Capítulo Cinco: Supernovas

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Baekhyun nunca creyó sentirse tan agotado por un simple viaje. Los trayectos largos y hospedajes no solían ponerlo tan nervioso y ansioso por volver a casa, sin embargo mientras sus manos se movían con agilidad doblando prenda por prenda en su última maleta, la exorbitante emoción por subir a ese avión y volver a poner los pies en Seúl, estaba a punto de hacerle estallar de la felicidad.

Pese a que por los últimos días sus pies se hundieron en la caliente y áspera arena de la playa, y su cuerpo disfrutó del sol y de los paisajes hermosos, las tan esperadas vacaciones se sintieron más agitadas que los pesados horarios de trabajo que llevaba día a día; Baekhyun creyó que necesitaría unas vacaciones para descansar de sus vacaciones, lo cual al volver a la rutina resultaría imposible.

Un dolor de cabeza anunció su llegada cuando las sienes le comenzaron a pulsar, así que dio un respiro largo para calmarse. Sus labios se curvearon ante el recordatorio. Aquella acción se volvió un hábito que pese ser parte de su vida por casi un año; dejó marcas imborrables en su vida.

­Con la maleta cerrada y las puntas de los dedos ardiendo por el esfuerzo para mantener sus prendas dentro, se movió a lo largo de la habitación de hotel preparando la valija de obsequios y recuerdos para su familia. Tenía además algunos cuantos más para su equipo de trabajo.

Un resoplido ruidoso salió de su cuerpo al tener su equipaje listo junto a la puerta, justo a tiempo para atender a quien tocó a su puerta.

—¿Todo listo?

La voz gruesa de su compañero de viaje no le intimidó. Baekhyun en su lugar hizo un movimiento de cabeza hacia la pila de maletas a un costado

—¿Tú qué crees?

—¿Necesitabas tanto? —Sehun frunció el ceño, mirando el pasillo donde dejó su única maleta, y luego hacia las tres de su exroomie—. Estuvimos fuera una semana. ¿cuándo compraste el resto?

—Brücke no ha podido salir de mi cabeza, así que decidí ir por más. Si Hawái está lleno de linda ropa para mi bebé, ¿te imaginas si en lugar de Honolulu habríamos visitado New York? —Los ojos del de cabellos rubios se ampliaron con emoción—. He escuchado que...

—Bien, basta de Brücke. —Sehun rodó los ojos, pasando sus dedos entre su ahora cabello negro con exasperación. Dando un vistazo a las maletas asintió, sabiendo que tendría que ayudar al mayor llevando el equipaje hasta el vestíbulo si quería llegar a tiempo al aeropuerto—. Si quieres volver con él pronto, es mejor que nos demos prisa.

Baekhyun no necesitó que se lo dijera dos veces, sin quejas, sonrió amplio llevando consigo dos maletas. Sus ojos se pasearon en la decoración del hotel, guardando todos los detalles posibles para contar al volver a casa. El piso de madera bajo él era ruidoso al arrastrar las ruedas de su equipaje, por lo cual agradeció al llegar al elevador y ser recibido por uno de los empleados que le ayudó a poner dentro las maletas.

Sehun a su lado sonrió, notándolo.

—Te ves más feliz ahora que cuando llegamos —el ahora estudiante de medicina mencionó.

—No es así, sabes que quería venir contigo de viaje, pero no puedo estar por mucho tiempo lejos de Brücke y de...

—¿Hay algún momento del día dónde ése nombre no salga de tu boca? —Sehun se burló resoplando.

—Es mi hijo.

—Es un perro.

—¡Retráctate!

—¡Pero es la verdad!, Brücke no es humano.

[EXO] Lluvia de estrellas ✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora