7.- Muestra de Talentos

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Después del incendio encerraron a ambas jovenes en su habitación durante dos días; solo le permitieron usar el baño y recibir alimentos, vegetales crudos y jugo de ciruelas que le llevaban las hadas, mirándolas con antipatía. Durante el primer día, Jazmín no le dirigía la palabra a Agatha, siempre la evitaba, no la miraba y sólo se la pasaba acostada en su cama. El segundo día, Agatha se cansó de su comportamiento.

-¿Por qué me evitas? - Agatha se enfrentó a su amiga.

Jazmín siguió peinando su cabello en uno de los tocadores. Agatha se cruzó de brazos y volvió a preguntar, al no tener una respuesta arrebató el peine de las manos de su amiga.

-Mínimo mirame - Agatha ya estaba molesta - Ya bastante tengo con que Sophie no se quiera ir.

Jazmín no la miro.

-Dime lo que pasa.

- No pasa nada - Jazmín susurro aún sin mirar a su amiga.

-¿No pasa nada? - Agatha se acercó a ella - Me llevas evitando desde que nos encerraron y dices que no pasa nada.

-¡No pasa nada! - Grito y por primera vez Jazmín la miro.

Los ojos de Jazmín resguardaban lágrimas que parecían luchar por salir. Volvió a agachar su mirada evitando la de la morena.

- Yo... - Tomo un gran respiro y lo soltó- Es este lugar, Agatha. Es como si no perteneciera aquí - Las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas - Parece que soy un adorno más, aún cuando todos parecen creer lo contrario. Soy inservible, no pude salvarte a ti ni a Sophie. Sólo puedo gritar para que alguien más las rescate.

Agatha miro más de cerca sus ojos, estaban rojos y bajo de ellos parecía tener ojeras. No había dormido desde que llegaron.

- No es mi cuento... - Miró a Agatha- Es su cuento... - Limpio las lágrimas que resbalaban - No debería estar aquí y lo sabes.

Agatha trato de acercarse a ella, pero Jazmín se alejó. Llorando sin contenerse.

-No, Agatha - Volvió a evitarla - Te detuve de salvar a ese niño. Ayude en su muerte. No soy como tu o como Sophie. - Las lágrimas no paraban - Yo no soy buena ni deseo serlo. Y si así es como yo me siento - Soltó un gran suspiro - No deberíamos ser amigas. Una bruja y una princesa no pueden ser amigas.

Jazmín volvió a recostarse en su cama. Agatha no trato de hablar con ella después de eso, respeto el deseo de su amiga. Tal vez en otro momento podrían hablar mejor. Por fin, después del almuerzo del tercer día, el lobo blanco vino a llevársela. Agatha supo que tenía que ser algo grave si un lobo venía a buscarla. Jazmín no lo detuvo, si lo hacía podía pasarle algo malo a Agatha, igual a como siempre pasaba.

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Las clases se reanudaron después del almuerzo del tercer día. Jazmín se preparó para sus clases, sin ganas. Antes de salir de su habitación una lechuza blanca con manchas cafés se posó en un tocador. Jazmín curiosa se acercó a ella, miro su cuello y vio un lazo negro algo desgastado con una nota en el.

"Búscame aqui a media noche
H.

Pdt: Dale de comer a la vaca"

Bajo el mensaje había un mapa que señalaba un lugar intermedio en el bosque azul junto al lago. Jazmín guardó la nota en un cofre bajo su cama y le dio una frutilla de la comida de esa mañana. El ave se marchó. Jazmín tomo sus libros y se marchó a su siguiente clase esperando ver a Hort.

иυєѕτяο ƒιиαℓ ƒєℓιz ▪ The School For Good And EvilOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz