Maldito muñeco /Jake Wheeler x Tú ✔

Temporada 2

A este punto de mi vida, realmente la odiaba.

Odiaba cada suceso en ella. Odiaba el echo de tener que irme lejos de casa por algo que ni siquiera fue cien por ciento mi culpa. Lo odiaba.

Mi relación, tanto con Jake, Devon y Lexy, cambió rotundamente. Tenía más problemas para expresar mis sentimientos, dejé de comunicarme con ellos como normalmente lo hacía. Eso les preocupó, por obvias razones.

Mis pesadillas aumentaron. Y no simplemente en las malditas noches, veía a Tiff y Chucky cada vez que cerraba mis ojos.

El sentimiento que alguien estaba detrás mío en cada paso que daba no me dejaba vivir en paz. Ni siquiera podía salir de casa sin tener que llevar algún tipo de arma conmigo.
Creo que esa fue la razón más importante por la cuál deje de salir.

Un día, un hombre, junto con un oficial, llegó a casa. Hablaron con mi tía sobre quien sabe que, pero llegaron a una conclusión: debía irme.

–No me puedes dejar -le susurré, sintiendo mi pecho doler.

–Esto no está bien, Emma -acarició mi cabello, el olor del alcohol y cigarros inundó mis fosas nasales-. Todo lo que sucedió y sucede... nada está bien.

–¿Y tú solución es mandarme a quien sabe dónde?

Me alejé rápidamente de ella. Tenía mi cabeza en alto, sin embargo el deseo de bajarla y ponerme a llorar hasta que me cansara estaba ganando.

–¡No puedo vivir así, Emms! -su grito hizo que diera un paso hacia atrás. Al notarlo tomó aire- Tus pesadillas aumentan, ya no ves a tus amigos... ni siquiera puedes pasar tiempo conmigo.

Su voz se rompió. En cualquier momento yo estaría en el mismo estado, quiero decir, internamente lo estaba, pero en un solo golpe estaría tan mal que sus palabras cobrarían más sentido.

–No quiero ir -mi tono fue más bajo que nunca, me sorprendió que me escuchara-. No quiero que me hagan daño.

–Cariño, nadie te hará daño, ¿de acuerdo?

Negué. Ella no sabía nada sobre lo de los muñecos, porque cuando intenté contárselo pasaron mil cosas por mi cabeza. Todas malas. En ningún escenario me creería, y en todos me vería como una loca.

Sentí mi cuerpo más débil que nunca. ¿Alguna vez terminará esto?

Me senté en el sofá, con ella siguiendo mis pasos. Me abrazó, y eso fue suficiente para que todo lo que estaba guardando saliera.

La sujeté fuerte, más no de manera bruta. Lloré, solté todo lo que tenía contenido. Mi cabeza dolía, al igual que mi pecho.

–Debes ir... sólo un tiempo, amor, solo un tiempo.

Quise negar, pero ¿eso cambiaría algo?
No, no lo haría.

Entonces la dejé continuar. Sus manos acariciando mi cabello y espalda. Ella tratando de ser fuerte por ambas.

–No sé como cuidarte, no sé que hacer o decirte. Se supone que debo estar para ti en todo lo malo y bueno, pero solo estoy en lo malo.

Me alejé un poco, sin salir del abrazo.

–Si dejas que me lleven, por favor, por favor cuídate. No quiero estar en ese lugar y que me llamen diciendo que te pasó algo, ¿sí?

–Sí -rió sin ganas, me dió un sonrisa un tanto confundida-. Estaré bien, ¿que podría pasarme?

Y es que nada estaba bien y nada iba a estarlo.

Deseaba poder haberle dicho que podrían pasar cosas malas, tanto a ella como a mí en ese lugar al cuál estaba siendo llevada. No lo hice.

Y de verdad me arrepiento.

[Temporada dos disponible en mi perfil. Tres episodios disponibles aquí.]