Maldito muñeco /Jake Wheeler x Tú ✔

¡Ave María!

N/A: Hola familia, ¿cómo están?.

Vengo a avisarles que toda la temporada dos de esta fanfic será (por comodidad) transladada a otra historia ya disponible en mi perfil. Espero esto no les cause algún problema.
Desde ya, gracias por votar, comentar y seguir leyendo<3.

Eso es todo. Ahora, pueden continuar con su lectura. ♡
- T .x

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Ninguno de nosotros estaba cien por ciento seguro de este plan. Sin embargo, teníamos la esperanza de que el muñeco hablara y contara todo sobre el plan que, al parecer, ya se estaba llevando a cabo.

Mis dolores de cabeza aún estaban presentes. Mis aspirinas los calmaban el suficiente tiempo como para mantenerme estable durante todo este lío.

Cuando salí de mi habitación logré escabullirme a la de los chicos. Todos estaban ya reunidos en el lugar.

Nadine fue la primera en saludarme, los demás solo me dieron miradas rápidas. Chucky intentó decir algo, pero por el calcetín en su boca no lo logró. Jake se acercó.

–¿Cómo estás?

–Bien, ¿seguimos? -me acerqué al muñeco, no quería hablar sobre mis problemas cuando teníamos unos más grandes.

Detrás de mí, ellos hablaban sobre lo que el padre Bryce había hablando con Jake. Le preguntaría luego, ahora solo intentaría hacer que el muñeco hablara.

–¿Cómo estás, Chucky? -me incliné un poco. Mi sonrisa completamente falsa plantada en mi cansado rostro.

Solo se escucharon ruidos tapados por la tela. Asentí, como si hubiera entendido algo.

–Pues me alegro que la pases bien con nosotros -me giré a ver a los demás, al parecer todos planearon estar de acuerdo en que caras poner cada vez que tenía contacto con el muñeco- ¿Hayaste algo, Lexy?

Ella era la encargada de revisar el teléfono del muñeco. Anoche encontré una en la cuál estaba fuera del lugar, con un cigarrillo a mi lado.
Los escalofríos que me entraron en ese momento no se detuvieron hasta que dormí. Ni siquiera había sentido la presencia del muñeco, era malditamente molesto.
En ese momento invadí de preguntas al pelirrojo, pero este solo hacía comentarios sobre el cómo podía usar mi enojo, y soltaba risas cada vez que intentaba atacarlo pero los chicos me detenían. Ellos decidieron que sería mejor que no hiciera nada.

–Solo varias selfies raras. Todos los ángulos están mal -su dedo se movió por la pantalla, mirando atentamente-. Y un nombre.

–¿Qué nombre?

–El Coronel.

Pues vaya pista de mierda.

–Eso es todo. ¿El Coronel Mostaza? ¿El Coronel Sanders?

–Tenemos que sacarle algo -la mirada de Jake estaba fija en el muñeco. Estaba igual de cansado que todos, probablemente más.

–¿Qué se supone que debo hacer? -preguntó Devon, igual de cansado- No ha hablado en días.

Me giré, mirando al muñeco. Le quité su mordaza y sonrió.

–¿Algo que decir, Emma?

–Estaba por decirte lo mismo. Ya dilo, ¿cuál es el plan?

Fingió pensar.

–Uhm, vamos... primero yo entraba aquí, y luego entraban los demás, y luego... ¡matar, matar, y más matanza!