MISIÓN ©

CAP 13 - SEHR GUT

Cap 13 - Sehr gut

Kendra Wade

Pitidos extraños truenan a mi alrededor y todo lo que puedo ver es negro, un color negro extraño como si no fuera hueco e infinito, es como si en vez de eso fuera una barrera, una que no me permite ver lo que hay al otro lado. No sé dónde estoy ni que es lo que está pasando.

Ni siquiera me esfuerzo en tratar de pensar. Lo único que me mantiene tensa son esos fastidiosos pitidos, no cesan. Mierda ya quiten eso.

Percibo el primer tacto de algo, en mi brazo, no sé que me está tocando, de todas formas no puedo ver nada. Lo que sea que esté en mi brazo, traza círculos pequeños en él.

Lo primero y más estúpido que pienso es que estoy pensando en alemán. Tanto tiempo en Estados Unidos hicieron que el inglés se convirtiera casi que en mi primer lengua, obviando el alemán. La mayoría de veces en que pienso algo, lo hago en inglés como de costumbre, después de todo era una niña muy pequeña cuando me trasladaron aquí.

Creo que alguien me reinició el cerebro o algo así, porque literalmente toda mi mierda está en alemán y el inglés se fue a tomar unas vacaciones de mi cabeza, ¿cómo carajos se hablaba?

Verdammte Schlampe...

Los putos pitidos de mierda siguen tronando mis oídos, que fastidiosos ellos. No les he hecho ningún mal. Pitidos hipócritas.

Oigan. ¿Saben de ese momento en el que se dan cuenta de que están locos porque se ven así mismos pensando idioteces como la que acabo de decir? Pues ese era mi momento. Estoy idiota oficialmente.

—Kendra—. una voz grave suena como si se tratase de un altavoz en mi cabeza.

Was zum Teufel!?

¿Acaso estoy en el cielo? ¿O en realidad la vida es una mentira y siempre se trató de una simulación?

No lo sé.

No lo sabes.

No lo sabemos.

¿Lo sabremos algún día?

No lo sé.

No lo sabes.

No lo sabemos.

Preguntas ilógicas inundan mi cerebro.

JEMAND HÖRT MIT DIESER SCHEISSE AUF!

—Kendra—repite aquella voz grave que reconozco como masculina, muy masculina... y bastante sexy diría yo...

Me declaro lo siguiente a idiota oficialmente. Solo yo pienso en eso mientras estoy en lo que sea que esté pasando ahora.

—Kendra, despiértate ya joder, me duele el culo—la misma voz de los cojones, ¿A mí que me importa que le duela el culo?

Siento otro tacto en mi cara, como si me quitaran algo de la boca y la nariz, como si me quitaran oxígeno, es una sensación escalofriante, por suerte me acostumbro al aire local rápidamente. Soy más conciente de mi entorno ahora, puedo sentir que estoy recostada en algo nada cómodo. Mi cama no es.