2

318 40 1
                                    

En las calles de Amegakure se veía a una niña de 5 años caminando tranquilamente mientras todo el mundo la observaba. Siempre llamaba la atención por su cabello peculiar, pero también por ser criada por su líder.

Arashi no Sakura, la niña criada por un dios y llevada por un ángel, recorría las calles tranquilamente, sin temor a ser dañada ni herida, ya que, todos la respetaban y temían, no por tener un gran poder o grandes habilidades, sino por quien era su "padre". El líder de la nación de la lluvia, pain, quien querría ver al mundo renacer del dolor.

"¡Sakura!". A lo lejos se observaba a un hombre con aspecto de tiburón acercarse, Hoshigaki Kisame, el Biju sin cola "¡¿Tu eres consciente de que si Lider-Sama te viera recorriendo las calles sin mi, me mata?!" Tomo el brazo de la niña, quien lo veía sin inmutarse.

Sakura ladeo la cabeza, sus ojos verdes veian al hombre frente a él, curiosos, pero poco a poco empezaron a tornarse con una chispa de burla.

"Kisame-San... ¿Nunca te dijieron que pareces un sushi mal hecho?"

Hoshigaki suspiró, exhausto.

"¿Y a ti nunca te dijieron que pareces un chicle masticado?"

"¿Quieres que Konan-san te convierta en salmón asado?"

"Quiero ver que lo intente."

"Ah... pues gira detrás de ti, y la retas". Sonrio la pequeña al ver como Kisame soltaba a Sakura, alarmado.

"¡¿Dónde?!"

Kisame al girarse nuevamente hacia la niña, notó que se había ido, y eso, no era más que una simple distracción.

"Carajo..."

Sakura corrió por las calles, escapando. Todos la miraban pasar, sin hacer nada, ya que, al parecer, esto era algo normal. La niña abriéndose paso por los mercados tumbaba alguna que otra cosa, pero nadie la paraba para decirle algo.

La niña vio un callejón, perfecto para su huida, así que se metió dentro de él, pero cuando creyo que su huida resultaría, unos brazos la tomaron de los hombros, elevándola hacia arriba.

"H-hola... Konan-san". Dijo Sakura con una sonrisa nerviosa, mientras que era llevada por el ángel de Ame.

"Es la tercera vez en la semana, Sakura, y apenas es jueves."

"Te dije que no era buena idea lo de tener un guardaespaldas que huele a sushi mal cocinado". Su sonrisa se volvió burlona.

"Si... y dentro de poco será un sushi rebanado". Su cara se sombrío.

"Muero por ver eso."

/./

Konan soltó a Sakura cuando llegaron a la torre. Dentro estaba Orochimaru, un recluta de Akatsuki, y el menos favorito de Sakura. Aunque a la pequeña le parezca curiosa la forma en la que él hace el trabajo y los jutsus que usa, no tolera para nada su personalidad, y aunque ella sea una niña y el una persona mayor "madura", el sentimiento de intolerancia es mutuo.

"Genial... Hola Orochimaru". Suspiró la pequeña al ver como el hombre leía unos pergaminos, que ella supone, son prohibidos.

"Ah... creí que habías muerto por algún veneno de alguna serpiente que curiosamente, tal vez, haya estado en tu cama."

Konan se puso pálida al escuchar eso, pero se tranquilizó, ya que no era extraño los intentos de homicidio de esos dos.

"Y yo creí que habías muerto por un accidente con un veneno que, tal vez, haya estado en tu pergamino de jutsus favorito". Sakura y Orochimaru se fueron hacercandose en forma de reto.

Arashi no SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora