Capítulo uno.

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𝑬𝒍 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐.


Baekhyun estaba profundamente enamorado. Lo supo desde ese instante en qué Chanyeol le sonrió avergonzado, estando nervioso de rodillas sosteniendo un anillo de compromiso. Cuando le prometió la felicidad eterna a su lado.

—¿En qué piensas tanto ?—preguntó su esposo Chanyeol, acentuando esa voz profunda justo cuando tomó sus pequeñas manos y las elevó en el aire, dándole una vuelta sobre sí mismo. El tocadiscos en el salón de su acogedor hogar, sonaba en todo el lugar. Aquella melodía de voces románticas y teclas suaves que solían oír desde que eran un par de novios.

Porque sí, se conocieron en la universidad. Chanyeol estudiaba para el doctorado, y Baekhyun bellas artes. El joven aún recordaba cuando el más alto se escabullía de sus profesores y terminaba visitándolo en su taller a escondidas sólo para ir a dejarle cumplidos tontos que de alguna forma.., enamoraron a Baekhyun. 

—Pensaba en lo mucho que te amo.—Confesó el de cabellos claros, ese chico de ojos miel y labios suaves cómo las nubes. Ese llamado Baekhyun. Ese que al regresar de frente a Chanyeol, acunó cómo la brisa del aire el rostro de su esposo, arrastrándolo a la magia de sus labios con un simple beso. Memorizando y grabando mil veces el sabor, la textura y la forma de la boca de su pareja. Y Chanyeol no sé quedó atrás: lo sostuvo de la cintura con ambos brazos, subiendo a su espalda hasta tocar la curva de su cuello con el que pudo manejar el beso.

—¿Me amas mucho?

Inquirió Park cuando sus labios cometieron un desliz fuera de los ajenos y sólo sus narices se acariciaron. Él lo sabía. Sabía cuán grande y puro era el amor del joven artista hacía él. Pero le gustaba oírlo repetirse una tras otra y tras otra sin cansancio. Y su esposo estaba dispuesto a eso y mucho más. Porque había prometido que su voz sería fielmente profesa de su amor.

—Te amo cómo nunca amé a nadie. 

Al obtener esa respuesta, el hombre curvó sus labios con satisfacción. Con ese regocijo que le provocaba oír la voz de Baekhyun día y noche.

En un acto de inercia desplazó una de sus manos de su cintura a la delgada pierna de su esposo y la subió a su cadera para cargarlo así hasta la que era, su habitación matrimonial. Entre sus sábanas lo besó por todas partes, cada tramo de piel embriagado de su aroma, de sus mordidas y sus chupetones. Todos solamente suyos, tal y cómo de pies a cabeza; Baekhyun era. 

Chanyeol arrastró sus labios por el pálido cuello de Baekhyun, lamiendo y mordiendo a la par en qué profundizaba dentro de él todo su amor. Mientras era abrazado por las piernas y los brazos de ese dulce pequeño rubio; qué lo seducía con el coro de sus gemidos.
































—¿Por qué tengo que ir al kínder? 

—Para que seas grande y muy inteligente.—Contestó Baekhyun terminando de acomodarle la pequeña mochila a su hijo en los hombros, y también el sombrerito de pescador color celeste en su cabecita. Luego de eso pasó sus manos en las mejillas regordetas y sonrojadas del infante, plantando un suave beso en su frente.

—¿Cómo papá? 

—Sí, cómo papá. Pero tienes que portarte bien y prestar atención en lo que la maestra diga, ¿Me prometes que lo harás? —Su pequeño hijo asintió efusivo, dando cortos saltitos emocionado, porque sabía que después de clases Baekhyun regresaría y lo llevaría a casa en su auto; prepararían juntos rico ramyeon mientras esperaban a su papá llegar del trabajo. 

Holding 𓆰 chanbaek.Where stories live. Discover now