Desfile

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La amenaza de una invasión es terrible, pero, ver a una persona que lo trató fatal y sonríe de manera victoriosa al saber lo que le estaba pasando por la cabeza en estos momentos sin duda alguna es inaceptable, pero ya pasó esa junta incómoda, ahora le debe cuentas a Asriel otra vez

-¿Prometes no decir nada? -dijo mientras jugaba con su daga-

-Depende -respondió impaciente- Dime Chara, ¿qué pasó en ese reino?

-Maté a una que otra persona para huir, de lo contrario seguiría siendo un preso más -miró a su hermano con aquellos profundos ojos rojos- ¿Y ahora qué vas a hacer hermano?, es la verdad después de todo

-Decirle a-

-¡También les puedo decir que fuimos a un burdel!, y que tu pues...Te acostaste con una p-

-¡No Chara! -respondió apenado- No hagas eso, por favor

-Entonces tampoco hables, calladitos nos vemos más bonitos -empezó a caminar por la habitación- He visto cosas raras, ponle atención a Sans

-Por favor deja de molestarlo, ya has tenido problemas con el -se cruzó de brazos molesto-

-No me importa su vida, pero te digo esto porque si es muy extraño...Me enteré de que aparentemente sus lazos con Kris han mejorado, pero, tal vez no sea eso lo que busca jaja...Siempre se sale con la suya

-¿A qué te refieres?

-Lo veo muy atento con Frisk, demasiado y no parece caballerosidad -tomó un chocolate que estaba en su mesa de noche- Aparentemente, se muestra como si hubiera cortejo de su parte, eso está muy mal pues la situación es delicada y no son de la misma especie...Imagina una guerra por una mujer, como la guerra de Troya...¿No te intriga?

-Pues, lo que me dices es demasiado extraño y no debería darse un cortejo así, pero Sans...Si, lo he visto comportarse extraño con ella desde hace un tiempo atrás pero, no quiero pensar mal

-Hay que estar atentos, pues la amenaza de guerra no es un juego y lo sabes perfectamente, además tu más que nadie puede sacarle la verdad a Sans o descubrir lo que siente exactamente, es por el reino que vas a gobernar











































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Frisk no se sentía bien en esta mañana, pues estaba aún en cama quejándose por aquellos cólicos que la hacían retorcerse y desear recuperarse rápidamente, pero nada se podía hacer ahora, ya que esto no es una enfermedad y por lo tanto no hay un tratamiento exacto para sus síntomas, debe soportar el dolor estando en cama durante estos cinco días o evitando actividades en el exterior

-¿Porqué siempre nos pasa esto? -se dijo a si misma, tenía su cabello desarreglado y con nudos, aún llevaba puesto su camisón- Me quiero morir en este momento

-¡Aquí nadie se va a morir! -dijo Kris al otro lado de la puerta- ¿Te traigo algo hermanita?, ¿necesitas a un médico? O ¿quieres estar sola?...¡Mejor me quedo aquí!

-N-no Kris, se pasará el dolor después -tomó una de las almohadas y la abrazó- Puedes ir a tus asuntos, Muffet vendrá en un par de horas y Mettaton no debe tardar, aunque insisto en que no debiste mandarles una carta urgente

-Fui personalmente con ellas a pedirles que te cuidaran, ¿fui demasiado rápido?

-D-demasiado, normalmente te tomas las cosas con calma

En la guerra y el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora