9.- Callejón sin salida

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—Bienvenidos a Buenas Acciones —dijo la profesora Dovey a las alumnas reunidas en la sala de estudio de la torre Pureza— Como estamos atrasados con respecto al resto de las asignaturas, dejaremos los preámbulos de lado. Comenzaré por decirles que, a lo largo de los años, he visto una alarmante disminución del aprecio por esta clase.

—Porque es después del almuerzo —Timothée murmuró al oído de jazmín.

—¡Ah! — Jazmín se sorprendió por la repentina aparición.

—Lamento asustarla mi lady — Una sonrisa baja se mostro en su cara.

—No tienes que disculparte —Jazmín imito la sonrisa del contario— Y por favor llámame Jazz — Su mirada se poso en sus ojos - No tenemos que ser tan formales.

—Claro... — Timothée dio una risa cantarina — Me llamo Timothée, pero puedes llamarme Tim. 

—¡Lo sabía! — Ambos escucharon a Tedros exclamar desde un lado suyo. La profesora puso los ojos en blanco y continuó. 

—Parece que tu amiga es cercana a Tedros.

—¿Quien?¿Aggie? ¡Ja! —El contrario la miro confundido — Ella odia este lugar y sobre todo a ese príncipe.

—Eso pensaba — Ambos dirigieron su mirada al frente — Yo podría darte un recorrido por la escuela. Ya que eres una lectora y no conoces bien el lugar — Jugaba con sus manos nervioso —Podemos conversar sobre la historia, las materias o nosotros.

—Seria un placer — Los dos jóvenes terminaron su conversación y prestaron su atención a la Decana.

—Cada vez que hacen una buena acción con intención verdadera, su alma se vuelve más pura. ¡Aunque últimamente, mis alumnos del Bien han hecho buenas acciones como si fueran tareas, y prefieren cultivar el ego, la arrogancia y el tamaño de su cintura! ¡Les aseguro que nuestra racha ganadora puede terminar en cualquier momento.

—No si el Director controla al Cuentista —señaló Agatha.

—Agatha, el Director no tiene absolutamente ninguna influencia en cómo se desarrollan los cuentos —dijo la profesora Dovey con impaciencia—. No puede controlar al Cuentista.

—A mí me pareció bastante bueno haciendo magia —respondió Agatha.
—¿Cómo dices?

—Él se puede transformar en una sombra. Puede hacer desaparecer una habitación. Puede hacer que todo parezca un sueño, así que seguramente podrá controlar una pluma...

—¿Y cómo sabes todo esto? —suspiró la profesora Dovey.

Jazmín sintió el calor recorrer su cuerpo. Era obvio que lo ocurrido aquella noche estaba prohibido y podían expulsarlas de la escuela. 

—Porque me lo mostró —respondió.

A Tedros se le borró la sonrisa. La profesora Dovey parecía una tetera a punto de hervir. Jazmín se encogió en su lugar con la vergüenza reflejada en su cara. Los alumnos, nerviosos, miraron a la profesora y a Agatha. La profesora esbozó una sonrisa tensa.

—Ay, Agatha, qué imaginación que tienes. Te vendrá bien cuando estés esperando a que alguien venga a rescatarte de un dragón hambriento. Esperemos que el príncipe llegue a tiempo. Ahora bien, las tres claves de las buenas acciones son: creatividad, factibilidad y espontaneidad...

Agatha abrió la boca para hablar, pero la profesora Dovey la silenció con una mirada. Consciente de que pisaba terreno peligroso, Agatha sacó su pergamino y tomó notas junto a sus compañeros. Jazmín continuo con su trabajo de la misma manera que Agatha, podía sentir aun el calor en su cara y su cuerpo se sentía incomodo en el vestido pomposo que vestía y las miradas del chico que tenia a un lado se sentían clavadas en ella no la ayudaban.

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⏰ Last updated: Jan 31, 2023 ⏰

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иυєѕτяο ƒιиαℓ ƒєℓιz ▪ The School For Good And EvilWhere stories live. Discover now