Capítulo 8《Baila conmigo》

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Nota: Escenas +18 reales (NO SUEÑOS) si llegamos a 100 votos y superamos los 100 comentarios.

Reconocimiento especial a: Plumerito por su maravillosa colaboración en este fanfic.

Para Freud los sueños son anhelos de nuestro inconsciente, pero la verdad de estos es diferente, y es que mientras nosotros creemos que son solo sueños inofensivos en realidad estamos viviendo lo que para nuestra variante en otro universo es un día común y corriente.

-Cuéntame algo- murmuró ella recostada sobre su pecho desnudo mientras el acariciaba los rizos de su cabello suelto. Sólo eran ellos dos en medio de la noche bajo el cielo estrellado.

-¿Cómo qué?- preguntó él en inmensa calma girando levemente para verla. Ella se encoge de hombros y niega con la cabeza.

-No lo sé. Solo quiero oír tu voz.

Tomó aire hinchando su pecho para después expulsarlo. Como tomando valor para hablar.

-En la antigüedad, en una isla a unos kilómetros de donde se encuentra ubicada Talokan llegó un hombre, un pirata, él era un explorador, mercenario y traficante de esclavos y al instalarse en la isla, era considerado un hombre egoísta y aislado, pero ahí construyó una gran hacienda, "Vista Alegre" que abarcó casi la mitad del tamaño de la Isla en esa época. En este tiempo conoció a "la trigueña" una joven bella de padres yucatecos de la cual se enamoró perdidamente y que cuentan los antecesores, por muchos años le ofreció la grandeza de su hacienda para que la chica viviera a su lado, pero no resultó, aunque el hiciera cada detalle de la finca con amor hacia ella, la trigueña no correspondió a ese sentimiento y se fue a los brazos de otro joven. El hombre falleció lleno de melancolía en Yucatán, se dice que murió de amor. Aún se conserva su tumba que tiene en su epitafio la leyenda "Lo que tú eres yo fui, lo que yo soy, luego serás" refiriéndose seguramente a la trigueña que no aceptó su amor por considerarlo muy viejo para ella.

-Tu también eres viejo- menciona ella robandole una risa.

-Solo nací en la época de la conquista. No soy mucho mayor que tu

Shuri se incorpora apoyándose suavemente sobre su pecho quedando frente a frente con el. -Oh claro que no- dice con ironía y burla mientras sus risas suenan en medio de la silenciosa noche.

-Pero tu no rechazarías a este viejo. ¿Cierto?

-Cierto- responde riendo.

Sus risas hacían eco en su mente, su tacto eran como tatuajes sobre su piel, su aroma era embriagador y ella era tan imposible que desearía morir antes que tener que perderla.

Solo un sueño. Eso era:
Un sueño.

O una realidad...

Abre los ojos de golpe al escuchar la voz de la llamada bruja escarlata. Había dormido en el sofá, aún no se recuperaba del todo, y aunque Shuri intentaba ser silenciosa no lo había logrado del todo, reía junto a Steve...¿o acaso era Marc? Mientras cocinaban el desayuno. Estaba adolorido, le dolía el cuello y le dolía la zona donde había sido herido.

Se pone de pie aplicando presión con sus manos sobre su cuello, haciendo una mueca de dolor.

-Vaya. Miren quién despertó- dice Shuri al verlo caminar hacía ellos.

-Esta noche dormiré en tu cama, no importa si no me quieres ahí- dijo con evidente determinación.

-¿Y con qué permiso crees que harás eso?

-No necesito tu permiso, si lo quiero lo tengo

Steve se sintió incómodo por la tensión que sintió entre estos dos. Se dio la vuelta y se perdió afuera para dejarlos resolver sus asuntos. No era algo que quisiera presenciar, ya estaba lo suficientemente tramando.

Army of lovers 《Shuri x Namor》Where stories live. Discover now