Los gemelos Hwang - [Hyunho]

Capitulo 15

Como todos los viernes Hyunjin se encontraba en la casa de sus padres cenando. Una vez terminaron de comer sus padres se fueron a la sala donde acostumbraban a charlar la familia entera, pero Hyunjin detuvo a su hermano en el camino.

-Tengo que hablarte.

-Hyunjin. –Rio Sam- Te afeitaste, que lástima te quedaba bien.

-Déjate de bromas.

- ¿Conociste a mi modelo? –Preguntó divertido.

-De eso quería hablar. ¿Podemos ir a la biblioteca?

-Vamos. –Respondió encogiéndose de hombros. Al ingresar Hyunjin le pidió que se sentara- ¿Tan largo es lo que tenés que decirme?

-Tiene relación con tu modelo. –Dijo Hyunjin rodando los ojos. Sam no pudo evitar soltar una risita.

-Mira, Hyunjin, si es para decirme que lo amas...

- ¿Qué lo amo? –Preguntó abriendo los ojos por la sorpresa- ¿Quién te lo dijo?

-No seas estúpido. –Rio Sam- ¿Crees que soy idiota? Me di cuenta desde el primer instante. Seguí fingiendo interés para molestarte, pero no por amor al modelo. Minho es lindo, pero no es mi tipo. A mí me gustan diferentes. –Dijo subiendo y bajando las cejas provocando que Hyunjin rodara los ojos cansado de su hermano- ¿Se lo vas a decir a papá?

-Si.

-Bueno, eso sí que no me lo pierdo. –Exclamó divertido poniéndose de pie- Tengo que admitir, Hyunjin, que te consideraba un imbécil. Pero te has ganado mis respetos. Ahora andando, tengo curiosidad por saber cómo defiendes tu amor.

- ¿Qué estaban haciendo? - Preguntó el señor Hwang al ver entrar a sus hijos.

-Hyunjin me contaba una historia muy bonita y sentimental. –Exclamó Sam con cinismo- ¿Sabías papá qué de pronto Hyunjin es bastante cursi?

-Deja de decir estupideces, Sam.

-Tengo que hablarte, papá. –Lo cortó Hyunjin. El señor Hwang lo miró sin entender que le pasaba.

-Bien. –Dijo- Decime lo que me tengas que decir.

-Estoy saliendo con alguien.

-Me parece bien. ¿Quién es? ¿Felix?

-No, papá. –Intervino Sam- Tibio, tibio.

-Vos te callas. –Lo silenció su padre.

-Es el modelo. –Dijo Hyunjin.

Su madre soltó un pequeño grito de sorpresa, su padre se fue poniendo en pie lentamente y Sam reía divertido de la situación. Hyunjin por su lado se encontraba tranquilo en su lugar.

- ¿Él...qué, Hyunjin?

-Lee Minho, papá. El modelo.

-Era él de Sam. –Dijo su padre sin poder entender del todo.

-Me pediste que se lo quitara. Y así lo hice. –Exclamó Hyunjin- Me enamoré de él.

-Espero que no consientas eso. –Pidió su madre mirando a su esposo.

Nadie la miró. Hyunjin parado frente a su padre esperaba que este gritara de enojo. Pero eso nunca pasó, en su lugar una amenaza abandonó sus labios.

-Si formalizas con ese joven...no volverás a pisar esta casa y dejarás la empresa.

-De acuerdo. –Accedió Hyunjin sin titubear.

-Darás tu renuncia ahora mismo.

-Está bien.

-Vamos, vamos. –Intervino Sam tratando de relajar el ambiente tenso- No lo conocen. Estoy seguro que hasta ignoran que es nieto de la mejor amiga de nuestra abuela.

- ¿De tu abuela? –Preguntó su padre mirándolo- Menos aún. Vete, Hyunjin. Conmigo no cuentes.

~

-Ya se le pasará. Lo mejor que pudo hacer fue despedirte de la empresa, ya lo verás pronto viniendo a pedir tu reintegro nuevamente. –Dijo su abuela con bastante convicción- ¿Cómo les va a ustedes?

-Bastante bien. –Respondió Hyunjin sonriendo y apretando la mano de Minho entre las suyas.

-Lamento que por mi culpa...

-No sigas, querido. –Lo interrumpió la mujer- Tanto Hyunjin como yo conocemos a su padre. No tuvo dignidad casándose con una mujer por dinero. Tampoco la tendrá ahora para venir a buscar a su hijo cuando lo necesite en la empresa.

-Abuela...-Advirtió Hyunjin.

-Perdón, hijo. Pero los dos conocemos a tu padre. Va siempre a lo que le conviene. Cuando ustedes se casen se vienen a vivir conmigo sin ningún problema. –Decía esto último muy emocionada y con un poco de maldad añadió- Tu padre necesita estos sustos, ojalá Sam le de uno peor, tu hermano es de los que tienen muy poco en cuenta los gusto y ambiciones de tu padre. Porque vos, al fin y al cabo, terminaste con alguien que pertenece a una familia distinguida. No tiene dinero, pero eso es lo único en su contra.

Luego de visitar a su abuela, Hyunjin llevó a Minho a su departamento. Era la primera vez que Minho iba allí y le pareció demasiado todo, el lugar era más grande que la habitación que compartía con sus amigos. Ni hablar de lo costoso que debieron salir todos aquellos muebles y la ubicación del departamento en pleno centro y con una vista increíble de toda la ciudad.

Hyunjin rodeo la cintura de Minho y lo pegó a su pecho. Las cosas estaban estables entre ellos, pero aun así Hyunjin hacía lo posible por ganarse el verdadero perdón de Minho. El rubio lo besaba y le decía mil cosas al oído, Minho lo escuchaba y lo besaba también. La vida era bella y el amor maravilloso.

Un mes después una de las sirvientas de su abuela anunciaba la llegada de una visita.

-Ya bajó de su pedestal el rico empresario. –Rio burlona la mujer mayor.

-Lo vamos a recibir como si nada pasara. –Dijo Hyunjin tratando que su abuela se controlara y no empeorara las cosas con sus comentarios.

Minho temblaba un poco. Había escuchado hablar del señor Hwang, pero al verlo con una sonrisa complacida se asombró. No lo conocía lo bastante y no podía entender que debajo de aquella sonrisa de comprensión y amabilidad se escondía un hombre hipócrita que se vio obligado a ceder por las circunstancias.

-Querido hijo...-Exclamó.

-Hola papá. Te presento a Minho, mi novio.

-Un gusto. –Saludo el señor Hwang. Aunque no le agradara la situación estaba obligado a comportarse.

-Pero no tiene dinero. –Dijo la anciana sin poder contenerse. Hyunjin la miró serio y su padre hizo como si no hubiese escuchado a su suegra.

-Supongo que volverás a la empresa. –Dijo su padre minutos después cuando terminaron su conversación en privado.

-Si me lo pedís...- Su padre gruñó molesto, pero al final se rindió.

-Te lo pido, Hyunjin.

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