Bonnus 1: El heredero del mundo.

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¿Por qué si dijimos solo amigos, cada vez que me quitas la ropa, le preguntas a cada tejido, si he tenido tu amistad con otro?

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Luke Tyrell estuvo solo casi toda su vida, aunque la mayor parte del tiempo estaba rodeado por decenas o hasta cientos de personas. Era el único hijo del famoso director de cine Jace Tyrell y la internacionalmente reconocida cantante Seraphina Tyrell. Toda su vida se la había pasado bajo un reflector que seguía cada uno de sus pasos. "Luke, no llores, te observan" "No cantes esta canción en público" "No te muestres molesto, siempre sonríe" "El derecho es tu mejor ángulo, cuida como posas" "Todo lo que haces tiene repercusión, eres una marca".

Cuando alguien es famoso, todas las personas del mundo piensan que tienen derecho a juzgar cada una de las decisiones que toma. Piensan que tienen alguna especie de poder sobre su vida, que pueden especular sin límites sobre su intimidad, cancelar sus acciones sin detenerse a preguntar sus razones, exigen atención, bienestar constante, sonrisas y buen humor constantes y disposición a interactuar constante.

A una persona famosa, jamás le será perdonado un momento de tristeza, incomodidad, molestia o humanidad. El mundo cree que las personas famosas son artefactos mecánicos y sin sentimientos, a los cuales pueden señalar con el dedo cada vez que les da la gana.

Es solo que Luke no había escogido ser famoso, no había decidido ser reconocido en la calle por personas extrañas con las que no tenía ningún deseo de fraternizar, no había decidido que su rostro valiera millones de dólares y tampoco había decidido que el mundo siguiera cada uno de sus pasos. Porque si, desde antes de nacer el mundo ya seguía cada uno de sus pasos.

Cuando su madre anunció su embarazo, todos los medios británicos habían hecho hasta lo imposible por conseguir la primera foto de su panza de embarazada y publicar la primera foto de una ecografía que mostrara el nuevo bebé de la High Class. Y cuando por fin nació, el mundo entero estuvo en vilo esperando conocerle. Sus padres mantuvieron su rostro y su nombre en secreto por exactamente seis meses, creando un nivel de incertidumbre tan grande que la British Vogue pagó casi dos millones de dólares por la primicia de publicar el nombre y el rostro del primer bebé de los Tyrell.

Luke jamás había logrado entender ese absurdo. Pensaba que era una estupidez que alguien pagara semejante suma por las fotos de un bebé que nunca había hecho nada más en su vida que comer y dormir. ¿Qué tenía Luke Tyrell que fuera mejor que los otros cien mil bebés que habían nacido alrededor del mundo el mismo día que él? ¿No debía ganarse el estatus y la atención de la gente? ¿No merecía el pequeño bebé Tyrell vivir una infancia normal? Tal vez sí, pero el mundo estaba completamente enfermo y Luke tuvo que aprenderlo por las malas para poder sobrevivir.

Cuando comenzó a ir a la escuela a la edad de cuatro años por fin pensó haber encontrado un lugar agradable en el que no se sentía tan ahogado, encontró otros niños de su edad con quienes podía jugar, correr y divertirse sin tener que seguir las estrictas reglas de comportamiento que sus papás siempre esperaban de él.

― ¡Hoy voy a salir con mi mamá a comer helado de chocolate! ― le comentó un compañero una vez, con una emoción tan grande que Luke deseó con todo su corazón poder acompañarle.

― ¿Y cómo haces para comer helado con tu mamá, con todas esas personas de las cámaras que no te dejan caminar? ― preguntó el pequeño Tyrell, confundido.

― ¿Cuáles personas? Mi hermana a veces nos hace fotos, pero cuando quiero caminar me deja hacerlo― le dijo su joven amigo, sin entender la pregunta.

―Las personas que siempre te siguen con las luces brillantes y las cámaras grandes― dijo, insistiendo en su versión ―Cuando salgo de mi casa, siempre están esperando en la puerta y los amigos de mi mamá tienen que empujarlos para que podamos llegar al auto―. Se quedó un segundo pensado antes de continuar. ―También están esas personas que traen papeles para que mi mamá y mi papá se los firmen ―.

― ¿Tus papás son personas famosas? O estás diciendo mentiras― dedujo el otro niño de pronto. ―Mi mamá dice que no está bien decir mentiras―

Fue la primera vez que Luke comprendió que su situación no era la situación de todos los niños.

Poco tiempo después, se filtró la información de que Luke estaba asistiendo a esa escuela, y sus padres tuvieron que sacarlo de allí por el asedio que estaban sufriendo. Fue la primera vez que se sintió destruido, había perdido a los primeros amigos que tuvo en su vida y no comprendía las razones. 

Lo más profundo ✿ By Luna ✿ TerminadaWhere stories live. Discover now