CAPÍTULO XVII - Last breath

1.2K 119 7
                                    

Capítulo XVII: Last breath

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo XVII: Last breath

Se sentía melancólica en ese atardecer

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Se sentía melancólica en ese atardecer. Era muy bonitodigno de ser pintado o de ser fotografiado. Lo veía de forma pacífica desde la camilla. Incluso estaba demasiado tranquila.

Una tranquilidad que hacía días no conocía.

En esos momentos no importaba el horrible ruido de la máquina. Tampoco el molesto tubo que estaba en su nariz. No importaba ni siquiera el infartante dolor en el pecho que tenía.

Extrañamente, se sentía libre.

Como si estuviera corriendo por un prado. Ella sola. Mientras el viento se encargaba de que su pelo y vestido se movieran a su compás. Sin una máquina que la ayudaba a respirar.

Era algo gracioso, ya que en esos momentos, respirar le estaba doliendo como si miles de estacas la atravesarán. Pero se sentía así, en una linda deriva.

Fue entonces cuando lo vio. Al chico que amo, que ama y amaría hasta incluso en el más allá. En donde ya no sería se carne y hueso. En donde el tiempo se detenía. En donde ya no sufriría.

Seth Clearwater era su definición de paz.

Un chico que apareció de la nada, cayó de rodillas ante ellas y sus ojos parecieron jurarle un amor tierno y sin defectos.

Un chico al que no le importo entregarle su corazón a la chica que jugaba con la muerte desde hace años. La cual sólo escapaba y buscaba la felicidad.

Con su llegada extrañamente se rindió. Pero no era algo malo, había encontrado todo lo que necesitaba. Había encontrado alguien quien  la tendría en sus brazos hasta su último Adiós.

Ellos tenían un amor que ni siquiera la muerte sería capaz de separar.

Un amor que no era de este mundo. Un amor que hacía que cada caricia doliera como su fuera la última vez que eso sucedería. Un amor limitado por alguien que venía a buscarlos muy pronto.

— ¿Cómo te sientes?— le preguntó mientras se sentaba a su lado y dejaba un pequeño beso en su mano.

— Extrañamente me siento tranquila. No importa cuanto esté sufriendo en este momento. Mi corazón está en paz. Pero mi mente lo sabe, solo es cuestión de horas.

— ¿No crees resistir más?— le preguntó Seth con la voz temblorosa, sabiendo cual era la respuesta, pero aún sin querer aceptar la repuesta de su amada.

— Creo que hasta acá llegue.— Luna tomó ambas manos de Seth. No podía sentarse, su cuerpo nisiquiera era capaz de aguantar sus movimientos. Luna estaba apunto de colapsar.— Y no me voy a ir de aquí hasta que tu no me dejes ir.

— No es tan fácil hacer eso. No creo ser capaz de dejarte ir. Hiciste que mi vida mejorará completamente, eres mi luz. Eres la persona que más amo en este planeta. No soy capaz de hacer eso.

— Entonces si me amas déjame ir. Aquí solo estoy agonizando en vida. Y aunque te ame demasiado y quiera seguir descubriendo cosas de la vida. Yo me rindo esta noche. Y sólo necesito que me dejes ir. No digo que te olvides de mi, de tus sentimientos. Solo dime que me dejas ir. Acepta que ya no me queda más tiempo.

Y mientras lágrimas caían de los ojos de ambos. Seth se acercó a ella y la beso. Su último beso, su última explosión de emociones. Su última vez sintiéndose de esa forma.

— Te dejo ir Luna Black, pero no prometo poder resistir a una vida sin ti.

Ambos se despidieron. Porque aunque a Seth le hubiese encantado quedarse entre sus brazos en esos momentos. Debía ir con Jacob. Esa fue la última vez que se vieron, mientras eran conscientes.

Entonces mientras que las horas se convertían en minutos, Luna recordaba todo lo que había vivido. Como si de una película se tratara. Tenía una gran sonrisa en el rostro y miraba melancólica el techo.

Fue en ese momento en el que dio su último respiro y su corazón empezó a fallar. Pudo sentir a la vampira que tanto la había cuidado esos días intentar salvarla, aunque era inútil.

Podía sentir su desesperación. Y se sentía mal por ella. Una buena chica, a la que le dieron una segunda oportunidad. Eso sonaba melancólico.
Y entonces en ese momento, Luna quizo una segunda oportunidad, pero en otra vida.

Una en donde seria feliz, en donde no se tendría que preocupar por el tiempo. Una en donde solo visitaría el hospital por chequeos anuales. Una en donde se le permitiera tener un amor para toda la vida con Seth Clearwater.

Eso era todo lo que quería en ese momento.

Fue entonces cuando la última gota de sus ojos. Y con una sonrisa abandono este mundo. Con las esperanzas de una vez más volver a pisarlo y ser feliz sin tener que sufrir y agonizar en vida.

Luna Black había dado su último respiro esa noche en donde la muerte se sintió satisfecha y fue por su otra víctima. 

ACENDRADO³ | Seth Clearwater Where stories live. Discover now