045

485 73 5
                                    

Heeseung empujó la puerta de cristal con algo de vacilación, estaba solitario dentro pero Seon había dicho que estaba abierto hasta tarde así que suponía debía haber algún trabajador en la zona.

—¿Hola?. Su voz hizo eco en el lugar.

¿No había nadie?

»¿¡Hola!?.

Asomó la cabeza por detrás de la barra sin encontrar algo de mayor importancia, notó la puerta cubierta con una cortina por la que asumió entraban los empleados y sin ánimos de tardar mucho más tiempo allí solo decidió entrar. Allí no habían más que cosas que normalmente tendría una cafetería.

—¿Hola?.

Se sobresaltó un tanto cuando escuchó ruido provenir de unas escaleras justo frente a la puerta por la que ingresó y antes de poder pensar mucho más una chica rubia bajó hasta la mitad de los escalones con una sonrisa.

—Heeseung ¿Cierto?. Asintió.

»Mucho gusto, me llamo Ryujin, Su... Seon me habló de tu sorpresa, te agradecería si me siguieras por aquí.

Heeseung le tomo la mano en saludo y sin mucho que decir debido a la emoción subió tras ella las escaleras de madera, al llegar a la puerta finalmente su corazón supo la razón de sus nervios y anticipo a todo antes de estar ahí.

Era incluso más bonito de lo que lo había imaginado. Era muy, muy bonito.

Desde la puerta del lugar podía ver el balcón de la terraza y el cielo completamente oscuro pero cubierto con tantas estrellas como para lucir como escarcha. Dió dos pasos lentos dentro del lugar escuchando una cancioncita de fondo a la que no le podía distinguir la letra, habían unas lucecitas azules repartidas por el lugar que le daban un ambiente incluso más lindo si era posible y finalmente pero no menos importante un telescopio.

Jamás en su vida había usado uno y era gigante, tan brillante que sintió miedo de tocarlo en cuanto estuvo lo suficientemente cerca como para hacerlo, a su espalda escuchó a la chica cerrar la puerta sintiéndose un poco más tranquilo, direccionó el telescopio lo suficiente como para estar cómodo y miró a través de el.

Podía sentir el frío de la noche atravesar la tela de su chaqueta y colarse por las partes de su piel que quedaban expuestas, el cómo su corazón parecía sentirse conmovido derepente y tuvo que dar un paso atrás.

Se sentía vulnerable, pequeño, como si ese detalle hubiese tocado todas las fibras correctas en él para ponerlo a llorar cuál niño desconsolado, Heeseung estaba acostumbrado a vivir una vida mayoritariamente solitaria, jamás alguna persona le había puesto la atención y esfuerzo que le estaba poniendo Seon a todo aquello por él.

Era tan abrumador que solo sentía ganas de conocerlo, de verlo, de ponerle cara al sentimiento que había surgido de la nada y de todo en su pecho.

Respiró profundo volviendo a tocar con cuidado el artefacto frente a él y notó algo pegado a su costado, un papelito pequeño.

Respiró profundo volviendo a tocar con cuidado el artefacto frente a él y notó algo pegado a su costado, un papelito pequeño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Un papelito que le revolvió las comidas de ese día y de todas sus vidas pasadas.

Lo leyó, una y otra y otra y otra vez hasta que se memorizó el escrito pero no podía dejar de pensar en lo similar que era esa letra a otra que solo había visto una vez en la vida.

Sus ojos se desplazaron a su alrededor notando una mesa de cóctel con tres cosas sobre ella.

Un frappé de fresa, un trozo de pie con un peculiar tono turquesa y un tulipán tan rosa como el frappé.

Heeseung se llevó el pequeño trozo de pie a la nariz notando un olor lo suficientemente fuerte a menta como para saber que era.

Tomó el tulipán con una mano y se dedicó a mirar un segundo al telescopio antes de meter el pequeño papel que había leído antes en el bolsillo de su chaqueta y salir de allí esperando que la persona que había preparado todo aquello no se molestara por dejar su pedido ahí.

Pudo haberse detenido a admirar mejor el lugar, el telescopio, en la nota decía que era para él pero nada de eso importaba cuando sentía como si su corazón estuviese a punto de saltar por su boca y salir corriendo.

Bajó las escaleras de tres en tres y probablemente se saltó las últimas cinco asustando a la chica que se encontraba en la parte delantera de la cafetería arreglando todo para poder cerrar.

—¿De quién es la letra?. Ryujin dejó de limpiar una de las mesas y se giró a mirarlo.

Estaba quieto pero sus ojos eran tan grandes que era imposible no ver lo consternado que estaba.

—¿Disculpa?.

—Él dijo que era tu amigo, significa que lo has visto y sabes su nombre ¿Quién es?.

—Su nombre es Seon, no entiendo de que hablas.

—Si lo sabes, por favor necesito que me respondas... Dijo apenas con un nudo en la garganta sin saber muy bien por qué.

—Niño, si quieres saber algo estás haciendo las preguntas incorrectas, te agradezco que te lleves el piltroste gigante que dejó Seon arriba, ya estoy por cerrar. Y sin más se dió media vuelta volviendo a limpiar las mesas.

Ahora Heeseung solo necesitaba hablar con Jungwon, era su última oportunidad para que alguien le dijera que estaba perdiendo la cabeza o estuviese de acuerdo con la teoría ridícula que estaba en su cabeza.

Esperaba que la primera.

.

𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 | heesun au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora