04

476 76 12
                                    

Camila no era una chica que tuviera muchas amigas.

Si no existiera Dinah, no tuviera con quien charlar amenamente en la escuela, y tampoco tuviera una excusa para salir de su casa durante esa tarde.

— Mami — dijo Camila desde el marco de la puerta de la recamara de la mujer.

— ¿Qué sucede cariño? — cuestionó dejando de cepillar su cabello.

— ¿Puedo salir?

La pregunta la sorprendió un poco a Sinu. No sabía si sentirse feliz o angustiada.

—¿A dónde? —cuestionó curiosa.

— Con Dinah.

La mujer arrugó ligeramente el entrecejo con una sonrisa. Estaba confundida.

— Claro, solo dime dónde estarán y vuelve temprano. Pero ahora ve a lavarte las manos, vamos a comer.

—No —se apresuró Camila a responder —, comeré con ella.

La mamá se sacó aún más de onda; las tardes de Camila se resumían en apresurarse a hacer la tarea para poder acostarse y ver televisión, entretenerse en su cuarto con alguna revista o sopa de letras o jugar un pequeño duelo de basquetebol con su hermana antes de que cayera la noche, no era aficionada de salir y socializar.

— De acuerdo ¿Pasarás la tarde en su casa?

— Saldremos, es como un día de campo y luego jugaremos fútbol, no solo irá Dinah, iremos con otros compañeros de la escuela.

— ¿En donde estarán entonces? —insistió.

Trató de recordar el lugar que le había dicho su amiga lo más rápido que pudo. No era mentira que vários de sus compañeros se reunirían, pero ella casi no de llevaba con ellos y esa tarde tenía planeado hacer algo que le interesaba más que ir a ver las mismas caras que ya había visto por horas en la escuela.

— En... en el puente norte.

— Camila, eso es muy lejos —protestó Sinu.

— Pero todos irán, mamá.

Un suspiro se escapó de los labios de la mujer.

— Solo no se metan mucho al bosque, por favor.

Camila sonrió radiante.

— Gracias, no lo haremos —respondió rápidamente tomando un suéter antes de salir.

Ojalá que Dinah y los demás la pasaran bien y todo fuera divertido, pero que la disculparan porque ella no iba a llegar, prefería ir a visitar a Lauren.

Al llegar a casa de la ojiverde, sintió un gran alivio al entrar puesto que afuera el aire era helado.

— Buenas tardes, señorita —dijo sonriendo.

— Buenas tardes, Camz —respondió viendo a la menor frotar sus brazos.

A Camila le agradó cómo se escuchó Lauren llamándola "Camz".

Noche De Luna Llena || Fanfic CamrenWhere stories live. Discover now