MISIÓN ©

CAP 7 - GATSBY

Gatsby

Kendra Wade

—¡Gatsby! ¿Dónde te metiste? ¡Gatsby! Ay dios, tengo que tener paciencia... ¡Amor mío! ¿Dónde estás?

Voy hacía la cocina y tomo una lata de atún gatuno y hago ruido para que venga a comer. Gatsby —mi nueva adoración— es un gato adicto a la lata de atún y pollo.

Si, le puse Gatsby. ¿Por qué? No lo sé, creo que en parte es por la película ya que es una de mis favoritas y me encantó como le quedaba Gatsby a mí pequeña bola de pelos con garras.

Gatsby se desapareció en el apartamento, no sé dónde carajos está y para empeorarlo, el es una miniatura de cosa, lo que significa que puede estar metido en un jarrón muy cómodo o debajo del sofá y nunca lo sabré. Sin embargo apenas el olor del atún empieza a expandirse escucho una cosa caer seguido de pequeñas patitas corriendo como un correcaminos a mi dirección.

Ahí es cuando veo al culpable de mi preocupación. Puede que no sea lo suficientemente agradable con la gente pero este gato se ha ganado mi corazón desde que lo ví. De hecho demasiada gente me tacha de gruñona, sería y orgullosa —no niego lo tercero— pero también tengo un lado secreto para seres vivos que se lo merecen.

Hablando de seres vivos, el perro de Aaron me ha estado ignorando por toda esta semana, estamos a domingo y todo lo que fue está semana me ignoro muy cortésmente con una cara de “estoy aquí porque me obligan a estar con tu molesta presencia” lo que me da una frustración tremenda. Fue él, el que me mandó a la mierda después de haberme follado con la boca en ese baño. Me hizo llorar y eso jamás ocurre.

Quise darle de su propia medicina y insultarlo pero el me ignoro de todos modos. Ha sido... extraño ver a un sexy espécimen entrar a mi oficina todos estos días solamente para hablar de cosas estrictamente necesarias de la misión, ni siquiera me mira a la cara y tiene el ceño fruncido todo el tiempo. Aquí la que debería ignorar al otro debería ser yo.

Hoy como es domingo no lo ví, pero ayer sí, cuando acabamos de hablar de sospechosos y el tema de la misión ya había sido dicho el solo tomo sus cosas y se fue sin despedirse.

Gatsby está comiendo como un monstruo al pobre tazón de atún y cuando se termina el contenido me mira poniendo ojitos de pena.... Ayy

Maldito manipulador

Le sirvo la otra mitad de la latita que quedaba y el tonto se olvida de mi de nuevo para comer. Me usa para su beneficio.

Cómo cierto hombre también...

La única diferencia es que Gatsby me ama, soy su mundo.

En eso me entra una llamada de Jaden. ¿Que hace Jaden llamandome? Creo que la última vez que hablamos no acabamos en muy buenos términos.

Le contesto.

—¿Aló?

—Si, Ken. Hola ¿Cómo estás?

—Bien.—digo escuetamente.

—Ah, me alegro.

—¿Para que llamas?—pregunto irritada.

—Yo... Me disculpo por lo del restaurante. Creo que no estuvo bien.

—¿Crees?—le quiero golpear la cabeza con el piso.

—No no, sé que estuvo mal.

—Vale... ¿Y?

—Me preguntaba si podía pasar por tu casa...solo para hablar ya sabes, como los viejos tiempos, podemos pedir algo para cenar.