A | "Si te detienes a pensar en el tiempo la vida pasa volando, mejor es dejar que todo fluya y ser feliz."
Después de años de lucha la vida de Luna Black empieza a terminar. Unas simples palabras del médico y un fin ya marcado. Luna está dispuesta...
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Capítulo XIV: Lyra Cullen.
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Después de un chequeo médico hacia un par de días atrás, Luna fue internada de forma definitiva en el hospital. Una vez a la semana, durante dos horas, se le permitía salir. Y podía recibir visitas de diez de la mañana a seis de la tarde.
No estaba triste, después de todo sabía que eso pasaría en algún momento y no era tan malo como creía. Tenía demasiada compañía y eso la hacía feliz. Nada de que quejarse.
Incluso ahora estaba junto a Seth. Ambos viendo Orgullo y Prejuicio por décima vez. Incluso algunas veces imitando escenas de la película.
Seth era el que más sabia que debía pasar todo el tiempo que podía con Luna. Sabía que era cuestión de días para que se vaya del mundo. Y el no sabía si podría soportar su pérdida.
— ¿Qué te parece salir un poco el sábado?— le preguntó Seth.— Vayamos a la casa de Emily, queda cerca y además los chicos de la manada quieren verte.
— Me parece bien. Ir a la casa de Emily es muy divertido.
Seth sonrió y sin poder evitarlo la beso. Desde que había agarrado confianza, Luna se dio cuenta de una cosa. Parecía una lobo hambriento cuando la besaba. No iba a negar que los besos de su novio eran los mejores, pero a veces parecía olvidarse de que sus pulmones no funcionaban del todo bien.
Sintieron como la puerta se cerró de golpe, de inmediato ambos se separaron. La cara de Luna se puso completamente roja mientras intentaba recuperar el aire. Mientras que Seth no sabía dónde esconderse.
Seth se levantó del lugar como el valiente que era y fue a abrir la puerta. Incluso se avergonzo aún más al ver que era Jane la que los había visto.
— Lo siento, Jane. Puedes pasar.
Jane paso a la habitación y miró a Luna con una sonrisa un tanto perturbada.
