Sk8er boy 4

118 18 47
                                    

¿Le gustaba Agoney? ¿Cómo se supone que se sabía algo así? ¿Cómo lo iba a saber él? Además, tampoco es que lo conociera desde hacía tanto tiempo. Que sí, que hablan todos los días, pero se acaban de conocer. Era imposible. Sería la ilusión de conocer a una persona con la que conectar tanto. Sentirse comprendido y escuchado lo estaba haciendo feliz. Sin embargo, algo dentro de él decía que había algo más.

Esa tarde habían quedado en casa el rubio, pues después del incidente de hace unos días, Raoul había preferido alejarse de los skates, al menos de momento.

Eran las cuatro de la tarde y Agoney estaría al caer, todavía tenía que recoger su habitación y adecentarse el pelo lo cual lo hacía estar un tanto histérico.

Tuvo el tiempo justo de hacerlo, ya que al sentarse en la cama el timbre sonó. Bajó corriendo a la puerta de la entrada y justo antes de tocar el pomo de la puerta para abrir, se dio cuenta de que tal vez había ido demasiado rápido. Así que bajó la mano y contó hasta diez. Ahora sí, tomó aire y abrió.

-Hola- saludó Agoney. Iba vestido con unos jeans rotos y una camiseta ancha de Pink Floyd.

-Hola, pasa- invitó el más bajo.- Espero que te haya sido fácil llegar- apuntó un tanto incómodo por tener a Agoney dentro de su casa, observándolo todo.

-Dentro no, pero estuve aquí más veces, ¿recuerdas?- sonrió.

-Claro, cierto- rió angustiado. ¿Por qué había dicho eso? Claro que recordaba que lo había acompañado en dos ocasiones a su casa. Estaba súper nervioso.

Iban avanzando sin rumbo fijo hacia el centro de la sala, cuando por la ventana, Agoney vislumbró la piscina en el jardín.

-¡Ah, tienes una piscina en casa!

-Um, sí, no es gran cosa, pero bueno.

Suspiró mientras avanzaba al lado del canario hacia la ventana corredera del salón.

-¡Qué dices! Si está genial- admitió el moreno admirándola.

Raoul, algo tímido, viendo la luz que desprendían los ojos de Agoney de las ganas que tenía de lanzarse al agua, propuso;

-Podemos darnos un baño, si te apetece.

-Me encantaría, pero no tengo bañador, rubiales- rió.

-Te puedo prestar uno mío.

-¿Enserio?- sonrió ilusionado, lo que provocó en Raoul una sonrisa aún más grande.

-Sí, claro. Ven, vamos a mi habitación.

En un momento se encontraban en la habitación del rubio. Agoney sentado en la cama y Raoul de rodillas frente al armario, intentando encontrar un bañador que le quedara bien a su amigo. Lo que, tras unos minutos rebuscando, consiguió. 

-Igual te queda un poco más corto de lo normal, pero creo que te servirá.

-Claro, se me olvidaba que eras un enanito- dijo al tiempo que se levantaba para alcanzar la prenda de ropa que le tendía Raoul.

-Imbécil- Agoney rió- Entra en ese baño y cámbiate antes de que me arrepienta.

-Dicho y hecho, señor agente.

Al rato, ambos se encontraban frente a la piscina. Raoul con un bañador azul claro y Agoney vestía uno de estampado de patitos.

-Me tenías que dar a mi el de patitos, ¿no?- Raoul rió- Claro, no sé cómo a veces se me puede olvidar que te gusta tanto reírte de mí.

-No me río de ti, me río de tu ingenuidad.

Agoney lo miró a los ojos y en ese preciso momento juró que su amigo tenía la sonrisa más bonita que jamás había visto. Lo que lo hizo sonreír también y ambos se sonrieron hasta con los ojos.

Solo y hasta que el tinerfeño decidió empujar al rubio como revancha, haciéndolo caer al agua.

-¡Puto mamón! ¿Eres imbécil?- Agoney no paraba de reír, a lo que Raoul intentó salpicarlo con todas sus fuerzas, acabando esto en un intento fallido y con el moren tirado en el suelo carcajeándose- No te vuelvo a invitar a mi casa.

-Eso no te lo crees ni tú, rubiales- dijo mientras se incorporaba. Para luego saltar de cabeza al agua, llegando a la altura del más bajo.

-Eres un imbécil.

-Y tú un gilipollas.

-Wow, si me adoras- demandó el rubio.

-Ni lo más mínimo- repuso el más alto, a la vez que deslizaba sus manos por las caderas contrarias. A lo que Raoul respondió apoyando sus brazos alrededor de su cuello.

-Era mentira lo de que no te invitaría de nuevo- susurró retractándose el rubio, tímido. Puesto que la distancia que los separaba era escasa y, en cierto modo, temía romper la burbuja en la que se habían sumergido.

-Ya lo sabía.

-Era para asegurarme, mamón- rió.

Agoney rió también, sin embargo, se echó hacia atrás soltando poco a poco la cintura de Raoul.

-Venga, va, échame una carrera- dijo en un tono de voz más alto, comenzando a nadar en dirección contraria al rubio- ¿O eres un puto lento?

Raoul, un poco en shock por lo que acababa de suceder, no se dejó amedrentar por sus inseguridades.

-¡No tienes ni idea, tío!

Y así siguió la tarde, con ambos de un lado al otro de la piscina entre peleas en el agua. Ninguno quería irse de ese momento y así fue que lo alargaron tanto que tuvieron que salir casi a la fuerza si no querían coger una hipotermia.

Por lo que después de que ambos se dieran una ducha de agua caliente. Agoney se fue a su casa, no sin antes despedirse.

-Gracias por invitarme, me lo he pasado genial- sonrió.

-No me las des, yo también he disfrutado un montón hoy.

-Claro, es que te encanta mi compañía- dijo dándole un golpe suave con su puño en el hombro derecho del contrario.

-No te lo creas tanto, imbécil.

-Ni tú tampoco, rubiales- Raoul sonrió, lo que hizo que Agoney sonriera de vuelta- Nos vemos, entonces.

-Nos vemos- respondió Raoul, con lo que Agoney se giró para dirigirse a su casa. Avanzó unos pasos y cuando estaba al borde de salir a la calle, giró. Cosa que sorprendió a Raoul.

-¿Te has olvidado algo?- preguntó curioso.

-Sí- contestó el más alto y acto seguido lo abrazó.

Así quedaron unos instantes hasta que el moreno se separó y tras un breve despido casi incomprensible por la rapidez de su habla salió corriendo. Dejando a un Raoul colorado, sonriente y feliz. Muy, pero que muy feliz.


********************************************

¡Pues aquí tenéis otra más!

No sabéis la ilu que me hace que os guste tanto💖

Espero de todo corazón estar a la altura de lo que esperáis cuando abrís un a nueva parte de estos dos.

Un bicazo💞

ragoney headcanons✨Where stories live. Discover now