Entrenando con la presidenta

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Historia +18

Sinopsis: Kirari le pide ayuda a Sayaka para estudiar. ¿La asignatura? Deportes. Lo que empieza como un entrenamiento tranquilo poco a poco se va convirtiendo en una competencia. Kirari vs. Sayaka, la batalla ha sido declarada.

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—¡Sayaka, aquí! ¡Estoy libre!

Sayaka levantó una comisura y le pasó el balón de Básquet a Kirari.

—Claro que está libre, presidenta, somos las únicas en la cancha.

Kirari recibió el balón con algo de torpeza. Tenía una sonrisa entusiasmada en los labios.

—¿Y ahora qué debo hacer?

—Arrójelo al aro. —Sayaka señaló el aro y luego el piso—. Recuerde que no puede pisar esa línea.

Kirari giró el cuerpo, quedando frente al aro. Puso un pie detrás de la línea de tiro libre, bajó las manos con el balón y lo arrojó hacia arriba de esa forma que en absoluto era correcta. Sayaka lo seguía con los ojos. El balón subía y subía queriendo llegar al aro, pero comenzó a caer antes de tocarlo. Ni rozó la red. Sayaka suspiró.

—Intentémoslo de nuevo, presidenta.

¿Cómo llegaron al gimnasio de la academia? Simple, por un pedido de Kirari.

—Sayaka, preciso de tu ayuda.

Sayaka dejó en el escritorio la taza de té que le había servido. Levantó la vista, tropezándose con la presidenta. Sonriente, descansaba el mentón en sus manos cruzadas.

—Dígame, presidenta.

—Como bien sé, eres experta en todas las materias. Verás, hay una en especial que me está dando problemas.

Sayaka puso las manos delante del cuerpo con un porte serio.

—Presidenta, cursamos años distintos, por no decir que elegimos distintas especializaciones. No comprendo cómo podría ayudarla si no compartimos las mismas materias.

—Esta es una que comparten todos los años.

—¿Todos...? ¿Música?

Kirari negó.

—Deportes.

Así es, la presidenta no era muy buena en deportes. Podríamos decir que cursando esa materia en ella se descubrió una naturaleza torpe. Era lenta corriendo, se tropezaba seguido y solía, valga la redundancia, entorpecer a los demás con sus fallas. Todo con una sonrisa que ya rozaba la irritación. Aceptaba su, según ella, primer defecto, pero no se quería conformar con la idea de ser una incompetente toda la vida.

—¿Qué dices, Sayaka?, ¿puedes hacer un milagro conmigo? Intuyo que debido a mi solicitud ya has descubierto que soy del tipo torpe. —continuó, levantándose del asiento. Rodeó el escritorio agarrando la taza en el camino. Sayaka la veía beber té frente a ella. Sus manos comenzaban a sudar.

—Deportes... Presidenta, yo tampoco soy muy buena en eso. Me temo que no podré ayudarla mucho.

—¿Pero qué dices, Sayaka? Si tienes las mejores calificaciones. —refutaba Kirari con una mano en la cadera.

—Porque me las arreglo en los exámenes escritos, pero en la práctica siempre tengo que esforzarme de más.

—De cualquier forma, apruebas. Yo no.

—¿Huh?, ¿reprobó?

—Siempre repruebo, mira. —Kirari agarró una hoja del escritorio. Se la mostró. Los ojos de Sayaka saltaron.

Kakegurui: Kirasaya One-shotsOù les histoires vivent. Découvrez maintenant