Capítulo 19

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Desde la perspectiva de Shen Chengfeng, el pequeño conejo blanco, que era un poco más bajo que la botella de salsa de soja, se aferraba con fuerza a la botella, mientras estaba sentado sobre la mesa y lo veía con los ojos rojos llenos de pánico.

Las patas del conejo eran cortas, por lo que tuvo que emplear toda su fuerza para mantener el equilibrio.

Shen Chengfeng podía recordar con claridad el pelaje suave del conejito y esas pequeñas pero afiladas uñas.

Tan solo con recordar esa sensación, comenzó a sentir que le hormigueaba la palma de la mano. Quería acariciar con fuerza el pelaje del conejo.

Los labios del conejo se movieron y preguntó con nerviosismo "¿Por qué tengo que sentarme aquí?".

Shen Chengfeng sostuvo la espátula para voltear el pollo mientras admiraba la linda expresión del conejito.

Tan solo con mirar al conejito, su estado de ánimo mejoraba e incluso cocinar, era más fácil.

'¿Cómo podía existir un conejo así de lindo?'

El conejo preguntó vacilante "¿Crees que el pollo sabrá mejor así?"

"Podría decirse que sí". Shen Chengfeng añadió agua a la olla antes de cubrirla con una tapa.

Se inclinó ligeramente, acercándose al conejito. Su dedo índice empujo con suavidad la pata del conejito.

La pata del conejito apretó aún más la botella.

"Cuando estás cerca, no importa lo que sea, todo sabe mejor."

Las cosas lindas hacen que la gente se sienta lo suficientemente bien como para ignorar los defectos de la comida.

Viendo al pequeño conejo ser lindo, Shen Chengfeng encontró el arroz blanco inusualmente delicioso.

Los ojos del conejito se encogieron con dudas. Tragó saliva antes de hablar con timidez.

"¿Quieres decir que te imaginas comiendo mi carne?"

Shen Chengfeng se rió a carcajadas.

"No tengo buen sabor" El conejo continuó hablando con ansiedad y brusquedad "He oído que la carne es agria y vieja".

Shen Chengfeng señaló su propio delantal y luego el suyo "Los lobos comen conejos".

El pequeño conejo dejó de hablar. Frunció la boca con fuerza y ​​apretó la tapa de la botella de salsa de soja.

Shen Chengfeng apartó lentamente sus patas y alejó la botella.

"No te voy a comer, no hace falta que me apuntes a la cabeza con la botella".

El conejito lo miraba atentamente con sus patas detrás de él.

"¿Sabes lo que son las porristas?" Shen Chengfeng tocó la frente del conejito.

El conejo levantó las patas para protegerse la frente "Sí".

Shen Chengfeng dijo con deliberación "El equipo de las porristas es un gran estímulo para los jugadores en el campo de juego"

"¿Y?"

"Ahora estás asumiendo el trabajo de una porrista" Shen Chengfeng siguió explicándole "Si animas a mi lado, jugaré mejor y, por ende, cocinaré mejor".

La expresión tensa de conejito se relajó poco a poco y dijo a medias "Pero sólo me pediste que me sentara".

"Si te sientas aquí, funcionará". Shen Chengfeng explicó con cara seria "Las porristas suelen ser muy bonitas, por lo que los jugadores se motivan cuando las ven"

Me convertí en el conejito blanco favorito del Mariscal AlfaWhere stories live. Discover now