SA | ❝ Déjame tomar tu mano y demostrarte que hay un camino hacía la tranquilidad.❞
Siempre se solía decir que la amabilidad y la lealtad de un Hufflepuff no encajaría jamás con la astucia y ambición de un Slytherin, pero que grande equivocación. Le...
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expected graduation
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La noticia del futuro compromiso llamó la atención de muchos. Sin duda alguna los más emocionados eran los padres de la castaña, quienes en cuanto recibieron la noticia, ofrecieron su ayuda en la organización de la boda.
Algo que fue sumamente sorprendente para la pareja, e incluso para unos cuantos, fue que Dumbledore les aseguró que les brindaría su apoyo para los preparativos, si ellos así lo deseaban. Tom estuvo a punto de negarse, pero Leia, que era muy optimista y agradecida, lo aceptó, pues le pareció un gesto muy amable.
—Me alegra bastante que estés apunto de unir tu vida con el hombre que amas, y que por supuesto, también te ama —dijo Ophelia, con sinceridad.
Ambas jóvenes iban de camino a la última clase del día, la cual era transformaciones. Después del suceso de Hermes, la enemistad entre las dos chicas había finalizado. Luego de un par de conversaciones, se dieron cuenta de que era bastante absurdo seguir con diferencias, por lo que ahora se reunían más a menudo.
—También me alegra mucho —concordó Leia, sonriente —. Pero hablando de otro tema, me he dado cuenta de que eres más cercana a Connor.
Ophelia desorbitó sus azulados ojos por unos segundos y seguido, rió por lo bajo.
—Sí, es buen amigo. Tenemos muchas cosas en común, así que es fácil que nos llevemos bien.
Algo más que sucedió durante ese tiempo fue que la rubia y su primo comenzaron a juntarse con mucha frecuencia. Al inicio Connor se disculpó con la castaña por hacer eso, pues sentía culpa por ser más unido a la chica con la que tuvo problemas en el pasado, pero ella se encargó de aclararle que no tenía porque hacerlo, pues era totalmente libre de decidir con quien juntarse, además, él no tenía nada que ver en ese tema y ahora ya no tenían ninguna rivalidad.
—¿Estás segura de que solo amigos? —inquirió Leia, con picardía, al mismo tiempo que alzaba sus dos cejas. Las afirmaciones de su contraria no lograban convencerla.
—Muy segura —aseguró Ophelia, riendo.
Estuvo a punto de seguir con el tema porque era evidente que no se daría por vencida tan pronto, pero al ver que el profesor Dumbledore entró al aula justo antes que ellas, se mantuvo en silencio y siguió los pasos del mayor.
—Buenas tardes, jóvenes —saludó Dumbledore con jovialidad. Al instante todos los alumnos correspondieron a sus palabras a coro.
Esa tarde, la clase fue totalmente diferente a las demás, pues el profesor solamente se dedicó a brindarles unas cuantas palabras de reflexión acerca de la vida y del futuro que les depararía. De vez en cuando le dedicaba furtivas miradas a Tom, para después mirarla a ella, no le pareció extraño debido a que eran bastantes sus compañeros y a ellos también los miraba.
