5.- Definitivamente Malvada

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Las princesas de Pureza compartían los cuartos de a tres. Una escalera de cristal rosado conectaba los cincos pisos de la torres Pureza y se levaban como una replica interminable cabellera de Rampunzel. En la puerta de la habitación de Agatha y Jazmín, en el quinto piso, había un letrero brillante cubierto de corazones:

¡Bienvenidas, Agatha, Jazmín, Reena

Sin embargo, ningunas de las dos chicas vieron a la tercera. Llevaban varios minutos dentro de la habitación, pero nadie mas entraba. De fuera se podían escuchar los murmullos de las otras princesas, quienes preferían evitar la puerta a toda costa y se lamentaban por la desafortunada que compartiría habitación a lado de esas brujas. Cuando al fin llego, no se quedo mucho tiempo. Llevó con mucho esfuerzo su baúl a la habitación, solo para encontrarse con las lectoras y volver a mudarse.

- ¡Parecen muy malas! - Las jóvenes escucharon que sollozaba - ¡No quiero morir!

-Ven a mi cuarto - Esta vez era la voz de Beatrix- Las hadas comprenderán -

Y las hadas efectivamente comprendieron, de manera que ambas se quedaron solas, y eso las hizo sentir como en casa.

-¿Como descubrió que la cocinaría en un pastel? -Ambas soltaron una risa - Parece que será habitación para dos - Hablo Jazmín viendo los hermosos cupidos en las paredes-

-Aja... - Agatha parecía inquieta al verlos - Deberíamos estar buscando a Sophie.

-Lo sé... -Jazmín se acerco - Pero ahora no podemos hacer nada. No sabemos en donde estamos o como son las cosas aquí - Se sentó a un lado de su amiga - Mañana durante la mañana podemos investigar más sobre las escuelas y en el almuerzo hablar con Sophie - Tomo las manos de su amiga entre la suyas y la miro a los ojos - Te prometo que volveremos a casa juntas.

Jazmín se levanto de su lugar para poder seguir admirado la habitación. De las paredes colgaban hermosos espejos con piedras preciosas. Había elaborados murales que exhibían a las hermosas princesas besando a príncipes gallardos. Cada una de las camas tenían un dosel de seda blanca con forma de carruaje real, y un glorioso fresco de nubes adornaban los mosaico cielorraso, con cupidos sonrientes que lanzaban flechas de amor desde las nubes. Agatha se alejo de todo eso lo mas que pudo y se agazapo en el rincón de la ventana mientras veía a su amiga maravillada por las piedras en los espejos o los finos muebles de madera.

Del otro lado de la ventana pudo ver el lago resplandeciente que rodeaba las Torres del Bien y se convertían en un foso fangoso a mitad de camino para proteger a los malvados. Las chicas la habían llamado Bahía Intermedia. En lo mas profundo de la niebla, el estrecho puente de piedra se extendía de un lado y otro y conectaba a ambas escuelas. Pero todo eso se veía desde el frente de los dos castillos.

Curiosa, Agatha se trepo al alféizar de la ventana y se aferro a una viga de cristal. Miro hacia abajo, a la torre Claridad, que se elevaba a una punta filosa y rosa; un movimiento en falso y quedaría ensartada como un cordero en el asador.

-Aggie, ¿Qué haces? - Jazmín se acerco a su amiga y la agarro con sus manos - ¿Te quieres matar?

- ¿Qué? No... - Agatha bajo - Si podemos atravesar el puente sin que nos vean - Agatha señalo el puente y luego a la Escuela del Mal - Podremos encontrar a Sophie.

Las dos chicas subieron de nuevo al alfeizar, tratando de no caerse, se encaminaron al puente intermedio. Caminaron por minutos, manteniendo el equilibrio para no caer al vacío.

иυєѕτяο ƒιиαℓ ƒєℓιz ▪ The School For Good And EvilOù les histoires vivent. Découvrez maintenant