Capítulo 5: Hermanos Marciales

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Yue Qingyuan los esperaba en las puertas de la Montaña Cang Qiong con una sonrisa.

Pese a que sabía que Shen Qingqiu podía defenderse por su cuenta y que envió a Liu Qingge para escoltarlo solo para estar seguro, no pudo eliminar la preocupación que sentía en su interior hasta que los vio volver a todos a salvo.

Por supuesto, su sonrisa no duro demasiado al notar con sorpresa la presencia de dos personas desconocidas entre el séquito. Claramente no se trataban de cultivadores, ni de personas distinguidas o de un alto estatus; pero los discípulos de su querido shidi los escoltaban con sumo respeto.

Esto solo hizo que sintiera más curiosidad por saber quiénes eran.

- Saludos, Zhangmen-shixiong.

- Sean bienvenidos, Shen-shidi, Liu-shidi. - devolvió las reverencias mirando a los que parecían ser madre e hijo con una gentil sonrisa. - ¿Quiénes son sus invitados?

Una explicación más tarde, junto a los testimonios de sus sobrinos marciales y su otro shidi, bastó para que el Líder de Secta comprendiera mejor la situación.

Tras meditarlo un poco y con la amabilidad que lo caracterizaba, por no decir extrema permisión, accedió a los deseos de Shen Qingqiu de dejar que la Familia Luo se quedara en el Pico Qing Jing como los nuevos cocineros.

Cabe decir que los discípulos celebraron a todo pulmón esta decisión.

Liu Qingge solo chasqueó la lengua, molesto por el claro favoritismo y se largó con cara de pocos amigos. Aunque la idea de pasarse a comer de vez en cuando al Pico Qing Jing no dejaba de rondar su cabeza.

Feliz de haberse logrado salir con la suya sin mucho esfuerzo, Shen Yuan agradeció al Líder de Secta y se retiró con sus discípulos para guiar en persona a Madam Luo y a Binghe por su cumbre.

La primera vez que transmigró lo hizo cuando Luo Binghe ya era discípulo de Shen Qingqiu y por ende se había perdido de su reacción inicial al ver el Pico Qing Jing. Esta vez estuvo muy atento, tomando nota de las mandíbulas cómicamente desencajadas y los ojos saltones que madre e hijo tenían al apreciar los edificios, lagos, montes y el bosque de bambú que conformaban el territorio.

Viviendo en una aldea tan humilde este lugar debía parecer un paraíso en comparación.

- Xiao Shao.

- ¿Sí, shizun?

- Busca una habitación disponible para Madam Luo y su hijo. Ayúdalos a instalarse y muéstrales el lugar adecuadamente.

Obedeciendo, el joven discípulo hizo una reverencia y fue a atender a los invitados.

- Muchas gracias, Shen-Laoshi. - agradeció la mujer con una reverencia, siendo imitada por su hijo. - Nadie había sido tan bueno con nosotros.

- No es nada.

Shen Yuan se sintió algo apenado.

Eran su futuro esposo y su futura suegra después de todo. Era lo mínimo que podía hacer por ellos.

Una vez los vio retirarse se volvió hacía donde el resto de sus discípulos se encontraban aguardando por órdenes similares. Era divertido verlos estar tan ansiosos por ayudar.

- Pueden llevar el equipaje de la Familia Luo y ayudarlos a desempacar. Luego tienen el resto de la tarde libre para hacer lo que les plazca. Tengo que ir a atender otros asuntos.

Bastó con decir aquello para que todos corrieran a cumplir con sus obligaciones.

Feliz, Shen Yuan se relajó.

¡Quiero A Mi Esposo De Vuelta! (BingQiu)Where stories live. Discover now