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El aire frío acariciaba las mejillas de Camila mientras caminaba a casa de Lauren.

La chica quería aprovechar su salida para al menos charlar con la ojiverde y quizá terminar de aclarar sus ideas.

Avanzó el último par de cuadras con algo de sigilo, fijándose bien en que ninguno de sus tíos estuviera por ahí.

Al estar en la acera de Lauren, echó un vistazo hacia la casa de Shawn; no había nadie en el porche y las ventanas tenían las persianas abajo, de cualquier manera fue cautelosa y procuró que los arbustos la cubrieran hasta llegar a la puerta.

Al llegar, la puerta fue abierta por un chico al que nunca había visto ahí.

— Ho-hola — dijo Camila algo nerviosa —. Yo... estoy buscando a la señorita Jauregui... Lauren.

El chico soltó una risilla al ver la actitud de Camila.

— Adelante — pronunció —, no debe tardar en llegar.

Camila lo dudó un poco, pero ya estaba ahí, además era la casa de Lauren.

— Gracias —dijo asintiendo con la cabeza.

— Puedes acompañarme en la sala o pasar a la cocina y servirte algo — dijo el chico cerrando la puerta luego que Camila entró —... Supongo que no debo darte un tour por la casa —. Añadió al ver qué la castaña no actuó enseguida.

— Yo... Conozco el camino — logró decir para luego irse a la cocina. Hubiera preferido acomodarse en un sillón, pero ahí estaría él y se limitaría a hacer preguntas hasta que llegara Lauren.

Entonces, la castaña se acomodó en uno de los bancos altos frente a la barra y esperó pacientemente; no había nadie más así que se sintió libre de curiosear con la mirada todo a su alrededor, incluso para tocar las cosas que tuviera a la mano.

Mientras los segundos en el reloj seguían pasando su aburrimiento empezaba a hacerse presente. Acomodó los brazos sobre la barra y posó su cabecita sobre ellos, entonces el sueño la venció y nuevamente la sangre y los gritos se hicieron presentes, pero algo fue diferente esa vez; Camila pudo identificar a quién pertenecía la voz familiar, y cuando se dispuso a ir en busca de las personas que discutían, la sangre la hizo resbalar y entonces despertó.

Su corazón latía rápido, al compás del taconeo que se escuchaba acercándose. Y todo se calmó un poco más cuando vio a Lauren.

— Qué agradable sorpresa —dijo la ojiverde.

Camila suspiró y le regaló una sonrisa.

— Buenas tardes señorita. Lamento haber venido sin avisar.

— Tonterías. Yo lamento haberte hecho esperar. Aunque en mi defensa, no sabía que vendrías.

— Tampoco yo lo sabía. Fui a la iglesia y quise pasar a saludarla.

— ¿A la iglesia?

— Para confesarme. Ya era tiempo —comentó la chica como si se tratara de lo más usual.

Lauren sonrió ante el comentario.

— Entonces ¿no deberías estar rezando ahora?

— Lo hago antes de ir a dormir —respondió ágilmente.

Noche De Luna Llena || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora