044

487 70 1
                                    

El nosotros.

—¿Hyung, cómo qué no puedes venir por mí?.

Sunoo había terminado de armar muy exitosamente el telescopio unos cuantos minutos atrás y se sintió feliz cuando al probarlo noto lo precioso que lucía el cielo visto justo desde allí, jamás había hablado de ello con Heeseung, en realidad, ni siquiera sabía si a este le gustaría esa clase de obsequio o si esperaba otra cosa pero de alguna manera quería probar, ¿El qué? No estaba muy seguro.

Ryujin le había ayudado a ambientar un poco más la terraza en la ausencia de su ayudante, el lugar en si ya era bastante bonito, además de eso la chica había puesto unas lucecitas azules que alumbraban todo de manera tenue y sobre la pequeña mesa de cóctel había dejado la orden que Sunoo había elegido con extremo cuidado para Heeseung cómo el hombre exigente y perfeccionista que había sido toda la vida.

Resuelvelo como puedas Seonwoo, dijiste que eras un adulto, un humano y no una marioneta. Fue capaz de escuchar la voz cansada del mayor a través de la bocina.

»Entonces hazte cargo de tus acciones y sé el adulto que tanto le quieres demostrar al mundo aunque te cargues todo tu trabajo por delante, mañana nos vemos...

Y sin más colgó.

Sunoo suspiró y por un momento deseó arrepentirse ¿las cosas ahora serían más sencillas de jamás haberse creado aquella cuenta? No estaba acostumbrado a desobedecer bajo ningún contexto y menos en su trabajo pero mientras más parecía intentarlo las ansias de ser diferente y de conocer cosas que nunca antes se había permitido crecían.

Las "ansias" claramente tenían nombre, no era solo rebeldía vacía, su curiosidad y las hormonas de alguien tan jóven como él finalmente estaban abriéndose paso a su sistema, después de todo el que fuese idol no lo hacía menos humano.

—¿En qué piensas?. Preguntó Ryujin a unos metros de él.

—¿Eh?... Oh, mi manager no vendrá a buscarme, así que supongo que tendré que encontrar la manera de salir de aquí o esperar a Sunghoon. La chica asintió.

—Bien, entonces ¿Hace falta algo más? Tu amigo no debe tardar en llegar.

—¡Oh, sí!. La chica miró atenta como se daba media vuelta para buscar algo en el bolso que había traído con él, de allí sacó un bolígrafo y notas adhesivas, luego se acercó con ella.

—¿Y esto?.

—Me gustaría que escribieras lo que voy a decirte, como último favor y prometo no molestar más, Ryu.

La chica río.

—Sunoo mira, no quiero ser pesada o algo por el estilo pero ¿No crees que si estás haciendo todo esto deberías tener el valor también de escribirlo con tu caligrafía?.

—No puedo hacer eso, reconocerá mi letra en cuanto la vea.

—Puede ser, pero entonces ¿Ese no es el punto de todo aquí? No pensarás que él estará bien con no ver tu rostro jamás ¿O sí?. Sunoo guardó silencio.

»Tarde o temprano las cosas van a suceder ¿Si tienes miedo a escribir una nota como vas a lidiar con todo lo demás?.

Por supuesto que ella tenía toda la razón pero él podía sentir como sus manos comenzaban a temblar solo de imaginar las consecuencias que eso traería.

¿Todo esto tenía sentido? Desde que conoció a Heeseung sentía como sí su cuerpo estuviese bajo una especie de hechizo ridículo de película que le hacía cometer estupidez tras estupidez sin arrepentirse del todo.

En este punto él simplemente debería dejarlo ¿No es así?

Lástima que estaba muy interesado en seguir explorando lo que el susodicho le provocaba cómo para solo fingir que nada de eso había pasado, si siempre había lidiado con una vida exigente y vigilada de idol ¿por qué no podría con esto?

—Tienes razón.

.

𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 | heesun au.Where stories live. Discover now