Capítulo Cuatro: Meteoros

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¿El vértigo era normal al reencontrarse con alguien?

Aunque su actual miedo no iba dirigido al hombre de cabello corto y negro que lo miró con temor, sino a la reacción del que estaba parado a su costado.

El piso bajo sus propios pies se sacudió y no de una forma positiva, positiva como aquella ocasión, en la que sus ojos miraron por primera vez una sonrisa genuina en los labios de Chanyeol tras volver a encontrarse, o emotiva, como cuando Baekhee le envió un mensaje de texto desde el teléfono de su propia madre, con palabras mal escritas y acompañadas de una fotografía donde se veía una lápida con flores.

Maldita sea, no era el momento de pensar en ello.

Baekhyun tragó saliva con fuerza, su corazón palpitaba errático y sus orbes buscaron sin complicación los almendrados negros de su viejo amigo. Para su sorpresa, éste parecía estar examinando también alguna seña o gesto en él.

JeongHan parado bajo el umbral se aclaró la garganta, sus ojos fueron desde el interior del lugar hacia ellos, haciéndose a un lado para dejarles pasar.

—Yeoreum vendrá en un momento con Seungkwan, ¿quieren esperar en la estancia?

La voz de JeongHan sonaba diferente, Baekhyun notó. ¿Era por el tiempo desde la última vez que se vieron? ¿O fue porque en ella se incluía la incomodidad? Fuera lo que fuera, el asistente asintió con la cabeza y miró por un segundo a su jefe antes de continuar su camino.

A la mierda JeongHan, estaba aquí por Yeoreum y el angelito que acababa de nacer.

A su espalda Chanyeol imitaba sus acciones, sacándose los zapatos y poniéndose las sandalias que el anfitrión colocó para ellos. El astrofísico pudo obtener un cruce con éste, pero el hombre con rapidez lo esquivó y los guió a la sala principal.

Sus hombros se elevaron como consecuencia. Quién lo diría, hace diez años este tipo le resultó intimidante. Que el nuevo novio de con quien acaba de romper se tratara de un universitario con pinta de chico malo, bajó su autoestima de muchas maneras, pero ahora, en este futuro en el que sus decisiones enredaron sus caminos, era él quien pareció intimidar al también esposo de su secretaria.

JeongHan se movió a lo largo de la estancia levantando mantas y objetos alrededor, invitándoles a sentarse en los sofás. La torpeza reflejándose en cada acción no pasó desapercibida, por lo que Baekhyun, al creerse lo suficientemente valiente para hablar se aclaró la garganta.

Era tiempo para demostrar que ése tema estaba superado, quizás después de esta visita podría dejar de aplazar ésa conversación con Chanyeol, y sincerarse sobre sus estúpidas acciones del pasado.

Eunjung lo dijo, todo era un proceso. Si quería mejorar necesitaba dejar las inseguridades a un lado y comenzar a actuar.

—¿Yeoreum ha descansado bien? —Su pregunta fue simple, una forma de romper el hielo y dar paso al actual estado de ambos.

JeongHan podría ser su ex, pero Yeoreum continuaba y continuaría siendo su amiga. Incluso si una parte de él quería sacar a la luz algunos temas que dejaron pendientes, perturbar su hogar con temas que no eran prioridad lo arruinaría.

Él no era el protagonista principal este día, Seungkwan era quien debía recibir la atención completa por su nacimiento.

—Uh, sí —JeongHan le miró, doblando a la par la pequeña manta con estampados de osos. Sus ojos fueron al de cabellos rubios. Algo en él le resultaba familiar, no estaba seguro de qué, pero su vergüenza por haber actuado por impulso antes por teléfono le impedía indagar—. Los primeros días durmió bastante, lo complicado comenzó al volver a casa. Seungkwan tiene pulmones fuertes.

[EXO] Lluvia de estrellas ✦Where stories live. Discover now