●~•Pasión Inevitable •~● ¥oonmin

○Fortaleza°•○●

La ambulancia había llegado en diez angustiosos minutos que para Min Yoongi fueron como 30 pero los paramedicos encontraron a Jimin aún estable y con signos vitales visibles. Con cuidado lo habían subido a la ambulancia y Yoongi se había ido con él mientras que Hoseok manejó detrás de ellos, en el camino llamó a Taehyung para avisarle lo que había pasado y también llamó a sus tíos y a la policía. 

     —Bonito resiste por favor, todo va a estar bien. —Repetía una y otra vez el pelinegro sosteniendo firmemente la mano de su chico quien a pesar de haberse desmayado ya por tercera vez aún se mantenía fuerte.

Jimin poseía una fortaleza inmensa, un chico tan frágil y angelical que parecía quebrarse con un solo toque como el cristal más delicado del mundo era capaz de sobrellevar cargas tan grandes como esa y aún así seguir viéndose tan fuerte y por ello era que Min Yoongi admiraba a Jimin a su pequeño quien con una sonrisa parecía arreglarlo todo.

Jamás Yoongi había conocido a alguien así como Jimin, que no le veía nunca el lado malo a nada. Si las personas normales veian un gran problema Jimin sólo veía soluciones, era increíble y tan difícil de explicar que hubiese un ser así sobre la faz de la tierra y menos creíble era que fuera suyo. Por ello era que se aferraba a la idea de no perderlo porque sabía que nadie iba a ser tan especial como Jimin, nadie podía ser como él es más dudaba que existiera si quiera alguien similar a él,  no había, no existía Jimin era único.

Temía perderlo  y además se reprochaba porque ¿Cómo podía un ser tan extraordinario como Jiminie pasar por situaciones como ésta? Era algo tan deleznable, tan Inicuo que alguien si quiera se atreviera a herir de esa manera a un ángel y Yoongi creía tener la respuesta: solo un demonio podía atentar contra un delicado y bello ángel. Esos seres que no temían al castigo divino, y ese ser era sin duda Kang Eunji.

En ese momento el sentimiento de odio hacia ella había despertado con más fuerza, si ya antes la aborrecía por ser una mala mujer ahora la odiaba por dañar al amor de su vida. Consideraba que ella no era digna de acercarse a Jimin, es más ni si quiera era digna de respirar el mismo aire que el rubiecito. Se merecía el peor castigo divino por sí quiera atreverse a poner sus manos sobre Jimin.

Pronto la justicia Caería sobre ella, por ahora lo más importante era su pequeño.

La ambulancia llegó y ya afuera los médicos estaban esperando en la entrada con una camilla, cuando lo colocaron ahí y lo llevaron al quirofano no le permitieron a Yoongi estar cerca, así que permanencia recostado en la pared de afuera de donde si se había negado a retirarse así que las enfermeras no tuvieron más remedio que dejarlo.

Hoseok en la sala de espera llamaba a todo aquel que pudiese ayudarle a dar con el paradero de Eunji, cuanto antes mejor.

     —¡Hobi Hyung! ¿Jimin está bien? No... ¿Morirá?

Un agitado, asustado y lloroso Taehyung llegó corriendo en cuanto supo lo que ocurría siendo abrazado de inmediato por Hoseok.

     —Tranquilo Tae, ahora lo están interviniendo quirurgicamente para cerrar esas heridas. Estará bien él es muy fuerte. —Hoseok recordó como aún en el estado en el que Yoongi y él lo encontraron sonreía dulcemente mientras acariciaba el cabello de Yoongi.

Era muy perseverante.

     —¿Por qué le hizo eso? Esa mujer debe estar encerrada. —Gruñó Taehyung un poco más tranquilo.

En ese momento también los padres de Yoongi llegaron para ponerse al corriente.

     —¿Cómo está Jimin? ¿Yoongi está con él?

     —¿Es tan grave el asunto? —Cuestionó de inmediato el señor Min.

     —Tío, estaba muy mal herido cuando llegamos pero estable, no se de donde saca tantas fuerzas Jiminie pero lo admiro, solo esperemos a ver que dicen los cirujanos.