Capitulo 2

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Varios días después, mientras trabajaban en la empresa su padre apareció en su oficina para charlar sobre unos contratos cuando el tema de su hermano volvió a salir en la conversación.

-Sam no ha vuelto a hablar del modelo. –Comentó el padre.

-Lo he notado también. –Dijo Hyunjin distraído leyendo unos papeles.

Al terminar su día laboral ambos volvían a casa en el auto de Hyunjin. Padre e hijo se llevaban bastante bien ya que eran muy parecidos. El señor Hwang desde que tuvo uso de razón y entró en el mundo de los negocios, se había convertido en un hombre importante y toda su vida había sido medida desde sus prejuicios y conveniencias.

Se casó con una mujer rica porque le convenía hacerlo. La quiso y la respetó, pero jamás sintió por ella un gran amor, por esa razón seguía pensando que el amor era un mito producto de fantasías de entusiastas poetas.

Ganó mucho dinero y a juicio de su suegra nunca supo hacer otra cosa mejor. Reunió una enorme fortuna bastante generosa y educó a su hijo Hyunjin a su imagen y semejanza. Claro que no puedo conseguirlo todo en la vida, ya que nació Sam el mismo día y casi a la misma hora que Hyunjin y Sam jamás escuchó a su padre con la misma atención que su gemelo lo hacía.

Sam creía en el amor, lo vivía, lo disfrutaba y decía sin vergüenza ni duda que era lo más maravilloso que podía existir en la vida y lo único digno de vivirse. Y lo vivía, y esto generaba un gran disgusto a sus padres y hermano gemelo.

El señor Hwang conocía bastante a su hijo como para reprocharle su forma de vivir y considerar las cosas del amor. Hyunjin algunas veces trataba de bajarlo de su nube de fantasía y Sam reía al observar a su hermano con ternura y pensar lo triste que debía de ser su vida a comparación de la suya.

A Hyunjin le daba pena su hermano ya que él creía estar viviendo la verdadera vida. No le gustaba que su hermano sintiera algún tipo de lastima por él, Sam vivía falsamente y no hacía nada importante con su vida. Comparar sus vidas así hacia que Hyunjin riera al respecto, pero era una clase de risa que lo sacaba de quicio.

Aquella tarde, Hyunjin y su padre regresaban de la empresa y conservaban nuevamente respecto a Sam.

-Posiblemente haya olvidado al modelo y se haya metido con alguna maquillista o algo. –Dijo su padre- Vergonzoso que uno de mis hijos tenga esas costumbres.

-Se le pasará.

-De todos modos, hay que averiguar cómo va su relación con ese chico.

- ¿Y qué importa que sea ese u otra? - Comentó vagamente Hyunjin- Sam no puede estar sin una mujer u hombre.

-Es que tu hermano pasea a todas sus conquistas por Corea y jamás se le ocurrió hablar de ellas con nosotros. –Dijo serio- Es por eso que temo que este modelo sea diferente.

-Estuve pensando en tu plan el otro día. –Confesó Hyunjin- Tal vez funcione, pero hay que ser cuidadosos al respecto.

-Confió en ti hijo. Sé que podrás hacerlo.

-Gracias.

-Si te lo propones lograras liberarlo de él.

-Aún no sé cómo. –Dijo Hyunjin pensativo y con la mirada perdida.

-Muy fácil. –Habló su padre- Te presentas con él como si fueras tu hermano y en vez de hacerte querer, como seguramente intenta tu hermano, te haces odiar. Lo ofendes. Lo humillas. De esa forma le costará trabajo a Sam arreglar las cosas con el modelo.

- ¿Y si me descubre?

-Lo dudo. Lo que menos pensará Sam es que vos estés interviniendo en sus relaciones amorosas.

Los gemelos Hwang - [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora