sk8er boy 6

92 17 20
                                    

-Vale, ¿recuerdas lo de la última vez o repasamos?- preguntó Agoney mientras dejaba su skate en el suelo, delante del rubio.

No se habían vuelto a ver desde que pasaron la tarde juntos en la habitación del rubio, donde casi se besan. ¡Casi se besan! Raoul seguía sin creérselo. No tenía sentido. ¿Se lo habría imaginado? No, imposible, Agoney le había mirado los labios. Sabía lo que había visto, ¿no?

Bueno, el caso es que después de un primer momento inicial donde habían pasado unos días sin hablarse, el moreno había roto el hielo mensajeando a Raoul como si nada hubiera pasado, y así, en ese pacto de silencio, decidieron no hablar de lo que había pasado y actuar de la misma forma.

-Mejor repasamos, no vaya a ser- río tímido el más bajo.

-Vale, venga, que esta vez no te suelto- y así empezaron a recordar cómo mantener el equilibrio y a impulsarse en el skate. Agoney siempre sujetando las manos del rubio.

Ya se encontraban a mediados de julio y el calor seguía siendo aplastante, ambos llevaban gorra para protegerse del sol. La gente no paraba de pasar de un lado al otro. Algunos irían a la playa, otros a la piscina, incluso seguramente se refugiarían en sus casas con el aire acondicionado a tope, otros simplemente estarían dando un paseo calentándose bajo el sol. Sin embargo, en su gran mayoría, todos sonreían, parecían tan felices como lo era Raoul encima de ese skate, o a lo mejor por estar agarrando las manos de Agoney, quien sabe.

Unos minutos más tarde, Agoney decidió que era hora de probar algo nuevo.

-Va, estás más que listo. Ahora a ver si eres capaz de dar vuelta. Solo intentar girar un poco- rió- No me pongas esa cara de susto.

-Como para no asustarme, Agoney.

-Venga, no seas gallina. Súbete al skate.

Raoul hizo lo que el moreno le pedía e inconscientemente extendió sus manos para que Agoney las cogiera.

-Vale, para hacerlo tienes que utilizar el tobillo, es decir; deja que tu peso haga fuerza hacia delante o hacia atrás según quieras girar a la derecha o a la izquierda.

-Vale- susurró muy concentrado en lo que Agoney le decía mirando cómo sus pies estaban colocados a la vez que intentaba dejar caer su peso débilmente a un lado u otro.

-Inténtalo, coge impulso y echa el peso hacia delante, a ver si eres capaz de girar ligeramente a la derecha.

El más bajo hizo lo que le mandaba el moreno y con la seguridad de que Agoney lo sostenía dejó que su tobillo inclinara su peso hacia delante, y aunque con un poco de inestabilidad, logró hacer un pequeño amago de giro.

-¡Muy bien! Casi te sale.

-Agoney, he seguido en línea recta casi- rió.

-¡Que va! Venga, inténtalo otra vez.

Así siguieron un rato más entre risas y pequeños sustos por la aún constante inestabilidad del rubio sobre el skate. Sin embargo, al final logró dar un giro bastante bien hecho, por el cual no le faltaron felicitaciones de parte del moreno.

-Me he cansado, por hoy creo que ha sido suficiente, Ago.

-Me parece bien, ¿quieres ir a tomar algo?

-Vale- sonrió el rubio haciendo sonreír al contrario.

-Pues súbete que te llevo- invitó el moreno subiéndose encima del skate.

-Tú estás jodido de la cabeza. Ni de coña. Vamos andando.

-¿Qué te pasa, rubiales? ¿Es que acaso no confías en mí?- sonrió socarrón a la vez que extendía una de sus manos hacia el rubio.

Dudando, Raoul alternaba su mirada entre la mano que el moreno tenía extendida esperando a que él la cogiera y sus ojos. Al final, teniendo muy claro que se arrepentiría, agarró la mano que le ofrecía.

-Como nos matemos, te mato, Agoney.

-Que no, hombre. Tú agárrate bien a mi cintura.

¿Cintura había dicho? No, había escuchado mal, definitivamente. ¿Pero entonces por qué Agoney estaba enroscando sus manos en su propia cintura? Ay Dios mío.

-En serio, si te agarras no pasará nada.

-Vale- susurró Raoul, dando las gracias a que el moreno no pudiera verlo por estar delante de él, pues estaba coloradísimo. No se había visto, pero por el calor en su cara lo tenía claro.

Unos segundos más tarde, Raoul notó cómo estaban empezando a moverse. Miró al suelo, y efectivamente Agoney los estaba impulsando con su pie derecho. En un primer momento se asustó por la impresión, apretándose más contra el más alto, quien rió bajito.

-¿Tienes miedo?

-Ni en tus mayores sueños, mamón.

Agoney se carcajeó y siguió desplazándolos a un buen ritmo, pero sin correr demasiado, disfrutando la brisa veraniega y el sol. Raoul poco a poco se fue acostumbrando, aunque no se alejó un centímetro de la espalda del moreno, olía a colonia y su tacto era suave y reconfortante.

Hubo un momento en el que se sorprendió a sí mismo cerrando los ojos y disfrutando del contacto con Agoney.

*******************************************************

Bueno, bueno, aquí están :)

Gracias por la espera y nada, que espero que os guste un montón.

Decir que no tengo ni idea de montar en skate, todo lo que aquí aparece lo dice Google, entonces si hay algo mal me gustaría que me lo dijerais y no me lo tengáis muy en cuenta.

Espero que estéis genial, y gracias por las cinco mil lecturas!

Nos leemos🫶🏻

ragoney headcanons✨Where stories live. Discover now