3.- El Gran Error

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Jazmin se había despertado debajo de unos lirios rojos y amarillos que parecían entablar una alegre conversación sobre Agatha quien todavía procesando lo ocurrido, los lirios hacían gestos bruscos en su dirección, utilizando sus hojas y capullos. Ambas se pusieron de pie, mirando a su alrededor vieron a una multitud de muchachas, hermosas y resplandecientes. Todas ellas poniendo su total atención a la mas alta, los susurros aparecieron entre ellas -<<No puede ser...>>, <<Es igual a ella>>, <<Pero no estaba...>>, <<No es ella, ella esta...>>-. Ninguna de las dos chicas entendían lo que querían decir, pero algo más llamo su atención: las niñas brotaban de la tierra ante sus propios ojos. Primero surgía las cabezas de la tierra blanda, luego su cuello, después los torsos, y seguían subiendo y subiendo hasta que extendían los brazos hacia el limpio cielo azul y se calzaban delicados zapatos en el suelo. Mientras el campo florecía con nuevas alumnas, cada una de ellas era recibida por tres hadas de alas brillantes, ocupándose de sus baúles que habían brotado del suelo como sus dueñas.

-¡Qué diablos...¡- En ese momento un hada mordió a su amiga.

-Aggie, deja te ayudo- Jazmin trato de acercarse a su amiga pero unas cuantas hadas se lo impidieron.

Agatha trató de sacudirse el insecto tintineante de la mano, pero este salió volando y la mordió en el cuello y luego en la nalga. Otras hadas intentaron dominarla mientras Agatha daba alaridos, pero la bribona también las mordió y volvió a atacarla. Furiosa, trató de atrapar al hada, que se movía con la rapidez de un rayo, y saltó de un lado a otro inútilmente mientras el hada la mordía una y otra vez, hasta que, por error, entró volando en la boca de Agatha y esta se la tragó. Agatha suspiró de alivio y levantó la mirada.
Una multitud de niñas hermosas la miraban boquiabiertas, como si un gato hubiese atacado el nido de un ruiseñor, miro a su amiga que parecía tener un ataque de risa. Agatha sintió un pellizco en la garganta y tosió el hada. Ante su sorpresa, vio que el hada era varón.

-Oh, deben estar perdidas- Una chica hermosa de cabellos dorados se puso frente a las demás examinando a Jazmín de pies a cabeza.

-Creo que es muy obvio- Respondió Agatha de mal humor.

-Aggie, no seas mal educada- La regaño su amiga y le dio un leve codazo en las costillas- Disculpa, no somos muy sociables- le ofreció una sonrisa- Me llamo Jazmín, un gusto conocerte.

-Un gusto Jazmín- La mirada de la chica era tan encantadora que a Jazmín se le puso la cara roja- me llamo Beatrix- Su mirada cambio al ver a Agatha.

-¡Aj! ¿Qué cosa eres?- Otra chica apareció a su lado, esta vez dirigiéndose a Agatha.

-¿Cosa? Miren, nosotras solo buscamos a nuestra amiga- Agatha parecía molesta- ¿Cómo pasamos a esa escuela? -Señalo la escuela del mal.

-Claro, eres una nunca, eso explica todo- Beatrix se acerco a Jazmín- No deberías ser amiga de una bruja- Trato de tomar la mano de la chica pero esta solo se aparto- Bueno, que las hadas se las lleven a donde pertenecen.

A lo lejos sonaron dulces campanadas provenientes del espectacular castillo azul y rosa al otro lado del lago. Las legiones de hadas tomaron cada una a una alumna de los hombros, las levantaron en el aire y se las llevaron volando a través del lago hacia las torres. Agatha vio su oportunidad de escapar, tomo la mano de su amiga para marcharse juntas, pero antes de poder huir, dos hadas las alzaron en el aire y se las llevaron. Mientras volaba miró hacia abajo, a la tercera hada, el hada varón que la había mordido y que se negó a ir con ellas. Este cruzó los brazos y sacudió la cabeza, como para que nadie dudara de que habían cometido un error garrafal.

Todas las chicas fueron soltadas en la entrada de la escuela, fueron guiadas por los pasillos largos de la escuela con hermosos marcos de los héroes mas famosos de los cuentos de hadas. Mientras tanto, Jazmín trataba de calmar a su amiga quien aun era sujetada por unas cuantas hadas.

-No vuelvan a tocarme nunca - Agatha les gruño cuando por fin se pudo soltar del agarre-¿No se supone que las hadas son buenas?

-Dado a que casi te comes a una...-Agatha la miro mal- Solo digo que no les caes bien- dijo casi en un susurro.

Ambas voltearon a ver el enorme salón en el que se encontraban. Todas las chicas hermosas y profesores con ropas extravagantes interrumpieron su canto para ver a las chicas.

-Este debe ser el infierno- Agatha ya estaba harta de su terrible día.

-Si, definitivamente el infierno- Jazmín miro la rubia de hace un rato.

La mayor tomo la mano de la morena y la llevo por otro pasillo, luego otro, luego otro, hasta llegar a un cuarto de baño enorme, decorado con hermosas pinturas en sus paredes, floreros con exquisitas flores de todos los colores.

-Hijo de...- las dos chicas soltaron.

-Hola, ¿Qué tal?- Dijo una mujer con un vestido dorado en tono calmado- Veo que encontraron el Salón de la Purificación.

-Aggie...- la chica le susurro con miedo a su amiga- ¿De dónde apareció?

-Bien hecho queridas lectoras- Interrumpió la mujer- Aunque solo esperaba que fuera una de ustedes - La mujer miro con asombro a Jazmín como si hubiera descubierto algo más- Ya veo, algo muy inusual de verdad- La mujer se acerco a las dos- Les sugiero que las dos se aseen un poco antes de la orientación- Miro con mas detenimiento a sus ropas- Su viaje por el bosque fue algo brusco, debió ser muy agotador.

-¿Cómo usted sabe?- Agatha puso a Jazmín detrás de ella- ¿Cómo sabe de donde vinimos?

-Porque las estaba esperando- Dijo la mujer con entusiasmo- Yo soy la Profesora Dovey y les voy a ayudar en todo lo que pueda.

-Gracias, pero nuestra amiga Sophie era la que quería venir aquí- Jazmín le dedico una mirada de enojo que no comprendió muy bien.

-Si, a ella la dejaron en la escuela equivocada.

-¿La nunca?- ambas chicas la miraron con confusión- Su amiga es una nunca. Ustedes son siempres. Siempre porque, aquí creeos en vivir felices para siempre. y nunca porque ellos no.- Las chicas se miraron y luego a la profesora- Escuela del bien- su tono parecía mas feliz- Escuela del mal- Su tono parecía mas siniestro y asi siguió repitiendo lo mismo una y otra vez.

-Ya entendimos, esta claro que hubo un error.

Jazmín, un poco molesta, dejo de prestar atención a su charla, las pinturas en las paredes se veían mas interesantes. Aun cuando creía que Sophie era buena, también creía que por algo ellas estaban ahí en su lugar. La escuela las había escogido por una razón y no se iría de ese lugar hasta que se demostrara lo contrario. Toco con una mano las flores para relajarse y alejar esos pensamientos, era muy egoísta de su parte, con la otra jugo con su collar.

-Le agradezco su función, pero tenemos que ir a buscar a nuestra amiga - Agatha jalo a Jazmin para salir del enorme salón.

-¡Deténgase¡ - grito la Profesora mientras levantaba su enorme vestido y se acerco a las chicas- Escuche, si alguien hubiera cometido un error, el culpable seria depedido en llamas - De sus manos salieron llamas pequeñas- Entonces, finjamos que nadie se equivoco hasta que los resolvamos, ¿si?

Ambas asistieron con la cabeza.

-Además, no hay manera- susurro mientras se dirigía al centro del salón.

-¿Qué acaba de decir?

-Ay, ya se, hay que ponerles sus armaduras- Dovey hizo un baile discreto de alegría.

De la puertas traseras del salón, salieron varios vestidos, de todos los tipos y de todos los colores, pero en su mayoría eran escalas de rosas y rojos.

-¡Mira eso¡ Voy a adivinar, no les gusta el rosa. No hay problema, también tenemos lila, magenta, sandia, Jamaica, tantos colores. ¡Ay, como amo mi trabajo¡

Jazmín se acerco alegremente a un vestido a blanco pomposo y con varias flores en lo bajo de la falda. Agatha la miraba con el ceño fruncido.

-¿Que? Si vamos a estar aquí mínimo me voy a lucir- le dedico una enorme sonrisa a su amiga para luego vestirse- Después de pasar tiempo con dos mujeres obsesionadas con la moda una aprende trucos- una vez termino de vestirse le extendió un vestido rosa con arreglos florales- se que este te quedara hermoso.

иυєѕτяο ƒιиαℓ ƒєℓιz ▪ The School For Good And EvilWhere stories live. Discover now