Army of lovers 《Shuri x Namor》

Capítulo 3《Obsesión》

En las noches cuando el rey de Talokan no logra dormir pide a su servidumbre que le traiga una doncella, la más hermosa del pueblo, una con características específicas.

—Mi señor— Nadie cuestiona, nadie se niega. —la doncella que solicitó

Estando de espaldas se da la vuelta topandose con una joven muchacha de cabello largo hasta la cintura, cabeza agachada y personalidad sumisa. Si el rey le pide que se tire al suelo así lo hará, y es por eso que la princesa de Wakanda no ha abandonado sus más profundos pensamientos, Shuri no se tiraría al suelo ni porque el la estuviera amezando de muerte.

—Gracias. Puedes retirarte

Lo que el rey pida es lo que consigue. A solas con esa bella chica se acerca acariciando su larga cabellera. La joven no tenía miedo, estaba dispuesta a entregarse a su rey, es por eso que estaba aquí, es por eso por lo que había venido al mundo. Pero Namor no la quería a ella, Namor quería a Shuri.

—Desvistete— pide en voz baja, pero firme y decidida.

—Si mi señor

Shuri no contestaría así de simple. No, ella le diría:

—Hazlo tu si tantas ganas tienes

Lo diría con ese descaro y autoridad que la define. Pero que no se confunda, el no era fácil de manipular, solo estaba obsesionado con ella. Esas palabras solo habrían hecho que el la estampara contra la pared mirándola a los ojos con ese fuego en ellos que le pedían más y más en cada suspiro. Habría recorrido cada centímetro de su piel con sus labios mientras ella no se contenía y suspiraba solo para encenderlo más a él.

Una motivación para bajar más hasta llegar a sus pechos, esos que desea con locura.

—¿Qué pasa majestad? ¿Nunca había tocado a una mujer?

—Esta noche princesa, le voy a cobrar a su cuerpo todas sus ausencias y veremos si mañana no desea quemar el mundo conmigo

—Lo único que deseo que queme es mi interior

—Eso no tiene que pedírmelo

Namor no esperó, y con Shuri siendo dueña de esta fantasía, imaginó que no era la doncella que había exigido, sino la princesa de Wakanda, solo así le pondría el verdadero empeño a la situación.

Besó cada parte de su cuerpo desnudo saciando su sed de ella con los gemidos que el provocaba mientras besaba los pezones erectos de la joven princesa. Que deleite, que dicha besarla ahí donde se le quiebra la voz, donde la hace gritar y ahoga sus palabras.

En un movimiento audaz la rodilla de la princesa acarició descaradamente la entrepierna de su amante arrancandole una sonrisa al rey.

Ella sube las piernas atrapando su cintura, el la sostiene de los muslos y la besa apasionadamente, desesperado abre la lleva a la cama. Sus ansias, sus ganas que tienen el uno por el otro son tan grandes que el ignora por completo que Shuri es solo un espectro de su mente.

Sin delicadeza la avienta a la cama y lejos de ver confusión en ella observó cómo esta le sonreía pervertidamente.

—Eso no es propio de un rey

—Créame majestad— dijo el quitándose las prendas que llevaba puestas —Lo que le haré esta lejos de ser de un rey. Y usted gritará de tal manera que nadie pensaría que es una princesa.

—Puedo ser algo mejor que eso— Shuri se sentó sobre sus rodillas y abrazo a Namor del cuello volviendo a unir sus labios.

Los brazos de Namor tomaron su cintura con fuerza, decididos a dejar marca. Sus dedos juguetones delineaban la curvatura de sus glúteos provocando risas de la princesa entre sus labios sintiéndo como el hombre intentaba hacerla suya.