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Sunghoon llegó a casa soltando a su paso la ropa que lo cubría conforme se adentraba en el departamento, necesitaba ducharse y cambiarse para estar presentable en la salida con Jungwon, aunque no era específicamente rápido para eso.

Una hora y media después estaba listo y el menor había confirmado, por suerte, que todavía quería ir con él. Entonces sin esperar mucho tiempo, tomó las llaves de su camioneta y salió.

Tal vez sin pensarlo nada, en absoluto.

Estacionó frente al conjunto en el que el pelirojo vivía y le tomó apenas segundos enviar un mensaje indicando su espera.

No dejó que sus pensamientos lo abordaran con facilidad pues de haberle dado más vueltas probablemente se habría arrepentido, pero él genuinamente estaba muy agradecido con el contrario, se había preocupado por él en muchas ocasiones y aunque no le gustara admitirlo o siquiera lo notara, la verdad era que le parecía la persona más pura que había conocido en mucho tiempo.

Sunoo y Jungwon tenían en común ser personas cálidas. Él se sentía muy tranquilo a su alrededor.

Sus pensamientos enmudecieron casi al instante en el que lo vió. Jungwon se despedía del velador con una mano alzada mientras sostenía el aza de un bonito bolso negro cruzado sobre su vientre, vestía completamente de negro pero esta vez no llevaba hoodie como el mayor se había acostumbrado a verle.

Cuando destrabó el seguro del vehículo para abrir la puerta quiso reír.

—Oiga, Hyung. Cuando dijo que me buscaría no pensé que traería una mostertruck ¿Quién demonios compra una cosa tan gigante?—. Fué lo primero que dijo en cuanto la puerta se abrió evidenciando lo alta que era en comparación al muchacho.

—Yo, ahora súbete o te dejo aquí, rápido.

El más bajo hizo caso con una sonrisita burlona en el rostro, mientras se agarraba de las azas de la camioneta para subir a la misma sin caerse en el proceso.

Una vez dentro, Sunghoon encendió el vehículo y arrancó camino al destino por el que el menor todavía ni preguntaba, tal vez en realidad estaba confiando demasiado en el gusto adulto de Park, quién evidentemente no era el que preparaba las salidas con sus pocos amigos.

—Huele bien ¿Es algún ambientador?—.Dijo Jungwon después de un rato de camino.

—No, supongo que soy yo, en realidad me dan alergias los ambientadores, pero gracias por lo de que huelo bien—.Respondió el contrario con simpleza.

Sin reparar siquiera en el sonrojo fuerte que se había instalado en las mejillas del chico.

Este se aclaró la garganta antes de volver a hablar.

—Huele bien, como un ambientador para auto quise decir en realidad, pero de nada, hyung—.Soltó con tono de inocencia burlona.

Sunghoon chasqueó la lengua.

Que simpático, Yang Jungwon.

.

El camino a casa de Sunoo probablemente fué más silencioso de lo esperado, el azabache no le estaba rindiendo tributo en lo absoluto a la E en su tipo de personalidad pero como cualquier otra persona hubiera hecho, no fué capaz de musitar sonido después de que Sunghoon dejara esa respuesta en su tweet.

Sabía que el más alto se encontraba solo a unos centímetros más lejos de si mismo, mirando por la ventanilla contraria, tal vez intentando disipar el ambiente extraño que se había formado. Y como el más hablador de ambos Sunoo se vió en la obligación de tragarse sus nervios y disimular la rojez que se mantenía en su rostro.

𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 | heesun au.Kde žijí příběhy. Začni objevovat