~Midnight rain~

949 79 17
                                    

Narra Satoru:

Tu risa sigue apareciendo en mis sueños. El tacto de mis dedos en tu piel es fresca como la brisa de las mañanas. Esas noches donde te besaba hasta quedar dormidos me golpean con fuerza siempre que entro a la cama. Te juro que lo he intentado, he intentado de una y mil maneras el superarte, pero es imposible porque no importa cuanto lo haga, simplemente no lo quiero, porque me estaría obligando a dejarte ir, a dar por sentado que esto se acabo. Dejarte ir es aceptar que lo que yo quería que pasara no va a pasar.

La gente me ve y me dice que debo soltar aquello que me lastima y los malos recuerdos, ellos no saben que esa parte es fácil de soltar, lo difícil son los planes juntos, esos que nos contamos viéndonos a los ojos en el camino a casa a altas horas de la noche, esos que me contabas con una sonrisa porque te emocionaban y a su vez, me emocionaba ser parte de ellos. No quiero soltar lo que sentía cuando te veía, ni las risas, los tropiezos o los fallos.

Sé que tú pasas por lo mismo que yo, sé que mis recuerdos te atormentan y despiertas buscando mi calor al lado de tu pecho, lo sé porque yo busco tus abrazos. Sé que buscas mis ojos porque yo busco los tuyos, sé que me buscas, porque yo aún te busco a ti y esto no se va a detener, solo estamos buscando tiempo.

Desde que te vi totalmente quebrado por mi culpa, supe que te había perdido y debía aceptarlo. Me dolió como no tienes idea, más porque buscaba a quien culpar pero no había nadie más que yo.

Dejé de insistir, borré tu número y todo contacto. Creí que entre menos supiera de ti más sencillo sería superarte pero la verdad es que todo se convirtió en una tortura. De no ser por la terapia, hubiera buscado refugio en el alcohol o las drogas como lo había echo hasta ahora.

Me recomendó tener otras formas de escape, comencé a ejercitar, pintar, soy un asco para eso pero tengo unos cuantos cuadros en mi habitación solo porque sí, tampoco sirvió mucho porque lo único que pintaba eran cosas que me recordaban a ti. Te sorprenderá saber que aprendí a cocinar, Nanami venía todos los viernes para ayudarme con eso y no dejarme solo, ahora que lo pienso, sin duda tuve que escogerlo como mejor amigo. Supe que él y tú salían de vez en cuando, Nanami se preocupaba tanto por los dos que le alegraba ver como mejorabamos, de las pocas veces que lo vi sonreír por mi.

Por cierto, casi lo olvidaba, también arreglé los temas pendientes con Toji. Le pedí que no te contará nada de mi para no arruinar tu proceso de sanación pero hablamos de varias cosas y entre ellas el como te has vuelto como un hijo más para él, una vez más queda confirmado como cada persona que te conoce queda maravillada con tu alegría y esencia. Me contó sobre la boda de Megumi y Sukuna el próximo año y que te haz mudado finalmente a tu propio hogar.

Han pasado tantas cosas desde que no hablamos, aún es difícil empezar el día sin tus mensajes deseandome suerte y un corazón al lado. A veces me derrumbó y los recuerdos me agobian haciendo que piense que todo ha sido inservible, que no he avanzado nada porque aún te amo y te recuerdo cómo lo hago desde el primer día pero está bien, entiendo que este proceso no es una línea recta sino una montaña rusa que tiene sus altos y bajos, hoy lloraré hasta quedarme dormido, tal vez mañana no tenga ánimos de salir de casa o comer mucho y no estoy seguro si al día siguiente esté mejor pero está bien porque hace dos días ni siquiera pensé que esto podría pasar, estaba recordándote con cariño y siendo feliz a mi modo, tal vez la siguiente semana sea igual, te lloraré lo que tenga que llorar y sanaré lo que tenga que sanar, así es esto.

Nunca he sido fan de pensar que las cosas pasan por algo, creo que uno forja su propio destino pero hay ocasiones donde el destino puede ayudar un poco.

Un domingo, un paseo por la tarde donde no buscaba nada, te encontré, me detuve quedando a una distancia donde tu no me verías, la música sonaba en mis audífonos y era la canción perfecta para la ocasión. Te encontrabas un poco encorvado sintiendo el olor de los pretzels del puesto, ibas acompañado de tus amigos de los que siempre me hablabas y claro que te veías feliz, radiante. Que brutal golpe fue para mi darme en cuenta que en realidad te amaba más que nunca, que me seguía gustando cada parte de tu ser y que aún a esa distancia podía sentir tu perfume favorito en mis fosas nasales. Por inercia di un paso hacia adelante balanceando mi cuerpo hacia ti pero entonces me detuve y borré la sonrisa en mi rostro. No podía aparecer frente a ti, no después de todo este tiempo. Toda mi fuerza de voluntad la centré en irme lo más rápido posible y lejos. No arruinaría todo con mi presencia. Estaba seguro que uno era Junpei, la chica era Nobara por las fotos que me mostrabas pero ¿Quién era el tercero? Por más que busco en mis memorias no logro ubicarlo ¿Acaso es un amigo nuevo? O tal vez algo más que un amigo.  Tampoco debería sentirme mal ¿no? Estás en todo su derecho de ser feliz con otra persona pero eso no quita que sea doloroso. Eso no quita que yo quisiera ser esa persona.

Vous avez atteint le dernier des chapitres publiés.

⏰ Dernière mise à jour : Aug 11, 2023 ⏰

Ajoutez cette histoire à votre Bibliothèque pour être informé des nouveaux chapitres !

My Sugar Daddy [Goyuu] Où les histoires vivent. Découvrez maintenant