O7

3.6K 469 307
                                    

ADVERTENCIA :

Escenas sexuales y lenguaje explícito, si no te agrada este tipo de contenido favor de saltar este capítulo.

Eliminados. Eliminados de la Copa América y en su propio país. Tan cerca del final pero tan lejos de la victoria. Esta vez les tocó jugar contra Uruguay, un ganador en varias ediciones pasadas. La vergüenza le inundaba, pues sabía que no había dado lo mejor de sí mismo en el partido y por ende lograron colarse en el área y anotarle tres contundentes goles. Estaba desanimado. Dejó que los comentarios de los fanáticos rompieran un poco las barreras que le protegían y tuvo que ir a ahogar la derrota en alcohol junto a su equipo.

El ambiente en aquel antro se suavizó con las bromas y los bailes de los jugadores, había incluso uno que otro de las selecciones rivales, pero en la fiesta todos eran amigos. Se encontró con Neymar y cómo si fuera de nuevo aquellos días donde inició el torneo, el mayor se dedicó a ignorarlo. No quería ser grosero pero todavía tenía muy fresco el recuerdo de esa noche, de esos besos y de esos toques. No quería enfrentar esos sentimientos que empezaban a echar raíces en su corazón. El amor nunca era bueno y no quería arruinar esa nueva amistad.

Pero la noche era larga y entre rondas de cervezas y botellas de tequila, Guillermo terminó con la boca de cierto alfa que tocaba siempre sus puntos nerviosos. No entendía como por mucho que evitaba encontrase en la pista de baile con Lionel este siempre terminaba en su línea de visión y a muy pocos pasos. Trató de escabullirse más de una vez pero ya estaba lo suficiente mareado para negarse a sus encantos y a sus propias ganas por besarlo. Podía diferenciar los besos del brasileño con los del argentino, y se regañaba mentalmente por estar comparándolos justo ahora. Pero si tuviera que describirlos sería como el día y la noche, el blanco y el negro, delicado y rudo. Café y chocolate. A veces creía que los aromas de esos dos estaban invertidos, porque Neymar era un alfa tan dulce, romántico, detallista y tierno, también tenía su contraparte pero lo primero era lo más presente. En cambio Lionel era amargo, no en el mal sentido, pero parecía alguien que ocultaba muchas cosas, era certero, directo y fuerte, imponía carácter y le trataba con más dureza, igualmente podía llegar a ser cariñoso pero muy poco.

Los labios de Neymar eran más gruesos, suaves, besaba lento y con calma, era como una caricia entre sus bocas. Lionel tenía los labios más finos pero sin duda con destreza jalaba y mordía, y obligaba a bailar con la lengua.

Las manos de Neymar se posaban ligeramente sobre su cuerpo y tocaba partes exactas, deslizando la punta de sus dedos con parsimonia. Lionel apretaba, explotaba toda la piel expuesta y se colaba entre las prendas, era un desvergonzado cuando de tocar se trataba. Acaparaba lo más que sus palmas pudieran.

Obligó a su mente a dejar de pensar ya en el otro alfa y se concentró mejor en el que tenía enfrente. Con sus gruñidos y la demanda por su atención, Lionel enterraba sus uñas sobre los jeans, queriendo arrancarlos casi ahí mismo. Las cosas subieron de tono. El calor los asfixiaba y sin darse cuenta ya estaban metidos en el baño. Ambos sabían lo que querían. Esa tensión que se acumuló la última vez, esa furia inexplicable tenía que salir de una forma, así que ninguno puso resistencia.

Los dedos expertos de Lionel que estaban enterrados hasta los nudillos en su necesitada entrada junto al alcohol ya arraigado en su sistema le estaban volviendo loco. Su verga estaba apuntó de estallar en la mano contraria y fue a un segundo de correrse que el alfa se detuvo. Le sonrió con sorna, disfrutando verle la cara contorsinada por el enojo y el placer.

-- Ya sabés cómo me gusta, guacho.

Le dijo sin taponeras.

Guillermo entendió, pero antes de darse media vuelta sacó un empaque de su chaqueta. No quería cometer la misma tontería de la última vez.

-- ¿Usaste goma con Neymar también?

Inquirió con una ceja levantada. Se estaba burlando pero aún así Lionel le recibió el preservativo y sin prisa lo rasgo con los dientes, demasiado ocupado con sus dedos en otra parte. Guillermo confirmó que lo había colocado bien y se apoyo en la puerta. Le trajo recuerdos. Antes de ingresar la punta recibió una nalgada y casi se voltea solo para golpear al alfa, pero las piernas le temblaron, era una posición incómoda, además que el cubículo era muy estrecho.

Cerró los ojos y se concentró en la sensación del falo enterrandose profundo. Fue lento, sólo para dejar que se acoplara, pero apenas le dio tiempo antes de que le sostuviera con firmeza las caderas y le empotrara sin cuidado. Si, Neymar también lo follo duro en el carro, pero porque él mismo así llevo la situación, y el alfa siempre le miró con esos ojos de venado que expresaban todos sus sentimientos. Ahora no podía verle la cara a Lionel y tratar de descifrar lo que pensaba.

Ya deja de compararlos

Se volvió a reprender.

Su cuerpo se movía al ritmo de la estocadas del contrario, fuertes y rápidas. Era un sexo desenfrenado, tosco y nada limpio. Era tan malo tomando decisiones borracho, manteniendo relaciones en lugares públicos.

Dejó salir sus gemidos, contrarrestados por la música del antro. Ya se preocuparía luego por sus elecciones. Ahora lo disfrutaría.

Siguieron unos minutos más con el vaivén. Lionel le recorrió toda la espalda con su mano, delineado su espinal dorsal y aferrando su cintura en el proceso. Se coló hasta su pecho, jugando con uno de sus pezones y sosteniendo su vientre. Si empujaba lo suficiente y Guillermo se estirara de más podía sentir por la delgada piel su propio glande presionar. Eso le encantaba.

Desde su altura le era incapaz tratar de marcar al omega, pero tenía en la mira su nuca. Lo haría suyo, más adelante.

Tuvo que retomar el control sobre si mismo al final, cuando sintió que los chorros de semen escapaban del miembro ajeno. La entrada de Guillermo se contrajo y quiso alargar lo más que pudo el extasis del orgasmo.

Aún eyaculando ambos, el alfa se sentó sobre la tapa del inodoro. Estaba exhausto. Guillermo no quería dejarse caer en su regazo pero por el nudo le fue imposible.

-- No seas tonto, te puedo romper las piernas.

-- Sos un exagerado. Ni pesás tanto.

No quería discutir ahora. Así que sólo tuvo que esperar a regular su respiración. Le comenzaba a doler la cabeza, entre el humo, la bebida y la música. Mínimo hubieran llegado al hotel.

Dejó caer la mita de su cuerpo hacía delante, apoyando la frente en la puerta.

-- ¿Te puedo preguntar algo?

Habló luego de un rato Lionel.

-- Ya lo estás haciendo.

Tan encantador como siempre le respondió Guillermo. Lionel bufo.

-- Dejá de ser tan boludo... Pero hablando en serio, ¿tenés algo con Ney?

Guillermo agradeció estar de espaldas al alfa. Se mordió los labios antes de emitir un suspiro. Se cuestionó a sí mismo ¿Tenía algo con Neymar? ¿Era una relación más allá de amigos? Para este punto no podía negar ya que le atraía el brasileño, se lo ganó a pulso, siendo constante y obstinado. Y era muy apuesto. Pero cómo pensó al inicio de la velada, cuando lo vio con su informal vestir, con esa gorra que no evitaba la luz se reflejará en sus orbes esmeralda, no podía haber algo más entre ellos. No se podía dar el lujo de lastimarlo y lastimarse el mismo en el transcurso. Esperaba que esto quedara como un bonito recuerdo de su fugaz amorío de juventud para Santos.

-- No hay nada. Así como entre tú y yo.

El nudo no estaba tan desinflamado aún pero no le importo. Se impulso para arriba, lastimando se un poco en el proceso. Se subió de un jalón su ropa I salió sin mirar atrás.

Lionel sólo pudo sostenerse la parte baja con dolor, observando que del condón salía un poco de su esencia. Oh no, tal vez lo había roto al momento de abrirlo o con la fricción del encuentro. Quiso gritarle al omega pero ya estaba lejos de ahí.













N/A

¿Qué capítulo piensan que tuvo más palabras? Este o el de Neymar.

Btw, esto sólo es el inicio. La trama principal apenas va a empezar. 🤭💗

¿Qué esperar cuando no estabas esperando nada? Where stories live. Discover now