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Su celular no dejaba de sonar y el ruido no dejaba de hacerle doler la cabeza, rebuscó con frustración a ciegas dentro de las sábanas blancas sin tener éxito así que finalmente se rindió ahogando un quejido en la almohada antes de sentarse. El aparato se encontraba en el tocador del baño por lo que podía distinguir su cerebro a medio dormir pero a raíz de los fármacos tan fuertes aún se encontraba algo mareado, tanto como para no abandonar la cama por miedo a caerse del mareo que tenía.

Unos minutos después el celular volvió a sonar.

—¿Sí, quién habla?—Preguntó una vez lo pudo encontrar sin ver el nombre del remitente.

—Vaya, en serio debes estar muy drogado para no leer antes de contestar, ¿Qué tal si era un acosador?—La voz profunda del que era su manager le recibió como un mal trago. No extrañaba eso.

—Ni siquiera sé qué horas son, ¿Tú que crees?—El hombre del otro lado de la línea río.

—Bueno, lamento ser quién te informe que es hora de trabajar, hace unas horas montaron el set para las grabaciones con la señorita Wonyoung, si no te duchas es probable que llegues temprano, Park.

—A penas ayer salí de... ¿Kim?—Silencio—¿Namjoon? Maldición.

Claramente a nadie le importaba en que condiciones se encontrara, se suponía que Sunoo había negociado unos cuantos días más de descanso para poder adaptarse de nuevo a todo, pero eso era el medio, y si podían evitar que respirara incluso solo para seguir ganando dinero, lo harían.

A sus 25 años la verdad que ya ni le frustraba.

.

La cabeza le palpitaba horrible y tenía tanto sueño que sus ojos casi se cerraban solos. Se mantuvo unos minutos dentro del vehículo y luego bajo intentando mantenerse lo más tranquilo posible.

—Hasta que por fin, ven por acá Sunghoon, tu carpa está junto a la de Wonyoung, le avisaré a las vestuaristas que ya estás aquí—Mencionó el hombre moreno al que desgraciadamente llamaba manager mientras lo empujaba por la espalda hacía el set al aire libre.

Cuando se adentró en la misma su compañera largo un grito.

—Oh, eh disculpa Won, no sabía que era la carpa equivocada—La chica le lanzó la lata ya vacía de la bebida que la había hecho tirar por el susto.

—¡Mínimo haz ruido cuando caminas o algo, ponte una campana, tarado!—Sunghoon sonrió, por primera vez en el día.

—Ya, lo siento iré a la mía.

—Eh, de hecho—Lo detuvo—Esta si es tu carpa, estaba esperando a que llegaras.

Sunghoon se mantuvo en silencio para dejarla seguir.

—Verás, ¿Conoces a Lily, no es así?—No. Pero si le decía lo próximo que podría recibir sería un golpe con un puño real.

—Sí.

—Bueno, como es mi manager dijo que había estado evaluando algunas posibilidades en conjunto con la agencia y llegó a la conclusión de que sería genial que nosotros...—Guardó silencio.

—¿Que nosotros qué?

—Que si tú y tu manager estaban de acuerdo, podríamos fingir una relación, ya sabes, esas cosas de... Gente.

El pálido largo una risa genuina que fue desvaneciéndose después de ver la expresión apenada de la chica.

—Ah, ¿Hablas en serio?—La castaña lo miró mal—¿Qué supone que ganaríamos fingiendo una relación? Aparte del acoso masivo y las amenazas de muerte.

Ella caminó hasta él mientras viraba los ojos. Sunghoon y Wonyoung se entendían muy bien, eran dos personas completamente distintas y eso quedaba claro, pero ella le daba calma en medio de la tormenta y a ella, bueno, Park le parecía el hombre más tierno sobre la tierra. No románticamente.

Claro que las personas no los conocían tan bien como ellos a si mismos, y sí, era probable que muchas cosas malas llegarán a sus oídos y mucha gente detestara aquello pero como estratégia de marketing funcionaba lo suficientemente bien como para mantenerlos relevantes, sobre todo a ella.

—Sé que puede ser mucho, ¿Está bien? Eso lo entiendo, pero piénsalo, no importa como la gente hable de tí, siempre van a hablar y si vamos a ganar de alguna manera con todo el circo que se quieren montar, ¿No crees que igual estaría bien?.

El mayor lo meditó, aún así, la idea no le hacía mucha gracia.

—Escucha Won, si lo comprendo pero no quiero hacerlo, más que nadie comprendes la cantidad de cosas que han estado pasando últimamente y si te soy sincero con mucho esfuerzo puedo siquiera estar parado aquí—Ella se alejó unos pasos, haciendo una cara que Sunghoon conocía bastante. Estaba frustrada.

»Ey, ¿Hay algo que esté mal? Puedes decirme, voy a apoyarte en lo que necesites pero tienes que hablarme.

—Es solo qué... Si no es contigo será con alguien más.

—¿Eh?

—Decidí decírtelo primero antes de que te plantearan la idea porque sabía que dirías que no y tenía la esperanza de convencerte, pero si tú no aceptas será con cualquier otro. Lo que sea para potenciar mi imagen de buena o mala manera, Hoon.

Su jaqueca parecía estarse empeorando mientras su cerebro más intentaba pensar que mierda era todo eso.

—No creo que necesites potenciar tu imagen de ninguna manera, ya eres lo suficientemente relevante, pero ¿Que te da tanto miedo de ir con otra persona?—Notó como su mirada se desvío unos segundos de la suya. Eso era.

»Wonyoung, puedes decirme.

—Independientemente de quién sea, voy a tener que fingir material frente a medios como dispatch, fotos y videos que se vean accidentales pero creíbles y tú sabes lo que eso implica.

Besos, abrazos, contacto físico. Una lista corta pero terrible que ella odiaba con cada parte de su alma.

Le tomó unos segundos recordar lo mal que solía pasarlo Wonyoung cuando aún la obligaban a hacer comerciales de temática romántica, con tantos varones a los cuáles tocar o besar que tenía que esconderse durante horas luego de las filmaciones para lidiar con la ansiedad de sentirse sucia, como si hubiera algo dentro de ella que quisiera arrancarse la piel con tal de no recordar la sensación. Sunghoon no sabía la razón, pero eso no le impedía empatizar con ella.

Suspiró.

—Bien, dile a tu manager que cuando quiera puede enviarle los detalles del contrato a Kim.—Ella lo miró notablemente sorprendida, pero Sunghoon nunca aceptaba los gracias a excepción de a dos o tres personas.

—Eres como el hermano que nunca tuve ¿sabías?—Mal momento para ese comentario.

—Si, si, ahora fuera de mí carpa, aquí solo entran bonitos y tú no estás en esa categoría—Seguido a eso recibió un golpe de un cojín tan fuerte que su cerebro se reacomodo dentro de su cráneo.

—A ver si con el golpe se te acomoda la visión, anciano.

¿Esa decisión le traería más problemas de los que debería en el futuro? Sí, probablemente, ¿Sunoo iba a matarlo? Sí. Mierda, de verdad le dolía la cabeza.

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𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 | heesun au.Where stories live. Discover now