento.

Sus miradas me atravesaban, jadeaban ansiosos a la espera de una orden de ataque. Unos cuantos se acercaron, sonrientes y con los ojos desmesuradamente abiertos. Al primer paso de estos, Namjoon  me envolvió en sus brazos clavando las manos como garras en mi espalda y cintura, casi lastimándome.

—Nam, tranquilo—pedí al ver su rostro tenso y sentir como temblaba.

— ¡Pero que tierno! ¡El cachorrito Namjoon regresó con su adorable y querido hámster come verduras! ¿No es maravilloso? — preguntó JJ extendiendo los brazos y riéndose de forma burlona—.Oh vamos, sabemos que en el fondo, para ti también, él solamente es una presa que debe madurar hasta alcanzar su máximo sabor.

Dio un salto llegando hasta nosotros y apartándome de Namjoon sin problema alguno, empujándolo. Cuando intentó levantarse, un cazador le sujetó con una mano por el cuello y otra en la espalda.

Tenía a JJ sujetando mis manos con una sola. Me lanzó hacia uno de sus amigos.

— ¿Y que sigue, JungKook ?

El hombre que me sujetaba era incluso más fuerte que Namjoon. Uno de sus brazos rodeó mi cintura, apresándome contra su cuerpo mientras el otro exponía mi cuello.

—Deliciosos. No sé cómo Namjoon pudo tenerte a su lado y no marcarte. Tu arome es exquisito. Vamos, ¿por qué no me cuentas las cosas que te hizo Namjoon? —Preguntó repasando la nariz por mi cuello.

— ¡Jin! —gruñó desesperado, forcejeando para soltarse.

—Namjoon, cálmate—dijo Hoseok—. Si pierdes el control, también perderás a Jin.

Un bufido abandonó sus labios mientras sus manos se crispaban como garras mientras sus ojos  se tornaban fríos y ausentes, como los de un verdadero depredador. JJ se dio cuenta, y claramente iba a usarlo a su favor.

—Vamos, JungKook. Danos una clase sobre cómo se debe de tratar a un platillo tan especial como un omega herbívoro. Has debido probar muchos, ¿no? —invitó.

El tal JungKook dejó un beso en mi cuello antes de empezar. Me tocaba sin reserva alguna, pasando la mano libre por debajo de mi ropa y repasando mi cuerpo sin vergüenza alguna, como si fuese suyo.

Todo en él era diferente a Namjoon. Si bien Namjoon insistía con el asunto de tener familia, yo sabía que él no me tocaría si yo no estaba de acuerdo, Namjoon me miraba con profundo amor mientras que para el resto de los carnívoros yo solamente era un buen corte de carne.

—Le haces creer que estás enamorado, y como los lindos herbívoros son tan sensibles e imbéciles, te creerán. ¡Entonces viene lo mejor! Su cuerpo te elige y sabes que es hora de reclamar tu premio. Así, cuando están románticamente juntos y desnudos en la noche, llega el momento de copular.

Me giró y sujeto por las muñecas, empujándome contra una de las paredes que conformaba el callejón. Primero una de sus rodillas se interpuso entre las mías y luego la otra. Tomándome por la cintura, me levanto y sentí su cadera contra mi pelvis.

Continuó con su monologo mientras los cazadores lo veían, sonrientes. Sujetando mis muñecas a ambos lados de mi cabeza, empezó a lamer mi cuello. Me removí en vano en un intento de apartarlo, la diferencia de fuerzas era más que evidente.

A pesar de mi situación, me preocupa más Nam. No tardaría en perder la compostura y al mismo tiempo, Hoseok intentaba guardar la calma para equilibrar tanto a Namjoon como a Yoongi.

— ¿Lo imaginan? Esa adorable presa temblando y mostrando su exquisita desnudez, listo para concebir. Te acercas a él y lentamente, casi con delicadeza, como si lo "amaras", tomas su virginidad. Sientes como su cuerpo se estremece con cada beso, con cada susurro, cada caricia hasta que finalmente te pide que lo marques. Es aquí cuando le dices que lo harás en cuanto se acoplen y en el momento que sucede, cuando llegas al clímax y anudas al pequeño omega pegándolo a tu cuerpo, él se deleita con esa sensación. Ese es el momento que debes morderlo... y disfrutar de tu cena, porque no pueden escapar mientras su cuerpo esta ocupado concibiendo y el celo les quita casi todas sus fuerzas.

JJ empezó a reírse mirando a Yoongi.

—Fue así como tomé a un adorable gatito. Lástima que yo solo quería jugar y él creyó que quería algo más. Se me hace raro que pudieses concebir para ese herbívoro, considerando que te dejé al borde de la muerte y con viseras destrozadas.

Ya no era solo Yoongi quien gruñía, si no también Hoseok

— ¡Tenemos un omega herbívoro! ¡Vamos a divertirnos con él!

Mis esfuerzos por escapar solamente agotaban mis energías y eso a Jungkook parecía divertirle. Era como un gato jugando con el ratón, haciéndole creer que puede escapar, casándolo y luego de ver como pelea por su vida devorándolo.

— ¡No se atrevan a tocar a Jin!

El tono en Namjoon había cambiado, acercándose a como me llamó el día en que creyó que me había perdido en el bosque. Era la voz de los alfa, algo parecido a un rugido que anunciaba una pelea por el poder. Casi todos los cazadores dieron un pie atrás, incluido Jungkoon que por un segundo aflojó su agarre y pude zafarme de él. Quiso ir tras de mí, pero JJ lo apartó con una mano.

La expresión en el rostro de Namjoon cambió cuando vio que estaba libre y que ningún carnívoro se atrevería a acercarse, o al menos mientras JJ no diera la orden. Incluso él había flaqueado frente a la voz de Namjoon

— ¡Jin! — llamó extendiendo los brazos hacia mí, ofreciéndome ese eterno y cálido refugio entre ellos.

Cuando me hallaba a menos de tres metros de él, JJ apareció detrás de mí, clavando las manos contra la piel de mis hombros y lastimándome al punto que creí que me desarticularía como a una muñeca. Mi espalda golpeó contra su pecho y sus brazos sujetaron mis muñecas, llevando una hacia sus labios.

Vi el auténtico terror en los ojos de Namjoon.

—Namjoon, ¿cuándo enteras que esta especie solamente nos sirve para una cosa? ¡Placer! ¡Placer y más placer! ¡Es la selección natural! Ellos son débiles, ellos no merecen vivir en este mundo más que para servirnos. Están al borde de la extinción y tú como sobreviviente de los lobos siberianos, deberías de estar de nuestro lado. Solo imagínalo, puedes tener cachorros y restaurar tu clan con un omega carnívoro y no este plato de comida.

—Deja a Jin...—la voz le temblaba, estaba perdiendo la pelea y estaba dejando de lado su orgullo para exponer su temor más grande: perderme.

— ¿Tanto quieres a este maldito herbívoro que eres capaz de mostrar un rostro tan patético por él? No es natural de ti, Kim Namjoon.

—Él es mi familia. Jin lo es todo para mí. Esto va más allá del hecho de que seamos de una especie o una división. Me quieres a mí, ¿no? Realmente no me importa lo que pueda suceder conmigo, pero quiero a Seokjin fuera de todo esto.

JJ le miró sorprendido y a la vez expectante.

—Perfecto—dijo riéndose—. Te lo devuelvo entonces, ¡pero con un extra especial!

En cuestión de segundos vi a Namjoon, Hoseok y Yoongi mirarme preocupados y estirándose en un intento vano de evitar lo que sucedía.

Los colmillos largos y filosos de JJ se clavaron en mi muñeca, desgarrando mi piel, perforando las estructuras debajo de esta y llegando sin problema a dañar la arteria por la cual mi sangre escapó a borbotones que coincidían con mi pulso en cuanto él se apartó.

—Exquisito...—dijo relamiéndose y empujándome hacia Namjoon— ¡Todo tuyo!

—¡Escapa, Jin! — gruñó Hoseok  al momento en el que Namjoon me recibió en sus brazos.

No, ese no era Namjoon.

JJ había encontrado algo más entretenido que comerme y eso era ver como Nam podía ceder a sus impulsos y destrozarme.

Hunter (Omegaverse/adaptación Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora