17: El tesoro del lobo

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Cuando escuché lo que Tae dijo, abandoné la cama de un salto para buscar algo medianamente decente entre la ropa que nos había proporcionado.

Aún me sentía algo mareado y debía esperar a que el supresor hiciera efecto. Si salía, corría el riesgo de que los alfas herbívoros lo sintieran y empezaran a molestar. Eso no me preocupaba, si no el echo de que mi esposo fuera un carnívoro que ya había demostrado hasta donde podía llegar si creía que yo estaba en peligro.

Tae se despidió desde la puerta dándole algunas indicaciones a Namjoon. Una vez libre, cerró la puerta y se apresuró a servir en un plato un poco del arroz salteado que hacía un rato dejó a la espera de ser comido. 

Se sentó a mi lado de la cama mientras amarraba los cordones de mis zapatos.

—Come un poco, Seokjin. No comiste nada desde ayer.

—Namjoon, no tenemos tiempo.

—No dejaré que mi esposo abandone esta habitación con el estomagó vacío— dijo cargando una cuchara con el arroz y acercándola a mis labios.

 —Solo tres cucharada.

—Ocho.

—Dos.

—Cinco. 

—Hecho— acepté abriendo los labios y recibiendo la primera cucharada.

"¿Que tal Jinnie? ¿Tu esposo sabe cocinar?"

—¿Esta rico?

—Delicioso — pronuncié al terminar de masticar. Algo como eso provocó que él se quedara mirándome por varios segundos, sorprendido.

Me apresuré a quitarle el plato de las manos.

—No pensaras ir en pijama, ¿no? Vístete.

Salió de su ensimismamiento y buscó entre la ropa. Sin pudor alguno, se quitó el pantalón del pijama quedando desnudo y descaradamente se tomó un buen rato para vestirse, paseándose innecesariamente por la habitación.

—¡Namjoon! ¡Ya vístete!

—Jinnnie pervertido, no me mires— dijo llevando una mano hacia su pecho y tomando una actitud dramática, fingiendo un recato que no tenía.

—¿Por que querría yo mirarte?

—No lo sé, tu eres el pervertido. 

Contesté lanzándole una almohada. Él dejó que golpeara contra su torso, siéndose.

—¡Te dejaré si no te apresuras!— amenacé levantándome y dejando el plato vacío sobre el buró, dirigiéndome a la puerta—. iré solo y me expondré a muchos feos alfas herbívoros que sentirán el olor de mi celo y...

En el momento en que apoyé la mano sobre el pomo de la puerta, él apareció a mi lado, sonriente y elegante como siempre, acomodando su cabello.

—¿Nos vamos?

                                                                       *****

Cuando llegamos al precario hospital, fuimos recibidos por Hoseok y Yoongi. Lo ojos de Yoongi se veían extraños, era como si hubiese llorado.

—¡Se tardaron demasiado!—gruñó sin mirarnos, entre enfadado y frustrado.

Hoseok nos miraba como si pidiera que lo entendiéramos, él tenía una manera de llevar las cosas un poco diferente. Señaló con la cabeza el fondo del pasillo y avanzó por este llevándonos hacia la habitación de Kidoh.

Hunter (Omegaverse/adaptación Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora