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Sinu tenía un ligero dolor de cabeza. La charla con Lauren la había desestabilizado.

¿En serio estaba dudando de su hermano?

Sí. Todo parecía tener sentido.

Ahora quien debía buscar ayuda parecía ser ella y no Camila.

— Sofi, saldré un momento, no tardo —dijo antes de marcarse.

Su hija menor solo asintió con la cabeza, su mamá lucía un poco desorientada, pero podía esperar para preguntar qué sucedía. De cualquier manera, era lógico que todo tenía algo que ver con su hermana y su amiga glamurosa.

Sinu caminó hasta la iglesia donde encontró al sacerdote del pueblo sentado en una banca leyendo un libro que parecía viejo.

— ¿Por qué leer en una banca y no en privado? —preguntó la mujer acercándose a él.

El sacerdote cerró el libro y alzó la mirada al unisono antes de responder.

— Me siento bien aquí, no hay mayor secreto.

Sinu esbozó una sonrisa.

— Quisiera charlar con usted, si no es inconveniente.

— Claro que no.

Sinu tomó asiento en la banca de atrás y comenzó a hablar de su pena.

— Mi hija está teniendo pesadillas —indicó la mujer.

— ¿Camila? — cuestionó él y Sinu asintió — Creo que ya hablamos de eso.

Ella suspiró.

— Puede ser, pero creo que no se trata de una pesadilla, sino de un recuerdo. Cuando su papá falleció ella era muy pequeña y bloqueó gran parte de su memoria luego de encontrar aquella tragedia.

— Lo sé, hija. Esa agonía Dios la ha ido sanando con el tiempo de tu corazón.

— Sí, pero creo que es lo que sueña Camila ¿Usted recuerda algo extraño que pasará ese día?

— Todo fue concluyente —indicó él —esa misma noche los veladores cazaron al lobo que le dió muerte a tu esposo.

— ¿Y si se equivocaron? —cuestionó en un susurro.

El sacerdote pareció retener un suspiro y la vio fijamente.

— ¿Qué probabilidad habría de que dos lobos transformados decidieran cruzarse en este pueblo la misma noche? Los lobos tratan de evitar los problemas entre ellos, no buscan matarse unos a otros cuando hay millares de ciervos y ciervas en el mundo que intentan cazarlos y exterminar su estirpe por completo.

— ¿Y si no fueran dos alfas?

— Son ellos quienes atacan principalmente— respondió el hombre con agilidad —, son criaturas del demonio, tienen instintos como los perros que se agudizan con su transformació, un perro pequeño o débil no se acerca a un sujeto con piedras en la mano, pero un perro grande, un perro fuerte o territorial no se deja intimidar tan fácilmente. Esa noche los veladores mataron a un lobo Alfa, el que le arrebató la vida a tu esposo, un Beta o un Omega de haber entrado a nuestro pueblo ni siquiera se hubiera acercado a él. Las pesadillas de tu hoja pueden estar proyectando su duelo porque cuando sucedió era muy joven para asimilarlo, no creo que haya algo más allá de lo que debamos alertarnos.

Sinu pareció dudar un poco antes de asentir y ponerse nuevamente de pie.

Su corazón le advertía algo, algo que no podía identificar.

—Gracias por aclarar un poco más miente, padre —dijo tratando de parecer humilde y complacida.

El sacerdote se puso de pie con ella y asintió.

— Si hubiese algo más que pueda hacer por tí, puedes acudir a mí.

Sinu asintió con una pequeña sonrisa antes de marcharse a casa.

El sacerdote sintió que tras aquella sonrisa no había demasiada sinceridad y apenas unas pizcas de cordialidad. La vio irse y el aliento que mantenía en su pecho por fin encontró salida.

— Ilumina a este tu ciervo y al alma que quiere ser salvada —imploró el hombre en un susurro mientras apretaba los ojos con fuerza.



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⏰ Last updated: Jan 05, 2023 ⏰

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Noche De Luna Llena || Fanfic CamrenWhere stories live. Discover now