it'll always be u

77 16 45
                                    


El 31 de octubre, día de las brujas, de los muertos, los fantasmas y las almas perdidas, Raoul iba caminando solo por la calle, con su disfraz de drácula mal confeccionado y su mal humor paseando entre los niños, agarrados de las manos de sus padres, que se iban contentísimos a sus casas después de haber pasado una tarde terroríficamente maravillosa. En cambio, para él la fiesta acababa de empezar.

Se dirigía a casa de uno de sus amigos, Martín. Habían quedado a cenar para luego salir de fiesta y perder un poco la angustia del día a día. Sin embargo, no se encontraba de humor para hacerlo, hacía nada que había roto con su pareja. La persona que más quería en la vida, lo había dejado con la excusa de que necesitaba tiempo, ¿por qué?, ¿es que había hecho algo mal?, ¿o es que él ya no lo quería, ¿se habría enamorado de otro?, ¿tendrá otra pareja? No lo sabía, no entendía nada, no le había dado más explicaciones y se fue dejándolo solo, con las lágrimas en los ojos y la súplica en los labios.

Pero hoy se había prometido no pensar en Agoney. Por él y por Martín, quien había puesto toda su alma en intentar que el rubio sonriera. No se merecía una mala noche por su culpa. Hoy se divertiría.

Martín había conseguido entradas para una buena discoteca en la capital española, donde se reunirían con el resto del grupo. Cada entrada llevaba consigo dos consumiciones gratuitas, sin embargo, Raoul no pretendía tomarse ni la primera. Lo último que necesitaba encima de su humor de perros era pasar el día siguiente con dolor de cabeza.

Eran más allá de las doce de la noche cuando salieron del piso de Martín para dirigirse hacía el local, el cual estaba a quince minutos andando desde su ubicación.

-Em, Raoulín- pronunció su amigo mientras iban de camino a reunirse con sus amigos.

-Dime- respondió tranquilo, siguiendo el camino a paso lento y tranquilo, tenían toda la noche por delante.

-Puede ser que Alberto me haya dicho que los amigos del innombrable estén en la disco.

Raoul jura que su corazón dejó de latir en ese instante, ni de coña va a ir al mismo sitio donde esté su ex., no necesitaba tenerlo delante para que le restregara por la puta cara lo feliz que estaba sin él.

-Estás de puta coña- dijo frenándose en seco, haciendo que su amigo volteara a verlo.

-No, pero la buena noticia es que no hay rastro de él, por lo que sabes que hay muchísimas posibilidades de que ya no aparezca.

-No, a menos que aparezca a las dos de la mañana con su nuevo novio y a mi me de una puta crisis existencial, parezca aún más gilipollas y a parte de joderos a todos la noche, él acabe por joderme del todo- dijo precipitadamente llevándose las manos a la cara. No quería pasar un mal trago de nuevo, no lo soportaría.

-Vamos,- suspiró su amigo a la vez que se posicionaba a su lado y pasaba su brazo alrededor de la espalda ajena, haciéndolo avanzar hacia delante- no te desanimes. Sé que me estoy pasando mucho con ese imbécil últimamente, porque no me gusta nada verte así, pero quiero que también sepas que lo conozco, no tanto como me gustaría, pero sí lo suficiente como para saber, que al igual que a ti, su cabeza no para y sus inseguridades tampoco. No estoy justificando lo que te ha hecho,- se corrigió rápido- que aquí todos somos personas civilizadas y antes de dejarte por mensaje las cosas pueden hablarse y solucionarse. Precisamente, creo que cualquier día, en cualquier momento que tú te veas preparado, deberías hablar con él y dejar las cosas claras.- apostó firme por su opinión, mirando de vez en cuando al chico que llevaba a su lado, quien con la mirada perdida en el frente, parecía escuchar lo que le decía- Pero esta noche es Halloween, por eso tú y yo- dijo sacudiéndolo suavemente logrando sacarle una sonrisa- vamos a gozárnosla muchísimo y vamos a dejar de pensar en las cosas que nos preocupan. Y si Agoney aparece por allí, pues nosotros ni puto caso. ¿Vale?

ragoney headcanons✨Where stories live. Discover now