5 de diciembre (Ragoney)

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🌿MUÉRDAGO 🌿

(Esta dentro del universo de No te puto pilles)

Raoul y Agoney se despiertan el 25 de diciembre con una gran resaca. Pasaron la Nochebuena en casa de Nerea y Aitana, con más amigos, y jugaron a juegos de beber. Puede que se pasaran un poco, y aunque el camino a casa los despejó, las dos copas que se tomaron ya en casa no ayudaron.

Agoney es el primero en levantarse de la cama, se estira y mira a Raoul. El rubio está boca abajo, desnudo debajo de las sábanas que le tapan hasta la cintura. Agoney se muerde el labio antes de salir de la habitación, necesita quitarse el dolor de cabeza.

Se toma una pastilla y prepara otra junto con un vaso de agua para llevárselo a Raoul. Lo deja en la mesita de noche y se sube encima del rubio para ir dejando besos sobre su espalda.

–Feliz navidad…

–Feliz sí…–Dice Raoul con voz ronca. –Feliz si me dejas dormir.

Agoney ríe, incorporándose aun a horcajadas sobre el culo de su novio.

–No seas perezoso, tenemos que ir a casa de tus padres a comer.

–Me puedes comer aquí Ago, no hace falta ir a casa de mis padres. –Mueve su culo para acompañar sus palabras.

–Eres un cerdo. –Agoney se levanta. –Te he dejado ahí la pastilla, me voy a duchar. Cuando salga te quiero ver despejado.

–Espera, me quiero duchar contigo. –Raoul gira la cabeza en la almohada, abre los ojos y hace un puchero. –Porfa.

Rodando los ojos, el moreno acaba aceptando.

**

Mientras Raoul se seca el pelo, Agoney prepara dos cafés y recoge un poco el salón. Los abrigos están tirados por el suelo, junto a sus zapatillas y algunas prendas de ropa que no llegaron a la habitación. También encuentra un muérdago, no sabe muy bien de dónde ha salido, pero lo deja sobre la encimera de la cocina. Cuando su marido aparece por la puerta, se lo señala.

–¿Tu sabes porque tenemos un muérdago?

La cara de Raoul se ilumina, avanza rápido y lo coge para observarlo.

–Mi yo borracho lo cogió de casa de Nerea. Es listo eh.

–Lo robaste de casa de Nerea. –Lo corrige Agoney.

–¡No! Lo cogí sin preguntar. No es lo mismo. Además ellas no se van a dar cuenta hasta mañana por lo menos.

Agoney niega con la cabeza y bebe un gran sorbo de café. Lo va a necesitar.

Raoul se acerca a él y situa el muerdago sobre sus cabezas, le mira con una sonrisa y alza las cejas.

–¿Qué? –Pregunta Agoney.

–Beso. Ya sabes, debajo del muérdago nos tenemos que besar.

Agoney le da un beso rápido antes de acabarse lo que queda de café y ponerlo en la pica. Raoul se lame los labios y sonríe triunfador.

–Voy a ponerme las botas y el abrigo, salimos en diez minutos, que seguro que hay tráfico.

**

Agoney estaba en lo cierto. Media hora después están en un atasco de camino a casa de la familia de Raoul.

–Ago…

Agoney rueda los ojos, aparta la mirada de la carretera y le mira. Llevan alrededor de media hora comportándose como un niño, y aunque debería estar acostumbrado, lo cierto es que su paciencia empieza a acercarse al límite.

Mini Historias navideñasWhere stories live. Discover now