the reality between us ; hanknow

final

A Minho siempre le gusta cuando tienen citas. Es algo diferente a su cena habitual juntos o a los encuentros en el jardín de la azotea porque ambos están ocupados y no tienen suficiente tiempo para vestirse y salir con frecuencia. Por lo tanto, cuando logran sacar algo de tiempo para salir, le gusta vestirse bien.

"Lo haces solo para hacerme sufrir", acusa Jisung cuando viene a recoger a Minho, y Minho está un poco de acuerdo con él. Un poco.

"Has visto mi cuerpo antes", dice Minho suavemente, cerrando la puerta detrás de él y poniendo llave.

Como una polilla a la luz, las manos de Jisung encuentran la curva expuesta de su cintura, cortesía de la sudadera corta con capucha que decidió usar. Cuando no está haciendo nada, su piel no se revela ya que también usa jeans de cintura alta, pero tan pronto como trata de alcanzar algo, su piel queda expuesta. Jisung no puede dejar de mirar. O tocar.

"Oh, vamos, no iremos a cenar si sigues tocándome", dice Minho, pero está complacido con la reacción de Jisung.

"Pero eres tan sexy ", se queja Jisung. "Cambié de opinión, ¿no podemos quedarnos y -"

"Quiero comida, bastardo. Podemos hacer lo que quieras después de que regresemos, lo prometo."

"Ya verás la próxima vez que salgamos", se queja Jisung, pero toma la mano de Minho de todos modos y se dispusieron a encontrar el pequeño restaurante que habían encontrado en internet hace unos días.

Todo va bien cuando llegan. Encuentran el camino fácilmente, la comida es buena y Minho paga la cuenta porque perdió en piedra, papel o tijera. Jisung tampoco ha superado su elección de vestuario, y sigue aprovechando cualquier oportunidad disponible para poner sus manos en la cintura de Minho o acercarlo para besarlo, y es cuando Jisung lo está besando contra la pared de la tienda de conveniencia en un callejón que Minho deja que se le escape de la boca.

"Ah- Jisung... no aquí -" Minho gime mientras Jisung muerde un lado de su cuello, los caninos raspando suavemente su piel allí. "Aquí no, será un desastre".

"¿Qué va a ser un desastre?" pregunta Jisung, presionando las palabras en la piel de Minho e inhalando el olor a primavera y café. "¿Qué quieres que haga que sea un desastre?"

"Tú -" dice Minho, pero no sabe cómo continuar cuando los dedos de Jisung se agarran con fuerza alrededor de su cintura desnuda. "Sigues hablando de mi cuello", finalmente logra decir, y no puede evitar la bocanada de aire que lo deja cuando los ojos de Jisung brillan intensamente ante sus palabras, entradas por el rojo y el dorado.

"¿Y qué hay de eso?" Jisung murmura, se inclina de nuevo para besar alrededor de los moretones que ha dejado en la piel de Minho. "¿Te gusta, bebé? ¿Quieres que te saque sangre?"

"Dios , bebé- por favor, no me hagas decirlo -"

"¿Decir qué? No he tomado mis pastillas después de nuestro almuerzo, ¿sabes?"

"Yo... no puedo decirlo aquí."

"Te llevaré a casa entonces".

No apartaron las manos el uno del otro durante todo el camino de regreso a su apartamento. Sus brazos están fuertemente entrelazados, y Jisung sigue murmurando cosas en su oído en voz baja, casi lo hace tropezar con sus propios pies. Cuando llegan, toman la decisión unánime de ir al departamento de Minho, que está en un piso más bajo y por lo tanto les brindará privacidad más rápido.

Tan pronto como Minho logra meter su llave en la cerradura y la puerta está abierta, lo presiona contra la pared de su propia sala de estar cuando la cama está justo allí .