Capítulo 7: Reencuentro espiritual

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(Mientras tanto...)

Simba estaba sangrando... literalmente, y usando su lengua para curarse la herida producida por la trampa en la que su pata había caído. Fuera, podía escuchar el llanto de otros animales llamando a sus padres.

"Papá..." se dijo para sí mismo, llorando, "Es mi culpa..."

Se acercó a la pequeña reja de la caja en la que estaba encerrado y podía ver la tierra moviéndose a gran velocidad. No estaban en las Tierras del Reino, las Lejanías o las Tierras detrás de la Roca del Rey, ¿a dónde le llevaban? Quería ver las Tierras más allá del reino, pero... ¿a qué costo? Su padre y su tío estaban posiblemente heridos, su pata sangraba y lo alejaban de sus seres queridos.

El vehículo en que llevaban al cachorro y los demás animales estaba sacudiéndose violentamente debido a la velocidad. Al cabo de varios minutos, el movimiento se detuvo y pudo escuchar voces. Eran algo difíciles de escuchar, pero luego sintió la caja moverse hacia algún lado.

Los hombres llevaron a Simba y todos los animales capturados a una especie de almacén iluminado. Luego de una hora de haber ordenado cada una de las jaulas, el cachorro de león escuchó algo a través de los barrotes.

"Paga la apuesta, Kronk..." dijo una de ellas.

"No tengo ni un centavo, era broma lo de la apuesta" le dijo la otra en tono de burla, "En fin, creo que mañana venderemos a buen precio a estos animales"

"Se te olvida algo, so burro" dijo la tercera. Y Simba pudo sentir cómo golpeaban ligeramente el contenedor donde se encontraba, "Podemos entregar a este al Sr. Sharp. Su viejo león está al con una pata en la tumba y un nuevo cachorro seguro será bien pagado"

"Tienes razón, me encargaré de llevarlo por adelantado..."

Simba sintió que su caja era levantada y llevada a un lugar desconocido. Lo último que vio fue los rostros de los tres humanos pasar frente a los barrotes de su jaula y las cajas de los animales, tan asustados como él.

(Mientras tanto, en unas ruinas en algún lugar más lejos que las lejanías...)

Ono volaba revisando desde el cielo el terreno que se extendía frente a él: un terreno rocoso y casi sin hierba. En el suelo, aún había rastros de la camioneta de los cazadores. Al lado de las ruinas, Dan estaba observándolas.

"Este fue el lugar en que trajeron a Shany..." pensó, recordando aquella época, "Pero está en ruinas... Tengo que pensar dónde se pudieron haber llevado a los chicos..."

Mientras pensaba, miraba con detenimiento la placa del auto que habían dejado los secuestradores atrás. En ella, se leía aparte de los números, las letras: 'C.D.A.S.S'.

"Juraría que suena familiar..." dijo, tratando de recordar el por qué.

"¡Dan!" gritó Ono, bajando de nuevo junto al león, "He encontrado las huellas de aquel objeto"

"Se llama camioneta, Ono. Y gracias. Vamos, continuemos"

De esta forma, continuaron el camino.

(Al cabo de una hora...)

Luego de una larga caminata los dos amigos habían llegado finalmente a las afueras de un pueblo humano. Al llegar, Dan no pudo evitar tener el recuerdo de que había estado allí. Y esto era porque era aquel el lugar donde su tío lo había traído antes de llegar a las Tierras del Reino.

Dejando de lado el pasado, las calles parecían desiertas (porque aún no despertaban los pobladores). Ono confirmó aquello con un rápido vistazo de vuelo y luego giró para volver para avisarle a Dan. No obstante, este se mostraba cansado: después de todo, no había dormido en toda la noche y toda la conmoción por Simba y los animales... cualquiera se sentiría en el mismo estado.

El Rey León 6: Más allá del ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora