CAPÍTULO XII - Confessions

1.1K 100 2
                                    

Capítulo XII: Confessions

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Capítulo XII: Confessions

El horrible ruido de la máquina que tanto odiaba fue lo primero que escucho al despertar

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

El horrible ruido de la máquina que tanto odiaba fue lo primero que escucho al despertar. La cegadora luz, hizo que frunciera el ceño y que poco a poco abriera los ojos. Fue ahí cuando se dio cuenta.

Estaba en el hospital.

Miró su cuerpo, estaba con una bata y estaba conectada a demasiados cables. Su cabeza volvió a apoyarse en la almohada. Todo le dolía. Parecía que un camión había pasado por encima de ella.

Estaba pésima.

— Veo que ya despertaste.— le dijo el Doctor Cullen mientras entraba en la habitación con una sonrisa.

Luna asintió con la cabeza, aun estaba intentando procesar todo lo que había pasado. Esperaba que todos estuvieran bien.

— Nos diste un susto a todos. Fue una operación difícil, pero logramos estabilizarse. El aire no entraba en tus pulmones. Es algo que en estas alturas pueda pasar con frecuencia.

— Ya veo.— los ojos de Luna medio se aguaron. No quería pasar por ese dolor una vez más. La hizo sentir pésima.— ¿Eso significa que me tendré que quedar aquí hasta ese día?

— Aún no. Dentro de unos días te daremos el alta.— le dijo Carlise animandola un poco.— Aunque lo más probable es que pronto te tengamos que internar.

— ¿Hay algo que no pueda hacer cuando salga?

— Esta vez no pondré limitaciones. Disfruta el tiempo que te queda. Pero no hagas ninguna locura.

— Anotado.— dijo riendo un poco al final.

Había llegado su momento. Se había rendido, pero aún así, las palabras del doctor que la atendió desde los nueve años e hizo todo lo posible para que llegará hasta esos instantes, dolía. El ya lo había confirmado, eso la deprimia.

ACENDRADO³ | Seth Clearwater Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora